Buena Vista Social Club, a 25 años de buenos ritmos

Edición de Fin de Semana

Para conmemorar el cuarto de siglo del disco, se lanzó una edición conmemorativa remasterizada y un material con canciones inéditas

Buena Vista Social Club a 25 años de su disco | Especial
México /

En 1996, el productor británico Nick Gold viajó a La Habana para grabar un disco con músicos cubanos y malienses que sería producido por el guitarrista estadunidense Ry Cooder. Un problema de visados impidió la llegada de los músicos de Malí, lo que lo obligó a cambiar el proyecto.

Con la colaboración del músico y productor cubano Juan de Marcos, reunieron a un grupo de músicos veteranos, entre los que figuraban algunos que ya no estaban activos. Las sesiones grabadas en los legendarios estudios EGREM dieron origen al disco Buena Vista Social Club (World Circuit, 1997) que de inmediato se convirtió en un éxito; desde entonces ha vendido millones de copias en todo el mundo.

El álbum permitió salir de su retiro a músicos como el cantante Ibrahim Ferrer y el pianista Rubén González, e impulsó las carreras de otros que ya tenían presencia internacional, como los cantantes Omara Portuondo y Compay Segundo.


Para conmemorar los 25 años de Buena Vista Social Club, recientemente se lanzó una edición conmemorativa. Además del álbum original remasterizado, incluye un disco con canciones inéditas, remezclas y tomas alternas, así como un folleto con nuevas notas, fotografías y las letras de las canciones.

Para rememorar este proyecto sui géneris, Mary Farquharson, copropietaria de Discos Corasón y fundadora, junto con Anne Hunt, de World Circuit, sello discográfico independiente al que después se unió Nick Gold, convocó a algunos periodistas para charlar con él.


Gold aseguró que hasta la fecha no puede explicarse por qué una grabación de música tradicional cubana interpretada por un grupo de músicos veteranos y lanzada por un sello independiente alcanzó un éxito global, aunque tenía la sensación de que era algo único.

“Esa sesión nunca se me ha olvidado porque fue una semana poderosa: ver a estos artistas sorprendentes creando un hermoso material con un gran sentido de responsabilidad —expresó Gold—. Yo pensaba: algo está pasando aquí y debo asegurarme de que lo grabemos”.

En la grabación hubo problemas técnicos que resultaron benéficos, ¿no es así?

La primera semana pasamos cinco o seis días grabando el disco del grupo Afro-Cuban All Stars de Juan de Marcos y al día siguiente llegó Ray y empezamos a trabajar en lo que sería Buena Vista Social Club. Teníamos a muchos músicos en el estudio y de repente la grabadora se descompuso. De pronto vi una máquina desarmada en el piso y casi me puse a llorar. Eduardo Llerenas —productor copropietario de Discos Corasón— vino al rescate, pues hizo que trajeran de México las piezas que faltaban.


¿Qué ocurrió en el ínterin?

Era horrible ver esta sala llena de músicos y no poder grabarlos, pero por otro lado eso contribuyó a bajar la presión. Estos maravillosos músicos, muchos de los cuales no se conocían, empezaron a tocar juntos en pequeños grupos. Caminabas hacia el piano y Rubén estaba tocando, dabas unos pasos y Eliades Ochoa estaba cantando algo, lo mismo que Compay Segundo. Todos empezaron a tocar las canciones que amaban. Antes de entrar al estudio habíamos trabajado mucho en el repertorio para el proyecto de colaboración con los músicos africanos, creo que solo dos canciones sobrevivieron, porque los músicos hicieron mejores propuestas.

¿Qué nos dice de Compay Segundo?

Era como tener a Louis Armstrong en la sesión. Conocía las mejores canciones, y también la mejor manera de tocarlas porque había vivido por siempre (entonces tenía 88 años). Si alguien cometía un error, con su voz grave decía: “¡Incorrecto, incorrecto!”. Y no estaba bromeando, sabía cómo hacer que la música funcionara.


¿Cómo fue la inesperada participación de Ibrahim Ferrer?

De Marco tardó un poco en persuadirlo porque decía: “Ya tuve suficiente con la música, no me interesa”, tiempo después estaba en el estudio. En cuanto lo vieron, los músicos empezaron a tocar “Candela” porque sabían que conocía esta canción y fue su manera de darle la bienvenida. Ibrahim empezó a cantar y nos quedamos con la boca abierta porque era sorprendente cómo podía hacer ese ritmo rápido e improvisar los versos. También era un cantante de bolero increíble: las primeras notas que cantó de “Dos gardenias” nos dejaron sin aliento a todos.

¿En qué momento contaron con la participación de Omara Portuondo?

Ry la conocía por unas sesiones de grabación semanas atrás con los Chieftains y también Juan de Marcos. Le pidieron que subiera y ella no quería. “No puedo trabajar con ustedes hoy, mañana me voy a Vietnam”, dijo, pero fue persuadida de hacerlo. Una media hora después de entrar en el estudio estaba sentada junto a Compay cantando “Veinte años”, todo fue increíblemente hermoso: podía oírse caer un alfiler. Omara cantó luego “Lágrimas negras”, se marchó y al día siguiente se fue de gira.


¿Cómo fue posible hacer el disco Presentando a Rubén González con un pianista que ya estaba retirado, enfermo y sin acceso a un instrumento?

Fue uno de los primeros músicos que conocí. No tenía piano, pero Juan de Marcos solía verlo atravesar La Habana diario a casa de un amigo que sí tenía. Cuando lo vimos para las sesiones de Afro-Cuban All Stars tocaba y tocaba todo el día. Teníamos que cerrar el piano con mucha suavidad para que dejara de hacerlo. Tocaba unos popurrís de fantasía que iban del danzón al son y a las descargas; era increíble, así que lo invitamos para Buena Vista Social Club y casi cuando terminábamos le pregunté si podía hacer su álbum solista, y él me preguntó: “¿Cuánto?”.

Negociamos un poco y luego sacó un pedacito de papel del tamaño de un boleto de camión, y apuntó una lista de canciones. Puso el papelito en el atril del piano, como si fuera una partitura, e hizo la grabación en dos tardes con un grupo increíble. Dos meses después empezó a perder la memoria, así que tuvimos una suerte increíble de grabarlo cuando era un pianista incomparable que combinaba poder y belleza.

¿Cuál fue el papel de Mary Farquharson y Eduardo Llerenas en este proyecto?

Hace muchos años, ellos me dieron a conocer la música de Santiago de Cuba y el repertorio que ellos habían trabajado en grabaciones anteriores para Discos Corasón. Así que me ayudaron educándome primero y colaborando en este disco para reunir a los músicos, algo crucial para este proyecto.

¿A qué atribuye el éxito de Buena Vista Social Club?

Básicamente no lo sé, lo único que sé es que cada vez que escucho el disco todavía suena fresco, lleno de vida y vibraciones. Por la forma en que fue grabando sientes que estás cerca de los músicos, que la música te rodea, como si estuvieras en la misma sala con ellos. Aparte de que la música es hermosa, hay algo en el ensamble que le da un sonido increíble, lleno de personalidad y carácter. La personalidad de los músicos es increíblemente fuerte y la grabación lo refleja. 

Piezas extras. Lo que quedó en el estudio

Armar otro disco para la edición de 25 aniversario fue muy fácil, aseguró Nick Gold. “Las piezas extras provienen de dos fuentes: temas grabados para el álbum que no llegaron a la edición final, como “Vicenta”, “A tus pies” y “La pluma”. Y la otra: teníamos micrófonos estéreo en la sala de grabación todo el tiempo, que captaron momentos que no iban a ser incluidos en el disco, como canciones que nos proponían en el momento y comenzaban a tocarlas. También hay solos de piano de Rubén González, quien, como he dicho, tocaba, tocaba y tocaba...”.

Ry Cooder, músico y productor

Ha hecho de la colaboración un arte, tocando con figuras como John Lee Hooker, Flaco Jiménez, The Rolling Stones, Van Morrison y otros.

bgpa

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

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