A diferencia de Charlie Brooker y su visión fatalista y apocalíptica de la tecnología en la serie Black Mirror, para Thalía, ese reflejo salido de su celular cuando se encuentra apagado, es una oportunidad para llevar alegría a sus fanáticos con sus ocurrencias. Con una sonrisa perfecta, asume que siempre ha sido un “meme humano”, ya que desde los tiempos de Amarillo azul (1990) cuando inspirada en el flower power vestía con tops llenos de flores, recuerda que: “Había piñatas. Había piñatas también de María Mercedes con el vestido rojo”. A Thalía la tecnología la ha cambiado.
“Es una pantalla que a mí me encanta, esa pantallita negra que todos cargamos en la mano y que ya es una extensión nuestra. Yo soy muy ermitaña, a pesar de que tengo mis amigas, mi gente, pero en mí día a día soy una persona que estoy con mis hijos, con mi marido, soy muy ermitaña. Pero, para mí, saber que detrás de esa pantalla hay gente que también está en una frecuencia alocada, traviesa, divertida como yo, me emociona”, dijo la cantante en la presentación a medios de su disco Valiente celebrada en Ciudad de México.
No todos comparten el sentido del humor de la cantante. Muchos comentarios en las redes sociales critican su comportamiento debido a su edad. Figuras como Madonna o Cher han criticado duramente lo cruel que la industria de la música es con las mujeres respecto a lo que deben de hacer o no a cierta edad. Thalía simplemente ha practicado para enfocarse en lo positivo.
“Me he entrenado a ver las cosas de cierta forma. No leo las cosas negativas, porque mis ojos están entrenados para ver los corazoncitos, las estrellitas, los arcoíris, la palabra amor, música, amigos, vida; eso es lo que mis ojos ven, yo no puedo ver las cosas que no me siembran”, expresó la también empresaria, que aprovechó para presentar una línea de ropa con su nombre: Thalía Sodi. La intérprete de “No me acuerdo” ha tenido la capacidad para adaptarse al ritmo actual en la industria del entretenimiento, ya sea en imagen con sus famosas instastories o en sonido, alineándose al género urbano. Para esta nueva propuesta, ha hecho equipo con Nati Natasha, Lali, Gente de Zona, Ana Mena o El micha, nombres que van cobrando fuerza en ese espacio musical.
“Hay muchos sonidos y colaboraciones de distintos músicos que inyectaron su esencia desde lugares como Colombia, Miami, Cuba, Nueva York, España, Argentina. Me encanta colaborar con distintos géneros. Si ven mi discografía me he aventado desde rap, banda, salsa, bachata, jazz en el dueto con Tony Bennett o con Michael Bublé y me gusta navegar esos sonidos pero sin perder mi esencia”, recordó Thalía. “Nos vemos en las redes sociales”, fue la frase con la que la cantante se despidió en su encuentro con la prensa, afirmando que esa será la ventana por la cual seguirá mostrando sus proyectos e inquietudes, con el estilo desenfadado que la caracteriza y que para sorpresa de todos, rompió internet.
“Estoy uniéndome con gente que ve la vida del mismo color que yo la veo, que también va contracorriente, que también perdió un tornillo en alguna parte de la vida y que es feliz y que le vale un comino lo que digan y eso para mí es un ejemplo de que hay que ser uno y no cambies para que te acepten. Muchos años hemos cambiado para que nos acepten, es momento de preguntarte ¿Qué quiero? ¿Qué soy yo?”, concluyó Thalía.
Su nuevo álbum, Valiente, se compone de 12 temas, con el bonus track “Me oyen, me escuchan".
Consiente a sus fans
Thalía convivió con sus seguidores como parte de la promoción de su nuevo álbum, se reunió con 3 mil 500 fans en Plaza Cuicuilco, donde los llamó a ser positivos “porque en la vida todo se puede lograr”. Cerca de mil personas pudieron pasar a tomarse una fotografía a su lado; para todos hubo un póster autografiado. Si bien la convivencia con cada una era veloz, hubo casos especiales en los que se detuvo, por ejemplo, al ayudar a dos jóvenes con su propuesta de matrimonio. “El amor es lo único que tenemos y el amor a la mexicana es el mejor”, les dijo. Sus admiradores la vinieron a ver desde Guadalajara, Monterrey, Puebla y varios estados más, incluso con banderas de otros países de Latinoamérica.