Divertido concierto gozaron anoche los fans laguneros de Morat, quienes se dieron cita al Coliseo Centenario para escuchar, corear, llorar, gritar, bailar y hasta saltar cada uno de los éxitos de la banda colombiana, que forman parte de su gira "Si ayer fuera hoy".
Desde temprana hora, seguidores de todas las edades comenzaron a llegar al recinto para ocupar sus lugares sin contratiempos.
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Incluso hubo chicas que decidieron acampar desde la noche del sábado, para con suerte, poder ver a sus artistas favoritos a la hora que llegaran al recinto.
La venta de souvenirs del grupo no se hizo esperar, por lo que varios fans arribaron luciendo algunas playeras, gorras, pulseras, sudaderas, entre otros artículos con la imagen y logo del cuarteto.
El tiempo avanzaba y de pronto, al dar las 19:30 horas terminó la cuenta regresiva reflejada en una pantalla arriba del escenario, se hizo un silencio ensordecedor y de pronto una cortina blanca cayó para dar la bienvenida entre gritos, silbidos y ovaciones a Juan Pablo Isaza, Juan Pablo Villamil y los hermanos Martín y Simón Vargas, quienes arrancaron su presentación con “Besos en guerra”, seguido de "506", "Al aire" y "Porfa no te vayas", creando un ambiente demasiado prendido.
"Qué tal Torreón ¿Cómo están? Muchísimas gracias por estar aquí", mencionó Juan Pablo Isaza, vocalista y guitarrista de la banda.
El reencuentro fue celebrado desde el inicio tanto por los asistentes como por los músicos, y continuaron con "Segundos platos", y "Para aprender a quererte".
La fanaticada se fue adentrando al buen ambiente que armó la banda, el alboroto continuó con el atractivo repertorio que fueron ejecutando, mientras tanto, todos gozaban de un grato momento al estilo discoteca.
"Cómo vamos Torreón?, Que alegría estar por acá, ya somos conocidos aquí", dijo Isaza, para luego deleitarlos con "Debí suponerlo" y los gritos no se hicieron esperar cuando el cantante les pidió que encendieran sus celulares.
La agrupación agradeció el caluroso recibimiento que les brindaron los laguneros, “gracias, Torreón, de verdad”, dijo Villamil.
Luego de recordar algunas anécdotas Juan Pablo los deleitó con "Punto y aparte", acompañado del piano.
Por su parte Martín Vargas en la batería, con una gracia única en el rostro tocó y cantó "Mi suerte", e invitó a los presentes a aplaudir al ritmo de la melodía.
El concierto aludía a un diario de memorias, pues para dar paso a algunas de sus interpretaciones, los cuatro músicos se alternaron para hacer reflexiones melancólicas y testimoniales.
Tal fue el caso de Villamil, quien entonó "Idiota", coreada por todos los presentes.
"Mi nuevo vicio", fue el siguiente éxito, para luego continuar con " Yo no merezco volver".
"¿Están bien?, Preguntó Juan Pablo al ver que algunos fans del redondel se aglomeraban al frente, pidiéndoles que se hicieran un poco hacia atrás, posteriormente nuevamente en el piano entonó, "Si la vez" y "Nunca al revés".
El ambiente prendido continuó con "¿A dónde vamos?", mientras los músicos hacían su trabajo en el escenario, Simón y su inseparable bajo estaban en lo suyo; mostraba en cada acorde su pasión y el deleite que le hizo sentir el concierto.
Acorde con su estilo indie y folk, los artistas jugaron con algunos instrumentos en escena; guitarras, batería, pandereta, bajo y piano.
La emoción cada vez se desbordaba más, y los jóvenes siguieron complaciéndolos con "Cuando el amor se escapa", " "No se va", con la que todos se pusieron a bailar y siguieron con "Cuando nadie ve", uno de sus máximos himnos con la que enloquecieron.
La música continuó a cargo de la agrupación originaria de Bogotá, y luego le tocó el turno a "Amor con hielo", "París" y "Llamada perdida".
Eran las 21:07 horas y Morat salió del escenario, pero al escuchar los gritos de "otra, otra, otra", regresaron para cerrar con broche de oro con otros éxitos más hasta las 21:25 y por supuesto no podía faltar "Cómo te atreves”, misma que fue coreada de principio a fin, llevándose la agrupación una vez más todo el cariño de los laguneros.
cale