Rosalía es su cantante española preferida y le gustaría colaborar con ella, confiesa RM, pero el líder de BTS, la banda de k-pop más famosa, no puede plantearse proyectos de futuro porque pronto hará el servicio militar obligatorio en Corea del Sur, un parón en su meteórica carrera musical que le ha sumido en el “caos”.
En una entrevista con EFE en Barcelona, el cantante surcoreano reconoce que está pasando por “un momento duro a nivel humano” porque, tras diez años de actividad frenética con su banda, el servicio militar les ha obligado a detenerlo todo.
Pero Kim Nam-joon, más conocido por su nombre artístico RM, quiere ser positivo y afirma que esta circunstancia le “puede resultar beneficiosa como artista”, porque “algunas grandes obras nacen en momentos personalmente caóticos”.
En cuanto a Rosalía, RM dijo que la española es una estrella muy famosa y muy influyente y que le gustaría realizar una colaboración con ella.
"A todos los miembros de BTS les gusta muchísimo y la respetan mucho". Cuestionado sobre si le gustaría colaborar con ella, Kim Nam-joon contestó sin dudas: "Si ella quiere, yo también quiero".
Indigo, su primer álbum como solista
Tras publicar a finales del pasado año su álbum más personal, Indigo, y en busca de inspiración para un segundo disco en solitario, RM ha viajado esta semana por primera vez a España, país en el que la boyband no ha actuado nunca.
Su gira mundial de 2020, con la que querían llegar a los pocos rincones del mundo que todavía no habían pisado, se anuló por la pandemia.
“He elegido España para viajar con mi familia porque tengo amigos que no son famosos que me han dicho que es un gran lugar”, revela.
“Quería ver obras de Goya, Velázquez y Picasso para inspirarme y he ido al Prado y otros museos”, ha añadido durante su visita a Barcelona, donde ha llegado tras pasar por Madrid y Bilbao, y donde ha quedado impresionado por la Sagrada Familia de Gaudí.
En Corea del Sur es obligatorio hacer un servicio militar de 18 meses antes de cumplir 30 años y el mayor de los miembros de BTS, Jin, ya ha se ha alistado, como le ocurrirá al resto en los próximos meses.
Esto ha provocado la disolución temporal de la formación en su momento álgido, inactividad que RM ha aprovechado para publicar Indigo, un primer disco en solitario en el que se libera de las estrictas reglas que conllevar ser el principal abanderado del‘k-pop y busca su propia identidad.
“Después de diez años como miembro de BTS, no sabía quién era y quería saberlo -asegura-. Yo empecé siendo un adolescente rapero, luego llegó BTS y todo fue muy intenso, y ahora que el grupo está inactivo he vuelto a pensar en los inicios y las causas reales por las que entré en BTS”.
Esta reflexión le ha llevado a preguntarse por el sentido de una carrera musical siempre al dictado de las modas.
“El k-pop y el k-drama están de monda -señala-, de manera, que irónicamente, yo estoy en centro de la tendencia en un momento en el que siento la necesidad de salir de esa influencia y tener tiempo para pensar y crear con una mirada más atemporal”.
El primer resultado de esta reflexión es Indigo, un disco plagado de colaboraciones estelares que transita por el hip-hop, el neo-soul, el r&b, el folk, la electrónica y el pop urbano, y en el que asegura que no se reconoce en el personaje que han creado las redes sociales y la fama.
Orgulloso de ser un “embajador” de la cultura coreana
Pero no reniega de todo, está orgulloso de que muchas personas hayan entrado en contacto con la cultura coreana gracias a su música y se siente con la responsabilidad de “marcar un buen camino para que quien lo siga esté cómodo en él”.
“Yo he entrado en la cultura española a través de Velázquez, Goya, Picasso y Gaudí. He venido a España por mi amor por su obra y, si alguien entra en la cultura de mi país a través de mi canciones, es un honor que me hace feliz”, afirma.
Tampoco reniega de la capacidad de influencia que le otorga el hecho de ser famoso y que le ha llevado a hablar de racismo en la Casa Blanca o de cambio climático en la ONU.
“Como persona influyente que soy me preocupa mucho cómo puedo ayudar a mejorar las cosas, en un momento delicado como el actual, en el que tenemos amenazas graves, como el cambio climático o la guerra en Ucrania“, argumenta.
Una influencia que puede perder si el parón obligado de dos años apea a BTS de la zona alta del competitivo mercado global de música comercial.
“Cuando eres famosos, mantenerse arriba es muy difícil -reconoce-, pero creo que BTS lo conseguirá. Volverá a reunirse cuando acabemos el servicio militar y buscaremos nuevas sinergias entre nosotros para entrar en una segunda etapa. Aunque, de todos modos, nada es eterno”.
PJG