Los incansables Tigres del Norte volvieron al escenario de Ciudad de México tras la pandemia y en poco más de tres horas derrocharon en el escenario la pasión contenida por el confinamiento.
En la primera reunión de las tres que tendrán con sus fans en el Auditorio Nacional armaron una gran fiesta, donde hubo de todo, canto, baile, suspiros, estreno y hasta mariachi para rendir homenaje a Vicente Fernández.
Los sinaloenses se apoyaron en sus clásicos como "La reina del Sur", "Porque no pude enamorarme más", "Quiero volar contigo", "Ni parientes somos" y "Allá en la mesa del rincón" para poner ambiente a la reunión, como había prometido Jorge: "Está noche venimos a complacerlos con sus canciones, después de la pandemia estamos felices de estar nuevamente con ustedes".
Entonces el quinteto de Rosa Morada, Mocorito Sinaloa presentó "La reunión", tema que en las voces de Jorge y Hernán también da nombre a su nuevo disco.
Y al escuchar la aceptación a la canción, que se materializó en una ovación, Jorge volvió a dirigirse a esas 10 mil almas que gozaban al igual que los anfitriones.
"Gracias, gracias por venir a vernos", dijo el mayor de los Hernández.
El ir y venir de Los Tigres, a lo largo del escenario, se repetía a cada interpretación, lo hicieron cuando llegó "Contrabando y traición", "La camioneta gris" y "Pacas de a kilo"; al tiempo que lucían su habilidad musical. Jorge con su acordeón, Hernán con la guitarra y el bajo, Eduardo con el saxofón, guitarra y acordeón, Luis con la guitarra y Óscar dominando la batería.
Niños, jóvenes, adultos, maduros y adultos gozaron de la fiesta que se reproducía en las sofisticadas pantallas del Auditorio Nacional. Todos, más allá de las clases sociales que se combinaron en la velada, disfrutando cada escena que se complementó con el juego de luces o imágenes que la tecnología permitía.
Homenaje a Vicente Fernández
A las 10 de la noche, casi 70 minutos después de haber iniciado la reunión, Jorge anunció: "Ahora recibimos al mariachi Águila de México".
El son de "La negra" y la bandera tricolor que se reproducía en las pantallas encendió el ánimo de la concurrencia, que se sorprendió con la habilidad del floreador que completaba la estampa mexicana, dónde también reinaba el ballet folclórico "Está es mi tierra".
Con "La Ley del monte", en la voz de Hernán, inició el tributo a Vicente Fernández.
"Todos los aplausos que nos están dando van directo para él en el cielo", dijo Jorge tras explicar que el repertorio que interpretarían con mariachi forma parte del disco que grabaron en honor al Charro de Huentitán y que por la pandemia no pudieron promocionar.
"De qué manera te olvidó", en la voz de Eduardo; "Por tu maldito amor" en la de Jorge; y "Hermoso cariño" con Luis y Eduardo provocaron la euforia en la sala, antes de que Jorge y Hernán interpretarán "Un consentido de Dios"; "la canción que le hicimos a don Vicente Fernández", enfatizó Jorge.
Con "Mujeres divinas" de Martín Urieta concluyó el homenaje pero no la fiesta de Los Tigres del Norte que aprovecharon la proyección de "Me falta un pecado", interpretado por Luis. "El vídeo que estamos estrenando hoy internacionalmente", informó Jorge, para salir de la sala y volver con otro vestuario color negro y vino que proyectaba la personalidad de cada uno.
El ambiente norteño volvió entonces con "La puerta negra" en voz de Hernán, pero también se escucharon otros clásicos como "Golpes en el corazón", "La jaula de oro", "Pedro y Pablo" y "Señor locutor", está última en la que Jorge, Hernán y Eduardo recrean la historia que interpretan.
En medio de la emoción que reinaba en la sala, los Hernández volvieron aprovechar para interpretar otra novedad de su repertorio "La rutina", en voz de Hernán.
Con "Rosita de olivo", "La yaquesita" y "La dieta", entre otras, complacieron las peticiones de sus fans que Luis leía entre canción y canción.
Antes de seguir con "América", Jorge anunció el final al agradecer: "que esta noche nos hayan acompañado. Gracias por su cariño, de sus amigos, Los Tigres del Norte".
Pero el "otra, otra, otra", no los dejó ir y con la misma energía que iniciaron, siguieron la fiesta con "Unidos para siempre" y "La fantasía", antes de despedirse definitivamente con "Somos más americanos", cuando el reloj casi marcaba la medianoche.