El primer encuentro de Wuicho Kun con una guitarra fue en la secundaria, durante un taller que duró una semana. Luego, la vida lo llevó a otros lados, otras chambas, y se distanció del instrumento durante muchos años. Pero tras un quebranto ocurrido apenas superó la mayoría de edad, retomó las seis cuerdas. Y ya no las soltó.
Charlando con MILENIO, el artista originario de Tenancingo de Degollado, Estado de México, reconoce que "nunca fue una opción hacer música en mi vida", hasta que se enfrentó a problemas que casi lo tiran por la borda. Afortunadamente, se sostuvo de una canción: "La grabé con mi teléfono, la subí a YouTube y tuvo buenos comentarios, eso me alentó a seguirle dando en mis ratos libres. En ese entonces me había ido de mi casa y estaba trabajando".
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Dos años después de ese caótico comienzo, en pleno 2024, Luis Ángel Rodríguez - su nombre de pila - experimenta la prosperidad musical: ostenta más de 390 mil escuchas mensuales en Spotify y acaba de lanzar un disco, Trauma2, que ha expandido su base de fans, además está inmerso en una gira que termina a finales de octubre.
Solo que a nivel emocional impera lo dubitativo: "Ha sido un altibajo de emociones porque de repente me entra el sentimiento de darle al sueño bien potente, pero también hay días donde no me siento tan bien y me lleva a pensar que no voy por el buen camino. A veces soy pesimista, pero le sigo dando".
Dice que le gustaría llegar a un escenario de 10 mil personas "cantando mis canciones; es mi meta a largo plazo". También quiere que lo económico no sea una preocupación.
Pero es consciente de que ser músico en la actualidad es algo "muy peleado" por la abundancia de propuestas. Aunque la esperanza lo alimenta: "Voy más lejos de cuando empecé".
"Hay una persona en especial que quiero que esté bien, y he comprobado que con la música puedo. Además, ese sentimiento de ver a la gente cantando tus canciones es bonito; es poder ayudar a más gente, como una cadena de amor. Podría decir que mi motivación es el amor".
Wuicho es un aliado de las redes sociales, ahí ha amplificado el impacto de su música, solo le falta "fortalecer mi comunidad, porque muchos oyentes escuchan la música y no saben que soy yo, son de 'Pensaba que era de Ed Maverick'. Quiero remarcar que soy Wuicho".
De su álbum reciente, Trauma2, que salió en agosto, explica que el sonido "es muy variado": hay desde folk hasta ritmos de reguetón. "Es impredecible, puedo jugar con varios géneros".
En las 26 canciones que conforman el disco habla "de mi vida, del pueblito donde me tocó vivir con carencias económicas; temas que me han dicho que poco se tocan, casi no se hablan en canciones".
Zcar JPG, Pau Laggies, José y el Toro, Diana Meril, Azul de Viena y El Toed son algunos artistas con los que Wuicho colaboró para este material. A todos ellos considera amigos y parte de "una generación triste".
"Me hace todo el sentido, tiene que ver con el internet, ver todo esto en tu pantallita y no te gusta donde estás; ves parejas felices y estás solo...es mucha gente no conforme con lo que está pasando".
De esos sentimientos adversos, el cantautor confiesa que convive con ellos y los desborda a través de sus canciones: "A mucha gente le cuesta trabajo decir qué les está haciendo sentirse así, pero cuando escuchas una canción y dices 'Soy yo', te mueve tanto; una de las ideas del álbum es el mensaje de 'Igual todo vale, pero siempre hay la opción de salir adelante'".
Esto queda muy claro en el segundo tema de Trauma2, llamado Cada mañana sale el sol, donde Wuicho canta:
Círculos negros de penumbra en mi corazón,
todo lo malo de este mundo sobre mí desembocó,
toda esa mierda me hizo fuerte, el tiempo me recompensó...
Sueña, lucha, sufre, así es vivir,
hay muchos motivos pa' seguir,
como tus ojos y tu voz,
cada mañana sale el sol.
— ¿Tu familia te respalda en este camino musical?
— Al principio ni se la creían cuando decía que estaba trabajando, pero llegó un primer pago más o menos bien y vieron que sí es chamba. Mi mamá ya lo entiende, ya me apoya, incluso luego me dice que les enseña mis canciones a sus amigas; está chistoso porque no me imagino a mi mamá diciendo 'Mi hijo hace música', pero me da gusto sentir el apoyo, es bien bonito.
— ¿Y qué dirías es la música para ti? Muchos artistas dicen que les ha salvado la vida...
— La música me da esperanza. En ese entonces, cuando comencé, atenté contra mi existencia... Se ha convertido en un ancla de esperanza, y ver el reflejo de personas que me comentan que pude evitar una catástrofe en su vida es algo que no tiene precio.
hc