Sigma Project, el cuarteto de saxofones español, ha realizado siete giras por México desde 2012, donde ha estrenado una docena de obras encargadas a compositores mexicanos para crear un repertorio de ese instrumento “sin pasado” que sea “clásico en el futuro”, como afirma Josetxo Silguero, uno de sus integrantes junto con Andrés Gomis, Ángel Soria y Alberto Chaves.
Desde España, comenta vía telefónica que en México su agrupación ha sido acogida con mucho cariño y ha podido desarrollar un trabajo de investigación con compositores mexicanos dentro del país, pero sobre todo con aquellos que ya gozan de prestigio y reconocimiento en Europa.
“Hemos estrenado como 12 o 13 obras, que esperamos consolidar en un disco de compositores mexicanos para que todo este nuevo repertorio quede documentado y pueda ser una especie de legado para la cultura musical de México”, anticipa Silguero.
Enumera músicos a los que han encargado obras, varios de ellos viven fuera del país: Georgina Derbez, Arturo Fuentes (Alemania-Austria), Samuel Cedillo, Aleyda Moreno, Javier Torres-Maldonado (Italia), Iván Naranjo, Hilda Paredes (Inglaterra), Sergio Luque (España), José Luis Hurtado (EU), Hebert Vázquez, Ignacio Baca Lobera y Víctor Ibarra (Francia-Guanajuato).
¿Qué les atrae de los compositores mexicanos?
A nivel estético, dentro del universo musical mexicano son planetas independientes, cada uno tiene su propia estética y discurso musical, no hay una característica común. Pero sí podemos encontrar una gran conexión, una gran energía en sus obras, una gran curiosidad por descubrir a este cuarteto de saxofones, un instrumento para el que ninguno se había imaginado escribir. Y a través del contacto humano, técnico, de materiales hay una gran conexión y necesidad de escribir para este ensemble. Hemos llegado a hacer muy buenos amigos, más allá del componente musical, y a tener una recepción tan calurosa que no encontramos en Europa. Quizás sea ese componente latino de hermanamiento el que haya influido en el aspecto musical.
Al saxofón se le vincula al jazz, no a la música clásica o a la contemporánea.
Exacto. A nivel del público de masas su imagen asociada es el jazz y también al rock. El inventor, Adolphe Sax, él sí que lo concibió para ser integrado en las orquestas sinfónicas, pero, por la estructura que tenía ya la orquesta sinfónica a mediados del siglo XIX, no cuajó en ese campo, pero sí en las bandas militares. Su auge mundial fue a partir de los años 20 del siglo pasado, cuando el jazz lo adoptó como instrumento principal. A partir de la segunda mitad del siglo XX y sobre todo en el XXI, sí que es más desarrollado en ese campo de investigación de la música contemporánea en Europa y ha tenido una penetración, en compositores actuales, porque han visto que el saxofón es un instrumento nuevo para bien o para mal. El saxofón no tiene pasado, carece de historicismos musicales, quizás esa es una cualidad que le hace ser totalmente actual, contemporáneo, moderno, reivindicador, revolucionario.
Según el músico vasco, desde su fundación en 2008, Sigma Project ha realizado un trabajo de investigación para desarrollar al máximo nivel música de cámara con los mejores compositores que puedan encontrar en el mundo, con el fin de elevar el cuarteto de saxofones al mismo rango de importancia y creatividad que tuvo el cuarteto de cuerdas en los siglos XIX y XX.
“Una de las máximas que reivindicamos en Sigma Project es que el cuarteto de saxofones pueda ser la agrupación de cámara revolucionaria del siglo XXI”, expone Josetxo Silguero.
Dice que el saxofón no tiene pasado, pero ustedes al encargar obras le dan mucho futuro.
No tiene pasado en el sentido de que fue un instrumento creado en 1845 pero no tenemos la suerte de que compositores de la talla de Bach, Beethoven, Mozart o Haydn hayan escrito para saxofón. Pero esa cualidad de no tener pasado también nos hace ser muy aventureros, muy punta de lanza para hacer un instrumento rabiosamente de actualidad. Y sí, exactamente, estamos creando música para saxofón que será clásica para el futuro. Esa sería la visión.
¿Cuántas obras han encargado ustedes para el instrumento?
Tenemos un listado de aproximadamente de 55 y 60 partituras nuevas creadas a partir de 2008. Hay unas 12 o 13 de compositores mexicanos desde 2102. Hemos trabajado, cerrado ya hasta el 2020, con compositores de España, Inglaterra, Italia, Francia, Chile, Argentina, Colombia. Y estamos en un ranking de unos 150 y 160 conciertos repartidos en Europa y Latinoamericana.
En su séptima gira, en colaboración con el Centro de Experimentación y Producción de Música Contemporánea (Cepromusic), se presentará el jueves 17 de octubre en el Festival Vértice Experimentación y Vanguardia, en la sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario, donde estrenará Personae III, de Baca Lobera. El 18, dará concierto “pedagógico” en el XVIII Encuentro Universitario Internacional de Saxofón, en la Facultad de Música de la UNAM.
El sábado 19 Sigma Project volverá a “su segunda casa” para ofrecer en la sala Manuel M. Ponce un programa dentro de la conmemoración del 85 aniversario del Palacio de Bellas Artes, con música medieval, prebarroca, de John Cage, Cole Porter y, en una segunda parte, cerrar con las Danzas Sinfónicas de West Side Story, de Leonard Bernstein, con la violinista Ana Göckel.
El domingo 20, con la orquesta de Cepromusic y Göckel, estrenará en el auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), Los nueve infiernos del Mictlán, de Víctor Ibarra.
lnb