Paloma Morphy: “Con la música, tus peores momentos se convierten en tu mejor herramienta”

“No me cae el veinte”, reconoce la cantautora Paloma Morphy ante el buen impacto que ha tenido en los últimos meses. Tres sencillos lanzados, que forman parte del que será su primer disco, han resultado exitosos entre sus incipientes seguidores; basta saber que en Spotify, ese olimpo que rige el consumo musical actual, ostenta más de 211 mil oyentes mensuales.

“No hay nada más bonito que lo que más me gusta hacer en el mundo le guste a alguien”, cuenta a MILENIO desde la habitación de una vivienda ubicada en la colonia Roma, sede de su primer día de promoción para medios.

Paloma cultivó su gusto por la música desde niña gracias a Hannah Montana, personaje que interpretó la superestrella estadunidense Miley Cyrus durante cuatro temporadas televisivas. También la escuela ayudó en su formación escénica, pues ahí se unió al coro y participó en varios concursos de talento. 

Una pausa en su sueño musical tuvo lugar cuando orientó su vida hacia el estudio de la carrera de Derecho. “Luego me metí a trabajar, la vida me llevó a otro lado, pero volví".

Recuerda muy bien este ‘regreso’: hace aproximadamente dos años acudió a un estudio de grabación y, al ver toda la maquinaría para la creación de sonidos, renació su deseo por cantar. “Siempre me ha gustado la música y cada día me enamoro más”.

En una primera etapa creativa, Paloma compuso las canciones La idiota soy yo y Filofobia, aún disponibles en sus plataformas musicales. Pero el tema que dio comienzo a su faceta actual, donde a su sonido pop con tintes urbanos lo respalda la producción de Pablo Stipicic, es Lo que un día fue.

"Siento que es muy complejo proyectar en esta carrera porque te puedes hacer ideas y sueños, pero depende de la gente. Yo estoy puesta hasta donde se me abran las puertas", reflexiona.

Lo que un día fue resultó una sorpresa tanto para los escuchas como para la propia compositora: tras su estreno a finales de marzo, al momento tiene más de 2.5 millones de reproducciones en Spotify y más de medio millón en YouTube.

Al intentar explicar esta colisión entre los escuchas, Morphy cree que es porque se muestra genuina: "Mis canciones son de cosas que he vivido, que siento, que me duelen. Creo que no hay una canción que no haya escrito y llorado, así hasta el hueso. La música es hacer sentir".

(sola) es su pieza más reciente - salió hace un mes - y sobre ella dice que "trata de la codependencia y la escribí hace no mucho, cuando no sabía si quería estar en una relación o sola; esas ganas de ser independiente, pero al mismo tiempo querer recibir afecto".

Justo después de esta canción, se animó "a estar sola, conectando conmigo".

Catarsis y conexiones

La música, para Paloma Morphy, es una "catarsis, una terapia". 

"Como que vino a mi vida a darle sentido, fue mágico. Con ella, tus peores momentos se convierten en tu mejor herramienta; las cosas que más me han dolido son la fuente de mi música, y pueden ayudar a gente, pueden sanarme a mí, conectar, ayudarme a cumplir mis sueños", desarrolla.

Entre los sueños que la cantautora ha cumplido, hay algunos que pueden verse como involuntarios, por ejemplo: cuando asistió a un palenque de Julión Álvarez y, como él ya conocía su talento, "me invitó a cantar una canción. ¡Estuvo increíble! Me gusta Julión, Nodal, K-Paz de la Sierra... Estuvo cabrón todo el concierto, toda la banda, no lo podía creer".

Otra conexión inesperada fue con el rapero Gera MX, con quien el próximo 9 de agosto va a lanzar su primera colaboración, Todo a medias.

"Ha sido bien loco. Conecté con Gera MX porque me invitó a cantar una canción mía a un show, (sola). Era la primera vez que cantaba frente a tanta gente, no me salía la voz de lo nerviosa que estaba, no podía hablar hasta que la banda me empezó a decir ‘Sí se puede’. Se sintió una vibra impresionante, nunca se me va a olvidar ese día", rememora.

Aunque se considera una "ermitaña" a la hora de componer desde su cuarto o en la azotea de su edificio, gracias  estas interacciones con otros artistas Paloma ha entendido el poder de "compartir esta pasión tan grande que es la música, te hace un click instantáneo". Además, ha favorecido a su exploración sonora, pues dentro de sus planes no está el encasillarse.

— ¿Cómo te desarrollas artísticamente en redes sociales? Porque si bien son una gran herramienta de difusión, también tiene su lado fugaz o nocivo.

"Con amor-odio. Me encantan, son súper herramientas, te permiten llegar a todos, pero por otro lado ese sentirte expuesto, aprender a verme en una cámara, aprender a escucharme hablar, abrazar mi personalidad. Eso está difícil. Supongo me iré acostumbrando, pero da miedo... me da miedo el hate.

Pero debo hacerme a la idea de que si llega hate es porque no soy monedita de oro y el tema de la música es muy subjetivo, y que no tiene nada que ver conmigo sino es de cada persona; la gente solo puede dar lo que trae dentro".

— ¿Qué otras cosas te dan miedo dentro de la industria musical?

"Me dan miedo varias cosas. Me da miedo que lo fácil es llegar, pero lo difícil es quedarse; mantenerte relevante y sacar hit tras hit. No defraudar a tus fans, que siga la ardilla girando. Eso da miedo pero a la vez motiva. Me da miedo perderme; ahorita no es que la fama sea mucha, pero el otro día me pidieron mi primera foto en la calle... Me dan miedo las historias de artistas que se pierden y se ponen insoportables; creo que la fama es cero natural para el ser humano y por eso es difícil digerir".

— Pero ante estos temores, ¿cuáles son tus fortalezas?

"No planeo dejar de ir a terapia nunca y la música me ayuda un buen. También es importante rodearte de la gente correcta. No se trata de las cosas que te pasan, sino cómo reaccionas; encontrar el sentido a los madrazos que te da la vida".

​​hc

​