El anuncio del reencuentro de Oasis, los cuales darán una gira por Inglaterra e Irlanda en el 2025, provocó que los seguidores de la banda de rock más influyente de los años 90, se apresurarán a conseguir los boletos para ver quizá por última vez a la agrupación en los escenarios.
Sin embargo, la alta demanda provocó que varios quedaran sin boletos, pero no sólo la afluencia causó esto, sino también una alza en los precios de las entradas, mientras los fanáticos se encontraban en la fila en línea esperando comprarlas.
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Precios aumentaron
Según se ha informado por varios usuarios de redes sociales, la situación que se vivió al estar dentro de la plataforma fue complicada, pues algunos seguidores abandonaron sus compras después de haber pasado largas horas tratando de acceder después de que los precios ascendieran hasta las 200 libras esterlinas cuando ellos se encontraban en fila. Este hecho orilló a miles a comprar entradas en sitios de reventa, con una diferencia de precio abismal.
La ministra de cultura del Reino Unido, Lisa Nandy, quien habló para la BBC, comentó que planea poner fin a las reventas que suponen una estafa, asegurando que es deprimente ver que éstas no se hayan vendido a precios justos.
El mismo medio británico informó que una de las colegas de Nandy, la ministra de Trabajo Lucy Powell, fue una de las personas que terminó gastándose más del doble del costo estipulado, debido a los precios dinámicos.
Ticketmaster bajo investigación
La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido ha abierto formalmente una investigación sobre el cumplimiento de Ticketmaster con la Ley de protección al consumidor en relación con la venta de las entradas para la gira de Oasis. La CMA anunció a través de un comunicado que el órgano está bajo indagación:
“Ticketmaster ha participado en prácticas comerciales desleales que están prohibidas por las Regulaciones de Protección del Consumidor contra Prácticas Comerciales Desleales de 2008. Se proporcionó a las personas información clara y oportuna para explicarles que las entradas podrían estar sujetas a los llamados 'precios dinámicos', con precios que cambiaban según la demanda, y cómo funcionaría esto, incluido el precio que pagarían por las entradas compradas”; y si “se presionó a las personas para que compraran entradas en un corto período de tiempo, a un precio más alto del que entendían que tendrían que pagar, lo que potencialmente afectó sus decisiones de compra”.
La instancia correspondiente se encargará de indagar y comprometerse con Ticketmaster, reunirá pruebas para considerar si cree que la plataforma ha infringido la Ley protección al consumidor.