El régimen cubano tiene la batalla perdida, asegura con enjundia Luis Manuel Otero, cabeza más visible del Movimiento San Isidro (MSI), integrado por artistas e intelectuales de la isla.
Se refiere al hecho de que la canción Patria y Vida, estrenada hace 15 días en las redes sociales, bate récords de vistas en YouTube, dentro y fuera de la isla. Pero sobre todo “porque la gente escucha la canción en las calles, la gente es capaz de tararearla, de ponerla en el volumen más alto de su equipo en las calles, están poniendo (pintando) ‘Patria y Vida’ en las fachadas de sus casas”.
- Te recomendamos Cuba aprueba reforma laboral; permitirá trabajar en más de 2 mil sectores Latino América
"No mas mentiras, mi pueblo pide libertad no más doctrinas/
Ya no gritemos “Patria y Muerte”sino “Patria y Vida”/
Y empezar a construir lo que soñamos lo que destruyeron con sus manos…"
La respuesta del gobierno contra la canción, sus creadores e intérpretes, ha sido virulenta. Acostumbrado a ignorar las protestas sociales o artísticas en su contra, en esta ocasión el régimen cubano usó todos los medios oficiales de comunicación para descalificar el pegajoso tema, cantado a ritmo de rap y reguetón.
Incluso, el propio presidente Miguel Díaz-Canel le dedicó un inopinado tuit en esa red social.
Patria y Vida fue compuesta por Yotuel Romero, ex integrante del grupo Orishas, quien la canta acompañado por el dúo Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky.
Tanto el título, como una de sus estrofas más fuertes, aluden a la famosa frase “Patria o muerte” pronunciada por Fidel Castro en 1959, e institucionalizada como uno de los mayores símbolos de la Revolución cubana.
La oposición cultural de la isla ha conseguido, pues, dar un golpe certero al corazón de la ideología castrista, donde el régimen menos se lo esperaba.
¿Esperaban esta repercusión del tema, Luis Manuel?
Sí, sí-sí. Las figuras que aparecen ahí son figuras de mucho éxito, tanto nacional como internacional. Estamos hablando de Gente de Zona, de Orishas, con Funky Style; figuras que tienen una repercusión internacional y muchos seguidores en las redes sociales y sus videos tienen un montón de visitas. Cuando eso se combina con la responsabilidad cívica y política, y sobre todo el reconocimiento de músicos como Maykel Osorbo o El Funky que son artistas contestatarios que alzan su voz por la libertad de Cuba. Esta combinación indiscutiblemente se sabía que iba a generar mucha felicidad por parte de la gente, de los sectores de la oposición y de la sociedad civil que vienen luchando desde hace mucho tiempo.
¿Cómo es que apareces tú en este video?
Maykel Osorbo y El Funky son amigos personales, artistas que quiero y admiro y son miembros del MSI. Se han pronunciado a partir de los arrestos que he sufrido, los arrestos que ha sufrido Osorbo. Hay una conexión indiscutible entre esos artistas de mucho nivel a nivel internacional y nosotros. Y cuando se hace el video, Maykel me dice: ´Hermano, tú como organizador principal, como artista, como gestor de todo lo que, en parte, ha pasado en Cuba ahora mismo, creo que debes aparecer en el video. Y yo con mucho gusto acepté y participé y (estoy) súper feliz y agradecido de que me hayan hecho formar parte de ese video.
La respuesta del gobierno de Cuba para desacreditarlos ha sido muy dura, Luis.
Desde noviembre último, cuando hicimos aquella huelga de hambre y sed que también sonó muchísimo y que desembocó en una protesta masiva de 600 personas, 600 jóvenes afuera del Ministerio de Cultura, desde ese momento el régimen ha venido en una avalancha represiva. De hecho, yo tengo una cámara afuera de mi casa que me vigila y me persigue 24 horas, sufrimos prisión domiciliaria. Sobre todo en los medios de difusión, la televisión y la radio cubana, se han encargado de mancillar nuestras imágenes, con frases homofóbicas, racistas, machistas y demás. Esto es parte de esa gran escalada que ha tenido el régimen, pero lo más interesante es que el régimen perdió la batalla hace mucho tiempo.
Una de las acusaciones recurrentes para desacreditarlos, es el financiamiento. Que son un movimiento pagado por Estados Unidos o por fuerzas contrarias al régimen. ¿Cómo se vive del arte en un país como Cuba?
En Cuba somos muy poca gente. La Ciudad de México tiene 20 millones de personas, nosotros somos en toda la isla 11 millones de personas. Y tenemos toda esa aura de que si el conflicto con los americanos, que si somos un país cerrado, y eso tiene una atracción indiscutible entre el mundo del arte a nivel internacional. Mucha gente consume arte cubano y le gusta el arte cubano, porque es exótico en el mundo entero.
Yo vivo de mi arte, de algún coleccionista de Estados Unidos, Miami, Europa, viajo; mi arte tiene conexiones. Con mi arte he logrado ganar becas, premios, concursos, exponer en museos importantes, lo mismo el (Georges) Pompidou (de París). De eso es lo que vivo. A veces más apretado, ahora mismo por el coronavirus todo está apretado, todo está como difícil.
Pero sobre todo la respuesta al tema de que el régimen siempre nos acusa de mercenarios. Imagínate de que todo el que en Cuba tiene una postura contraria al régimen es mercenario. No pueden usar otra palabra que sea, no sé: ´mala persona´, otra cosa. Son mercenarios. Ese es el primer término que usan para descalificar. Entonces es como: nadie en Cuba piensa por sí solo, somos tan estúpidos. Mientras respondemos al interés del régimen no somos estúpidos. A veces respondemos a intereses y somos estúpidos y pagados y demás.
Es una locura, nos subestiman como seres humanos; pero ahí seguimos luchando por la libertad y por nuestro amor. Y el amor que yo siento por Cuba a mi me lo inculcaron, no una potencia enemiga, no, no, eso es un insulto y un invento del régimen de 60 años, que cada día las personas creen menos en eso.
Somos artistas, somos sensibilidad/
La historia verdadera, no la mal contada/
Somos la dignidad de un pueblo entero pisoteada/
A punta de pistola y de palabras que aun son nada…
Con 33 años recién cumplidos, Otero Alcántara encabeza desde hace apenas 25 meses, un movimiento disidente que se opone a que el Estado regule y controle la actividad artística. Ha sido tal la fuerza que ha tomado el MSI, que varios de sus integrantes han sido detenidos, encarcelados o incomunicados varias veces. El grupo toma el nombre del popular barrio localizado al suroeste de La Habana Vieja, lugar donde nació por cierto, José Martí.
Por su activismo, Luis Manuel Otero ha entrado y salido de las cárceles cubanas en los últimos dos años.
¿Arte o activismo?
Creo que no hay ninguna separación. Para mí el arte y el activismo es lo mismo. Yo pongo mi arte en función de la gente y por suerte genera conectividad y genera soluciones a la gente. Soluciones cívicas. Vivimos en un país donde la dictadura ha desbaratado la oposición cívica o la educación cívica.
Tú como artista, en esta realidad tan rígida, te pones un casco en la cabeza que dice: ´Los niños nacieron para ser felices, no para morir en derrumbes´ y después viene el padre de esa niña que murió en un accidente que podía haberse evitado y que el régimen dio una respuesta burda, y ese padre usa tu frase; te das cuenta que tu trabajo funciona. Y uno simplemente lo que hace es arte diario, dibujo, escultura, pintura, que es la herramienta que uno conoce, que uno tiene. Y eso genera conexiones, genera todo lo que está pasando en la mente.
Hace exactamente un año fuiste detenido 13, 14 días; ¿cómo ha ido la vida después de esa experiencia?
La represión y la violencia han ido creciendo, pero más que la violencia por parte del régimen, nosotros mismos como activistas, como artistas, como actores culturales, ganamos una gran victoria cuando me lograron sacar mis amigos de prisión y eso ha generado una gran corriente y una gran fuerza dentro del mundo de la cultura comprometida con los cambios en Cuba.
¿Hacia dónde va el MSI?
Vamos a seguir trabajando desde donde estamos, que es: luchar por la libertad. Nosotros somos artistas, muchos de quienes están en el MSI llevan 20 años trabajando desde el espacio cultural. Eso es lo que nos ha llevado hasta aquí en este momento.
Por estar en el arte, que es súper elitista, conectarlo con la responsabilidad que tienen ante la sociedad y eso genera conexión, genera que los diferentes espacios de la sociedad civil, como los animalistas, la comunidad LGBT+, los que luchan por los derechos raciales, las feministas, también aprendan herramientas para defender sus derechos.
Nosotros vamos a exigir el derecho a seguir avanzando, el derecho a tener una voz dentro de Cuba, a que se nos escuche sin necesidad de que nos repriman. Y eso un día vamos a amanecer y a eso se le llama democracia.
Que no siga corriendo la sangre/ por querer pensar diferente
¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes?/si mi Cuba es de toda mi gente
Se acabó, y no tenemos miedo/se acabó el engaño
Ya se acabó, son sesenta y dos haciendo daño…
nerc