El compositor mexicano Antonio Juan-Marcos recién va llegando a Washington para escuchar los primeros ensayos de Pasión de Violetas, una obra que creó en homenaje a la vida y obra de la cantautora chilena Violeta Parra.
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La comisión será estrenada en el Cultural Arts Center de Montgomery College en Silver Spring, Maryland, el próximo 20 de mayo con la Avanti Orchestra, dirigida por Pablo Saelzer. La idea de esta obra, recuerda el compositor en entrevista, “empezó hace algún tiempo, a finales de 2018, porque Pablo y yo teníamos largas conversaciones al respecto de nuestro gusto por Violeta Parra”.
Entre ese intercambio de ideas fue surgiendo el proyecto:
“Creo que el primer gran reto es que sea un homenaje sin que sea una simple citación; es decir, no quería tomar pedacitos de canciones, sino estudiar esa música, estudiar las estructuras musicales de ese vocabulario. Para mí, el reto más grande fue: cómo hacer un homenaje a Violeta en el que siga siendo yo quien escriba esta pieza y que suene a mí música pero te evoque el paisaje emocional de Violeta”.
En ese sentido, puntualiza, “lo que intenté fue hacer una obra que no hiciera citaciones textuales de sus canciones; para mí era importante componer una pieza que estuviera inspirada libremente en la vida y en la obra de Violeta. Entonces pensé en facetas de su vida y cómo esas facetas correspondían a algunas canciones”.
Dos movimientos
Pasión de Violetas está construida en dos movimientos, el primero se llama Lágrimas de Violeta, que tiene que ver con la faceta del dolor y pérdida que ella vivió, pero que también sobre la cual escribió. El segundo movimiento se llama Jardín de Violetas, que explora su faceta amorosa, la experiencia amorosa que vivió intensamente y que la expresó en sus canciones.
“Para el primer movimiento me inspiré libremente en la canción Run, run se fue pa’l norte y Rin del angelito, y para el segundo movimiento me inspiré en Gracias a la vida y Volver a los diecisiete. Cuando hablo de inspirar, hablo de tomar nota de ciertas estructuras melódicas y rítmicas, ciertos motivos melódicos y rítmicos y con base a eso crear mi propio lenguaje musical que toma en cuenta esos motivos musicales de las canciones de Violeta”, dice el compositor.
Además, en esa investigación el músico pudo constatar “la intensidad emocional de su vida y cómo estaba íntimamente ligada a las canciones que escribía, cómo hacía el final, que su final fue muy trágico porque se tomó la vida, pero aún hacia el final había grandes gestos creativos que tenía que ver con la esperanza, como “Gracias a la vida”. Entonces, fue una vida muy intensa; otra cosa que constaté y me pareció muy bello es la poética de la austeridad: Violeta puede decir mucho con poco, no necesita más que su voz y una guitarra para expresarle al mundo y eso me parece algo muy bello y de lo cual aprendí, y eso se transmite en esta pieza: es una pieza que no va necesariamente a la complejidad sino hacia lo sencillo, sin ser simple”.
Además
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Entre los próximos proyectos de Antonio Juan-Marcos está programado un disco de música vocal, sesión que se realizará con PARMA Recordings y que dará inicio con su obra “Paesaggi Corporei”, con la Brno Contemporary Orchestra y la soprano Maïlys de Villoutreys, en República Checa; después viene “Mi Vida con la Ola”, con el barítono Alejandro Gabor y con el Ensemble Almaviva, “y la grabamos en París. Es el primer disco monográfico”, concluye el compositor.