Oxomaxoma: 45 años rompiendo los límites musicales del espacio sonoro

Oxomaxoma hizo su primera aparición en 1980 y desde ese entonces ha moldeado la escena de la música experimental mexicana, ahora celebrarán sus 45 años.

Oxomaxoma ha moldeado la escena de la música de vanguardia en México | Diseño por Óscar Avila | Foto Edgardo Velázquez López
Edgardo Velázquez López y Claudia Islas
Ciudad de México /

En medio de la hipnosis de ruidos altamente orquestados, nos adentramos en el intrigante universo de Oxomaxoma, un proyecto revolucionario que hizo su primera aparición en 1980. Este grupo no sólo redefine, sino que también moldea la escena de la música de vanguardia en MéxicoSentados con José y Arturolas figuras detrás de la banda post-industrial, nos sumergimos en su estudio sonoro para descubrir los secretos de su sonido cósmico.

José Álvarez y Arturo Romo. | Foto: Diana Santibañez

Descifrando la génesis de Oxomaxoma

José Álvarez, renombrado como el creador vocal principal, nos transportó en el tiempo al rememorar los primeros días de la agrupación, cuando se gestaba en las profundidades de la escena underground mexicana al conocer en el Colegio de Bachilleres a Arturo Romo. En entrevista con MILENIO, Álvarez comparte la peculiaridad de su travesía musical, alejada de los caminos comerciales, pero imbuida de un legado que busca destacar y preservar.

Oxomaxoma va más allá de ser simplemente un nombre intrigante; constituye una ventana hacia la creatividad intrínseca de la banda", explica José, el visionario detrás de la elección del término. "La palabra surgió en un estado entre sueños, buscábamos algo que pudiera ser todo o, a veces, nada, una fracción de segundo donde el tiempo se expande", comparte. Por ende, la interpretación que le confieren es la de "en busca de un significado perdido”.

Por su parte, Arturo Romo, ingeniero de la instrumentación y ExOxomaxoma, define su enfoque musical con una sola palabra: "Inclasificable”. Para él, Oxomaxoma siempre ha estado en incesante exploración e innovación. Desde los primeros compases, la banda se sumergía en experimentaciones sonoras, valiéndose de cualquier recurso, desde cajas de luz hasta la creación improvisada de instrumentos, como botellas de vidrio, plástico o aparatos musicales defectuosos, modificándolos para crear secuencias electrónicas.


Prueba de ello es la caja que transformó en un instrumento de percusión al que denominó 'trombatrón'. "Le llamé así porque me percaté de las numerosas posibilidades sonoras que podría ofrecer”. Con esto, planeó crear una especie de tromba de sonido, explorando así las amplias facetas auditivas que esta singular pieza puede proporcionar.

Pero no todo termina ahí. Ambos "no músicos" enfatizan que con el paso del tiempo han experimentado una sofisticación creciente en su enfoque musical, incorporando utensilios musicales más tradicionales como guitarras y sintetizadores. Actualmente, han innovado hacia un grupo que incorpora de manera significativa la tecnología en su propuesta sonora.

Miembros originales del grupo, 2019. | Foto: Diana Santibañez

José confirma que la evolución continúa, armonizando con fuentes inusuales. En una fase experimental, fusiona elementos del rock con el distintivo toque de la banda. Integra el free jazz, explorando aspectos étnicos, antes de avanzar a una fase de fusión que culmina en un concierto de gran madurez musical, reflejada en el álbum 'Sin boca con los ojos Negros' (1997). Este trabajo marcó un punto culminante en su progreso musical. Posterior a ello, el despliegue los condujo hacia la experimentación con la música industrial, una fase que han identificado como "terrorismo industrial", aunado a su elemento singular de anarquía, que sigue siendo una característica fundamental de su identidad musical.

De modo que, Oxomaxoma ofrece a la escucha una perspectiva desde un enfoque diferente: "La distinción radica en el aspecto industrial, con una mayor presencia de máquinas y sampleo. Estamos grabando algo que tiende a otra dirección, pero manteniendo nuestro estilo inteligente y tecnológico", agrega el músico.

Explorando contrastes: proyectos actuales vs trayectoria previa

Arturo menciona que, de los proyectos en los que han participado, colaboraron con Vector Escoplo y Alquimia, así como con José Luis Fernández Ledesma y Arturo Meza. "Hemos musicalizado Pedro Páramo, el Popol Vuh y algo de poesía náhuatl", destaca. Asimismo, José confirma que trabajar con aquellos músicos los llevó a desarrollar una "intuición musical". Esta capacidad les permitió no sólo escuchar, sino también adaptarse y responder de manera precisa al momento, interpretando y decodificando de manera exacta.

“Estoy trabajando, centrado en la improvisación. Por ejemplo, en los proyectos recientes he colaborado con Man In Motion y con Schlager que es Gabriel López, de Sonido Gallo Negro. Además, colaboro con Yaya González, y estamos con Ulises Avath y Daniel Lazarini, Dr. Kontra, y el grupo Brama Solar, con el que estamos preparando un disco”.
Arturo Romo en el Alicia, 2018

Vibraciones en vivo: su arte en el escenario

Para Oxomaxoma, fue una experiencia maravillosa tener la oportunidad de abrir los conciertos en México de And One, grupo alemán de synth pop y EBM (Electronic Body Music), como invitados junto a Dimitri Berzerk.

“La verdad, no recuerdo quién me preguntó acerca de ello, pero no sentimos temor al presentarnos ante tanta gente. Dimitri ya tenía todo preparado y subimos al escenario como grupo invitado tras grupo invitado. Cerramos esa colaboración de manera muy padre”.

Ambos creadores también destacan el emotivo concierto conmemorativo de los 43 años de Oxomaxoma en el 'Alicia'
en 2022, donde lograron reunir a músicos de diversas épocas, creando así una “experiencia mágica”. Desde la participación de Carlos Vivanco y Alex Eisenring, hasta exponentes como Gibrana Cervantes, Concepción Huerta, Virgen Siamesa, Germán Bringas y Humberto Álvarez junto a Ramiro Ramírez de la Tribu, el escenario brilló con "presentaciones tremendas". El festejo atrajo a una amplia audiencia, "nos adaptamos a lo que estaban haciendo ellos". En esta misma línea, Oxomaxoma se sumergió en una corriente más enérgica y dinámica, contando con Luis "Bishop" y Rabdoll Orea, quienes participan activamente en el proyecto.

Tanto el pasado como el presente tienen una importancia equiparable. En medio de risas, recuerdan momentos cruciales como su actuación en el Templo Mayor en conmemoración del eclipse total de Sol en 1991. La oportunidad de compartir escenario con Steven Brown en 1992 fue “especialmente significativa”, marcando un punto álgido en su trayectoria.

Leonore Rodriguez y Arturo Romo en el Alicia

¿Cómo equilibran diversión y calidad de su música?

Los maestros del sonido, destacan la importancia del sentido del humor como elemento esencial. Una experiencia notable involucró un teclado de juguete, la improvisación en vivo y una solicitud humorística para que se dejara de mascar chicle y poder concentrarse. "El humor siempre fue crucial para nosotros; imaginábamos a la audiencia con apodos y utilizábamos elementos como 'Detrefram 1927', originado en un sueño", señalan.

“También hay una pieza nuestra que tocamos precisamente con Alfonso Queja, se llama 'Unicornio 13'. El nombre lo escuché en un sueño mientras sintonizaba la estación de radio llamada Radio Éxitos. Durante el programa, recibían llamadas telefónicas y le preguntaron al locutor: '¿Qué pieza quieres escuchar, campeón?' 'Quiero escuchar ‘Unicornio 13’ de Oxomaxoma’”, comenta Arturo Romo.
Oxomaxoma, 1993. | Foto: Armando Velasco

El transformador sonoro de Oxomaxoma en el Laboratorio de la Patamúsica

"En esta etapa más reciente, la dinámica se vuelve más electrónica debido a la influencia de Alfred Jerry, la Patafísica, que transformamos en la Patamúsica", explica José, señalando la creación del "Laboratorio de la Desocultación Sonora para la Patamúsica" (2020).

Este enfoque implica una marcada presencia de la diversión y la libertad para abordar las creaciones sin preocuparse por opiniones externas o cómo se materializarán, centrándose en disfrutar del proceso creativo. Este aspecto particular da origen a una forma única: "de cómo es y cómo va".


Respecto a eso, Arturo menciona que han incorporado elementos adicionales al explorar y utilizar sonidos imaginarios que, debido a su esencia única, se modifican y se adaptan a las necesidades creativas. En su caso, al participar en la meditación y crear música en ese contexto, optó por una introspección activa musical, donde, con los ojos cerrados, permanecía atento e interactuaba en cada participación de la obra.

Oxomaxoma, 1992. | Foto: Vector Escoplo

Sobre la música y el equilibrio con el público

José Álvarez también reflexiona sobre la relación entre su trabajo y la audiencia, destacando la importancia de mantener un equilibrio entre el reconocimiento positivo y la humildad. Aunque disfruta de las respuestas alentadoras del público, es consciente de la necesidad de no perder de vista la realidad y evitar caer en la trampa de la soberbia.

Deja en claro que a lo largo de su trayectoria ha experimentado momentos en los que el éxito podría haber influido en su actitud, pero destaca que la sencillez ha sido una constante en su enfoque. Este compromiso con la autenticidad y la conexión genuina con la música y el público ha sido clave para mantener la integridad artística de Oxomaxoma, resalta.

“En el nombre sea de Dios, que todo salga bien”

Para el dúo de virtuosos, compartir sus experiencias adquiere un valor significativo, ya que cada disco y canción tiene su propia historia. La narrativa se construye desde los primeros casetes, y una canción en particular, En el nombre sea de Dios (1990) destaca como ejemplo. La elección de este título lleva consigo una consigna política y simboliza el inicio de su trayectoria en el estudio antes de las presentaciones en vivo.

Por lo que, José Álvarez comparte la anécdota detrás de este primer trabajo, destacando el proceso creativo y la decisión de nombrar así a esta primera canción. En el nombre sea de Dios: -"¡Listo, empezamos, ¿no? Yo pienso, 'Bueno, en el nombre sea de Dios, que todo salga bien'. Así que decidimos ponerle ese nombre a la canción, ¿sabes? Entonces 'En el nombre' se convierte en el título de la primera canción de nuestro primer casete", relata.

Con ello, en el desarrollo de este viaje musical, cada disco y canción se convierten en un compendio de historias. La elección de nombres no sólo refleja la música en sí, sino que también revela la conexión íntima entre la banda y su arte.

"En el Nombre sea de Dios" con Ruido Horrible, México 2018

Oxomaxoma celebra 45 años con proyectos multidisciplinarios

En preparación para conmemorar los 45 años de la banda, Álvarez revela sus planes para el futuro. Su próximo concierto en marzo marcará el inicio de sus presentaciones en vivo, donde presentarán su nuevo disco Simbiontes. Además, tiene en mente la creación de un libro o cancionero que recopile sus composiciones, con traducciones correspondientes. De igual modo, ha trazado un plan B centrado en el retorno a las raíces en caso de que alguno no resuene.

El Patamúsico también considera la posibilidad de retomar proyectos discográficos antiguos, pero su enfoque actual está en disfrutar de la rica historia de la banda, explorando archivos y ensayos. Romo, por su parte, comparte la idea de realizar presentaciones y colaboraciones con otros artistas, su prioridad es experimentar con nuevas formas de conectarse con la audiencia con improvisaciones este año.

Oxomaxoma en abril de 1997 en Tower Records

Oxomaxoma invita a sus fans a apoyar su evolución adquiriendo sus producciones

En un llamado directo a sus seguidoresla agrupación insta a la comunidad a adquirir sus producciones como una forma de respaldo para seguir generando nueva música y promoviendo la evolución artística. Álvarez, añade que la adquisición de sus obras no sólo ayuda a mantener viva la creatividad del grupo, sino que también brinda a los fans la oportunidad de sumirse en la rica y diversa discografía de Oxomaxoma.

A su vez, Arturo envía un mensaje alentador a los jóvenes interesados en la música y otras formas creativas. Les exhorta a no desanimarse, incluso cuando las oportunidades parezcan limitadas, enfatizando que la perseverancia puede llevar al desarrollo de proyectos.

 “Sigan adelante, porque siempre tendrán la posibilidad de crear algo”, subraya.

Finalmente, el proyecto minimalista celebra sus inicioscuando Miguel Ángel Pérez Becerra y José Álvarez, amigos del bachillerato desde 1974, junto con Víctor Rodríguez, dieron forma a su visión musical en 1976 con Hilozoizmo. El encuentro de Álvarez con Romo en 1978 marcó un umbral y en 1979, ambos decidieron continuar como un dueto, inaugurando así una nueva etapa para el grupo. En 1980, toman la decisión de cambiar el nombre a Oxomaxoma y coronan esta transformación con un radiante concierto en la UAM Azcapotzalco.

Así, Oxomaxoma se erige no sólo como un grupo musical, sino como un viaje melódico a lo largo de las estaciones del tiempo, donde la adaptación y la reinvención son las constantes que afinan su resonancia. Que los sintetizadores y el ruido sigan vibrando en los corazones de quienes han sido tocados por su música, marcando no sólo el compás del pasado, sino también el eco prometedor del futuro de la música experimental mexicana.

Oxomaxoma ha moldeado la escena de la música de vanguardia en México | Foto por Edgardo Velázquez López

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