Peces Raros, un dúo musical que no deja de transformarse

En el albor de Peces Raros, Lucio y Marco, sus integrantes, se dieron cuenta que tenían posturas musicales opuestas, pero afortunadamente sus ganas de crear imperaron y siguieron con el proyecto hasta que esas diferencias se volvieron “lo que más nos unió”.

“Teníamos visiones e influencias muy diferentes de cómo tenía que ser la música”, rememora Marco en entrevista con MILENIO. “Eso fue primero lo que no nos unía, no quería ir a ensayar con él porque no me gustaba eso, pero después nos retroalimentamos: yo absorbí su forma de hacer canciones, sus influencias más folk, y el absorbió las cosas más experimentales de electrónica que me gustaban a mí, y eso nos dio una combinación interesante”, agrega.

El dúo argentino define su sonido como “electrónica asediada por el fantasma del rock”. Pero, ¿qué motiva esta experiencia sonora? El músico responde que “tenemos una intención de estar siempre poniéndonos desafíos estéticos, no quedarnos nunca quietos y siempre buscar amplificar la propuesta sin perder lo que consideramos es la esencia, que ni siquiera sabemos qué es… Termina siendo lo que subyace en un camino de transformación, sentimos que todos nuestros discos son diferentes entre sí porque es nuestra intención no quedarnos quietos”.

“El único axioma que tenemos, el único norte, es no quedarnos quietos y seguir buscando que nuestra propuesta tenga una expresión aún más… buscar la síntesis justa, lo más accesible y posible sin que por eso se vuelva simplista”, agrega.

Cerca, Cicuta y No van a parar son temas que se han convertido en los más escuchados de Peces Raros en plataformas virtuales como Spotify, donde presumen más de 175 mil oyentes mensuales.

Respecto a este impacto en los escuchas, Marco señala que a veces siente “vértigo”, sobre todo cuando “nos llegan mensajes, muy fuertes a veces, de gente que tal disco o tal canción fue significativa en un momento específico, depositan algo fuerte en algunas canciones, hay gente que se tatúa el logo”.

Esto los dota de una responsabilidad con sus fans, pero no los limita, acentúa el creativo, pues “nosotros hacemos la música que nos gusta hacer, que nos representa siempre, tratamos de ser abiertos y flexibles a crecer, abrir la propuesta sin traicionarnos jamás. Somos firmes en eso”.

Marco también comparte su postura ante el ritmo de consumo actual en la industria musical, que no deja de acelerar: “Para nosotros es difícil porque hay muchas cosas que no se conducen con nuestra forma de comunicación, de producción, con la forma que a nosotros nos gusta pensar la música: a nosotros nos apasiona hacer discos, nos gusta pensar en obras conceptuales que no son solo el cúmulo de canciones”.

“Los discos que me gustan los escucho siempre y no se agotan. Entonces, como nos gusta escuchar eso, pretendemos generar ese vínculo con el oyente, y proponemos eso que sin duda va en contra de las formas imperantes del mercado de hoy, que es estar constantemente sacando cosas para cada par de meses, se trabaja más sobre el sencillo que sobre el disco”, complementa.

Por último, el integrante de la banda que tomó su nombre de una cación de Radiohead (Weird fishes), recuerda cómo ocurrió la colaboración con el rapero Tueno para el tema Cicuta.

"Es una historia de genuino interés artístico en tiempos de mucha colaboración, tal vez como estrategia de mercado, que no es hablar de manera negativa, es muy útil para potenciar audiencias. Trueno es un artista que era muy difícil imaginar una colaboración que funcione porque son propuestas muy diferentes con pocos a vértices en común, pero él y su equipo estaban muy entusiasmados con Cicuta, y vio una veta posible para encontrar una expresión suya arriba de ese tipo de sonoridad. Nos pareció curioso, le mandamos las pistas y nos mandó un montón de ideas muy melodicas, muy distinto a lo que esperabamos, lo cual nos encantó. Luego, nos juntamos en estudio, hicimos un par de sesiones, todo fluyó. Una unión de músicos inquietos".

hc