Con menos de cuatro años de trayectoria musical, el Grupo Vilax se ha colocado en las preferencias del público que gusta de la música norteña. Los integrantes de esta agrupación como dice el corrido, de Torreón a Lerdo, trazaron una ruta para llegar a un estilo único que les permitió llenar un vacío que por al menos dos décadas no había sido ocupado. Este esfuerzo ha rendido frutos al ser nominados al Grammy Latino en la categoría a Mejor Álbum Texano.
Originaria de Torreón, Alejandra Romo, la vocalista del grupo explicó en entrevista para MILENIO, que el trabajo ha sido intenso y que además tuvieron que sortear los obstáculos presentados en medio de la pandemia, donde incluso enfermó de covid pero ahora, se encuentra lista junto con sus compañeros para retomar junto a sus compañeros los escenarios junto a las grandes leyendas del género grupero.
“Estamos muy contentos y la verdad yo estoy muy contenta, feliz, muy emocionada por esta nominación con Grupo Vilax en la categoría de Mejor Álbum Texano que ayer en la mañana dieron a conocer a los nominados y estamos súper sorprendidos, no nos la creíamos todos los que trabajamos en el grupo y la gente que trabaja con nosotros en San Antonio, en Monterrey. Carlos Álvarez que está trabajando con nosotros en conjunto en los Estados Unidos fue el que nos dio la noticia”.
Alejandra sabe que para muchas personas la nominación podría pensarse como un paso fácil pero detrás de ello apuntó, hay mucho trabajo pues en enero del año entrante apenas cumplen cuatro años juntos, pero tanto ella como sus compañeros ya tienen una larga trayectoria musical.
“Para nosotros ha sido un trabajo de muchos años, mucho sacrificio y muchas desveladas. Se pierden muchos momentos familiares, cumpleaños, de todo, pero gracias a dios todavía no cabemos de la emoción, todavía no nos la creemos de que la academia haya volteado a vernos a nosotros porque fueron muchísimos los que se inscribieron para ser votados a la nominación y es para nosotros un orgullo el haber quedado en la categoría”.
Aunque el confinamiento dejó por un tiempo clausurada la posibilidad de las presentaciones para Grupo Vilax, sus integrantes continuaron trabajando en el estudio y en la construcción de nuevas ideas que detonaran nuevos sencillos.
“Estuvimos componiendo, maqueteando canciones, estuvimos trabajando encerraditos, era lo que se podía hacer pero no nos queríamos dejar caer porque nos poníamos súper tristes porque sabíamos que no había trabajo y en lo económico pegó mucho pero también sentíamos desánimo por no poder hacer lo que nos gusta y no sabíamos para cuándo terminaba por eso empezamos a transmitir en vivo en nuestra página y las redes y así estuvimos en contacto con la gente siempre apoyándonos y no nos soltaron, creo que en la pandemia sentimos más su cariño.
“A mí sí me dio covid pero estuvo tranquilo, la verdad hubo personas a las que les fue muy mal, tuvimos pérdidas lamentables y gente que se nos fue, gracias a dios a mí me dio pero fue algo muy tranquilo y aquí estoy todavía, yo tengo 27 años y la verdad desde muy chica recuerdo que mis papás escuchaban música norteña, texana con Límite, Selena y recuerdo que de niña yo sola me ponía las trencitas y soñaba que era Alicia Villarreal”.
Al llegar a la etapa adolescente, Alejandra Romo dejó el género atrás y cuando comenzó a cantar lo hizo en un grupo versátil por lo que cantaba pop y rock en inglés, todo menos grupero. La oportunidad llegó cuando conoció a sus compañeros, que sí interpretaban canciones norteñas, lo que resultó un cambio drástico para ella pero con muchas satisfacciones.
“En la Laguna ya se había perdido el ver a una mujer frente a un grupo norteño cantando, que fuera la vocalista y la gente lo apoyó muchísimo. Mis compañeros son verdaderos músicos y tienen muchísimo tiempo en el género norteño porque desde chiquitos han andado en medio. Daniel Rivas es el baterista, Pablo Miguel está en percusión y piano, Iván García también ya había estado en una agrupación norteña y toca el bajo eléctrico y ellos ya tenían toda la experiencia, ya habían estado en agrupaciones grandes acompañándolos en espectáculos masivos como es Pesado, Duelo, La Firma, El Plan”.
Los músicos conocieron a Alejandra en una posada y ahí se echaron un palomazo. Luego en un bar de Torreón estaban solicitando un grupo y fue ahí donde se presentaron. Lo demás fue fortalecer el concepto porque el estilo y la calidad ya tenían cimiento para cruzar las fronteras con un concepto texano sostenido por buenos músicos y una voz sólida.
CALE