El amor, para Baruch Argil, va más allá de tener una pareja o un ideal romántico con alguien. "Creo que lo puedes encontrar en un atardecer, ver un color, escuchar una canción, estar con un amigo o hacer música". Por eso esta palabra que engloba universos es el nombre de su nuevo disco; por esa energía que da "para seguir viviendo y aspirando a más".
Asentado en Mexicali, Baja California, y bajo el mote de Niño Viejo, el joven músico trabajó durante un año en la composición de 10 canciones, que materializó en el estudio chihuahuense Hoy Es Un Buen Día, con el apoyo en la producción de Eduardo Saucedo (Ed Maverick) y Caleb Zazueta (LEBO), amigos que conoció durante su etapa como integrante de la banda sonorense Señor Kino.
"Estaba acostumbrado a grabar aquí en mi cuarto, a todo dirigirlo y producirlo yo, todo se hacía a mi gusto. Pero justamente los busqué porque me interesaban las ideas que podían aportar al proyecto. Aprendí a trabajar en equipo y siempre fue importante ser honestos", cuenta en entrevista con MILENIO.
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Con amor, disponible desde finales de julio en plataformas como Spotify y Apple Music, Niño Viejo busca que, a través de su sonido folk aderezado con capas de dream pop, los escuchas se impregnen de lo que él siente al crear música: "Reflexiono tanto de mi vida como de mi alrededor; siempre trato de pensar más allá de lo que tengo enfrente y de lo que está pasando en el momento".
"Me gustaría que la gente diga 'No soy la única persona que se está sintiendo así', que reflexione sobre sus propias situaciones".
Tras el lanzamiento del disco, Baruch reconoce que sigue buscando una manera cómoda para promocionar su música: de entrada, quiere tocar por todos lados y seguir creando temas, "pero no me gustaría sacarlos muy seguido porque estoy en contra de esa sobreexplotación del artista, creo que se requiere tiempo y paciencia".
Parte de lo anterior para reflexionar sobre el consumo musical actual, donde "uno necesita estar constante porque está el miedo a que la gente se olvide del proyecto, hay una competencia grande". Afortunadamente, algo que ha aprendido en los últimos meses es "hacer las paces con ese miedo a caer en lo repetitivo o lo que no te gusta".
Para mantenerse enfocado, le sirve recordar ese primer chispazo musical. "Cuando estaba chiquito iba a fiestas familiares en casa de mi tía Ana y siempre ponían canciones de Rod Stewart, The Beatles, Nirvana o los Bee Gees; desde un sillón me quedaba viendo que mis tías que se ponían a cantar".
"Ahí dije 'Me gustaría hacer que la gente sienta algo al escuchar una canción'".
— ¿Y cómo vives o entiendes la música? Más allá de verla como una actividad o herramienta.
— Yo vivo para la música y probablemente no estaría aquí hablando si no fuera por ella. Creo que todos, de cierta manera, vivimos para la música, porque es algo que va más allá de nosotros. Los músicos o artistas somos una manera de comunicar eso grande, ese amor que existe; comunicamos que estamos vivos a través de la música... Podría ser un medio por el que Dios nos está diciendo que está aquí con nosotros. Sin duda, va más allá de un sentimiento.
Niño Viejo presentará su disco, amor, el 22 de agosto en la Ciudad de México, como acto abridor del proyecto chileno Ataquemos. Más información en su cuenta de Instagram: @Ninoviejoo.
hc