Ricky Martín es contundente cuando dice: “No cambiaría nada de lo que he vivido”, porque todo ha tenido un porqué, aunque echando una mirada a la doble vida, la profesional y la personal, que forman parte de su historia, reconoce que no todo ha sido fácil, pero que gracias a que nunca ha olvidado al niño que lleva dentro ha podido salir de varios tropiezos y ha tomado la música como herramienta para entretener y hacer activismo.
“¿Qué con qué me quedó de todo esto (su historia)? Con los gratos recuerdos. Entré a Menudo en 1984, me monto a un avión y viajamos a Brasil, y de repente nos dan un título de Embajadores de Buena Voluntad de la Unicef; apenas tres semanas antes yo estaba corriendo bicicleta en mi casa, yendo al colegio que estaba a dos cuadras. Iba a la iglesia que estaba dentro de mi colegio. Mi mundo era muy pequeño. Y de momento estaba intercambiando ideas con niños que tenían realidades muy diferentes a la mía, niños que vivían en las favelas, niños que eran obligados a entrar al narcotráfico. Y para mí era un juego, porque éramos niños”, responde el boricua a la interrogante de MILENIO.
“Pasan los años y me voy a India porque un amigo estaba construyendo un orfanato y en ese tiempo estaba muy obsesionado con ese país… claro, la música siempre ha estado ahí, ha sido la excusa para llegar y poder crear o tener este tipo de conversaciones, para sentarme a la mesa con gobernantes y defender las causas”, añade.
“Entonces, lo que quiero decir es que lo volvería a hacer todo. Aunque con 12 años era muy difícil estar fuera de casa, las comunicaciones eran muy complicadas, llamar a la operadora para pedir una llamada por cobrar y que mi mamá a veces no contestara porque no era el horario en que estaba en casa. Fueron tiempos, muchos, de llanto. Debo agradecer que siempre tuve el apoyo de mis padres, de no haberlo tenido me hubiera frustrado”.
Antes de seguir lleva su mano a la bolsa del pantalón para sacar su celular y mostrar la foto que lleva como identificación.
“Volviendo a tu pregunta, me quedo con el niño que llevo dentro de mí, porque cuando me olvido de él tengo muchos problemas, y te voy a dar un ejemplo. Este soy yo, porque dentro de mi análisis (que hizo durante la pandemia para superar la ansiedad y tener control en su casa para que sus peques no entrarán en pánico por el encierro) vi que nunca te puedes olvidar de esa criatura, porque ahí es cuando entran los problemas”.
El salón del piso ejecutivo del Hotel Sofitel es el marco de la reunión entre el cantante y la prensa. Ocho reporteros, siete mujeres y un hombre que, frente a él, no pierden detalle de sus frases y gestos y se admiran con la foto del pequeño Ricky que comparte.
Él sigue concentrado en las interrogantes y responde a todas, no pone límites, ni siquiera cuando acepta: “Tengo 50 años y nunca me ha gustado verme más chico de lo que soy, lo que sí es que me gusta verme bien a la edad que tenga”.
Destaca que el rol de la música en su vida además de permitirle ser activista también reina en su casa, por lo que por el momento la prefiere como herramienta a probar suerte en la política.
“Me lo he planteado varias veces (incursionar en la política), pero creo que con la música puedo hacer más; no voy a decir que no, porque a lo mejor en cinco años me da por hacerlo, pero lo que he podido hacer con la música: el poder de convocatoria que me da es muy importante, y también lo es mi fundación, porque he podido conocer grandes líderes, llevar mi mensaje a mesas en las que sé que quien está ahí sentado crea leyes y las refuerza; entonces, seguiremos haciendo música para crear impacto”.
E incluso, refiere que, aunque en sus conciertos “siempre le digo al público que se olvide de sus problemas, que venga con su energía para divertirse”; para su próxima gira en México, que inicia el 8 de marzo en el Foro Sol, no podrá estar al margen de los hechos en Ucrania.
“Con algo tan descarado que está pasando, me voy a tomar un momento para que el público de manera consciente pueda soltar un poco de amor y activar un pensamiento positivo ante lo que está sucediendo. A veces como mecanismo de defensa, ni siquiera queremos leer lo que está pasando o pasamos el canal, pero lo que está pasando es muy serio y nos afecta a todos. Así que hay que hablar de la paz, de la salud mental”.
En breve propondrá el concepto de música inmersiva que creó “con mi socio Jayson Joshua, durante la pandemia; ayudará a quien padece depresión, ansiedad e incluso autismo”, pues el confinamiento le permitió profundizar en el tema.
Además el confinamiento también le dio tiempo de revalorar a su familia y de reencontrarse con la riqueza de las cosas simples que disfruta como “como quedarse bajo las sábanas hasta tarde, caminar temprano, a las 6 de la mañana y en silencio por la playa, comer papas fritas o unas buenas quesadillas”, concluyó el cantante después de 35 minutos de charla. Aunque Ricky se dio tiempo de posar para la foto con los reporteros e incluso propuso “que sean selfis” y él mismo tomó los celulares de los reporteros para tomar las imágenes.
Frases
“En la música puedo hacer más, no voy a decir que no, porque a lo mejor en cinco años me da por incursionar en la política”
“He podido conocer grandes líderes, llevar mi mensaje a mesas en las que sé que quien está ahí sentado crea leyes”.
caov