La velada de Porter en el Teatro Diana, ayer, comenzó temprano y quienes decidieron madrugar disfrutaron desde las 19:50 horas de dos agrupaciones abridoras, primero Ramona y después Drims, que no alejadas del sonido de Porter tuvieron buena recepción.
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Las cortinas se abrieron para develar la escenografía, que fue precedido por una narración curiosa, que anunciaba a "los hombres máquina" haciendo alusión a la canción del mismo nombre con la cual abrieron el show. Hubo una pantalla en la parte superior, un par de tarimas con la batería y un teclado y al frente dos teclados a los extremos y percusiones en unos rectángulos verticales con luz interior. Los músicos tocaban tanto teclados como guitarras y bajo según lo exigía el tema. Continuaron con grandes favoritos al presentar enseguida "Chesko", acompañado también de un poco de humo y efectos con los reflectores.
En "Cuervos" descubrimos que en el piso al borde de las tarimas tenían luces en sus estructuras además de ser uno de los más coreados. En general adicional a la música, Porter entregó un espectáculo visual en sincronía con su propuesta, lo cual potenció aún más su presencia en el escenario.
"Himno eterno" hizo honor a su nombre y las voces de todos los asistentes se unieron a esta canción con un toque de nostalgia y el contraste con riffs poderosos al cierre de la melodía. "Celebremos nuestra vida hoy que aquí seguimos" proclamaron antes de interpretar su siguiente canción que ya tenía de pie a gran parte del recinto y moviendo sus cuerpos al unísono. Desde el primer acorde los seguidores reconocían las canciones y gritaban antes de añadirse al coro como sucedió en "¿Qué es el amor?" que fue enmarcado por tonos azules en su iluminación como el diseño que decoró el fondo del escenario. "Cuxillo" terminó por poner de pie a todos y el ritmo contagioso los puso a bailar desde el comienzo y en escena una cabeza gigante colgaba sobre los músicos. En "Bandera" apareció otra parte del cuerpo de la figura, el resto de su cuerpo inclinado. "M bosque" le siguió y después "Cuando lloro" para que después las cortinas ocultaran de nuevo el escenario por unos minutos y entretanto la gente comentaba, aprovechó para ir por otra bebida o revisar sus redes sociales. Pero en cuanto se abrió de nuevo la atención volvió a ellos sin problema al entonar "Palapa".
"Estar con ustedes es un poco abrumador pero un sueño hecho realidad", proclamaron antes de "Espiral". "Pájaros" y "La China" continuaron la euforia esa noche, sobre todo la segunda que provocó singular alegría en cuanto el primer acorde se escuchó y recibió aplausos efusivos y el grito de "Oe oe oe oe Porter Porter". "Huitzil" siguió la fiesta y mantuvo firme la noche, una cita con Guadalajara en donde la propuesta musical y visual se conjugaron para volverla memorable con la suma de una audiencia entregada.
SRN