Era junio de 2020, todo mundo estaba confinado en casa ante un virus totalmente desconocido que estaba acabando con millones de vidas. En aquellos días, una salida por lo menos en nuestra cabeza era la música y aquella mañana de martes 9 de junio sería la música quien perdería una voz para siempre.
Pau Donés Cirera, Pau Donés, o bien el cantante de Jarabe de Palo dejaba de existir debido a un cáncer de colon que venía arrastrando desde algunos años atrás.
Sin embargo, el cantante español se fue no sin antes dejarnos un disco en el que dejaba corazón, voz, cariño, enseñanza y vida. Tragas o Escupes fue su última obra maestra, su último canto. En él dejaba ver lo que dijo en su última entrevista ofrecida: "el tiempo te hace muy feliz cuando lo gozas".
En este último disco, Jarabe de Palo hace un llamado a la vida; Pau agradeció a sus doctores que lo cuidaron y lo hizo como él mejor lo sabía hacer: con una canción.
La canción que Pau Donés dedicó a sus doctores
"Ángeles que entran y salen, a gran velocidad
Corriendo en los pasillos del viejo hospital
Ángeles cansados, pero osada valentía
Dejándose la vida para que otros estén bien".
Así arranca la canción, una canción en la que Pau más que despedirse, agradece cada momento, cada segundo que sus doctores y enfermeras le brindaron. Aquellas personas que significan esperanza, lucha, amigos y hasta ángeles, como dice la canción.
Y es que a la par que cuidaban del cantante, miles y miles de trabajadores de la salud se sacrificaban para que las vidas que el covid 19 intentaba arrebatar fueran menos.
Y aunque las escrituras, cuentos o historias fantásticas pinten de una manera a esos seres celestiales, hay que recordar que aquí y que hoy: "los ángeles no tienen alas, ni lazos, ni rizos dorados. Los ángeles visten de blanco".
DAG