Sonrisas nerviosas, frases emotivas e incluso la presencia de algunas lágrimas fue el preámbulo de la gala donde la Academia Latina de la Grabación reconoció la excelencia musical de Chucho Valdés, Erasmo Carlos, Dyango, Andy Montañés, José María Napoleón, Wilfrido Vargas y Yuri.
Tras revelar la emoción por tal distinción a la prensa, los homenajeados pasaron al elegante salón del hotel Four Seasons.
En el escenario que se montó para la ocasión especial ya estaban los gramófonos especiales; esas estatuillas tan anheladas por los protagonistas de la noche.
Familiares, amigos y representantes del consejo directivo de la Academia formaban parte de la singular escena, donde el homenaje a los protagonistas de la noche se complementó con una breve semblanza, que no solo erizó la piel de esas figuras que con su canto o sus creaciones han provocado miles de emociones, sino de todos los invitados que con la ovación se sumaban al tributo.
Gabriel Abaroa, presidente de la Academia, inició la velada y lo hizo para pedir “un aplauso o ara una gran voz que hoy nos dejó, pero tuvimos la dicha de hacerle un reconocimiento por su grandeza", expresó y la sonora ovación se replicó por toda la sala para Lucho Gatica.
Raquel Sofía se sumó a la presentación de los distinguidos.
Aunque para llamar a Chucho Valdés, se presentó a Omara Portuondo, que pese a una caída, estaba ahí para sumarse al reconocimiento de su paisano, cuyo virtuosismo, heredado de su padre, Bebo Valdés, como él mismo lo destacó, fue reconocido con la primera estatuillas que se entregó ante las casi 500 personas que estaban en la sala.
El cubano de 77 años apenas tomó su premio y dijo: “Queda mucho por hacer y mucho trabajo... Gracias a mi papá, Bebo, y a mi esposa Lorena", y de inmediato salió rumbo al aeropuerto pues una cita lo esperaba para llevar su ritmo a Londres.
Dyango fue el tercero en subir al escenario y tras agradecer, reiteró lo que había dicho a la prensa “Había estado nominado tres veces lo perdí, pero ahora la emoción es grande porque no hubo competencia", expresó el intérprete de “Corazón mágico" y “Volverte a ver", provocando las risas entre los convidados.
“Esto había sido tan deseado, 50 años de carrera, Nunca es tarde cuando la dicha es buena y hoy es buenísima", destacó.
Así llegó el turno de José María Napoleón, y el compositor subió al escenario, se veía emocionado, contento, nervioso, pero al igual que lo ha demostrado en 50 años, su fiel compañera, la inspiración, estaba ahí y sus palabras lo proyectaron.
“Hoy sé que ese sueño, que pensé que no llegaría, tiene cara de Latin Grammy. Sigo siendo ese muchacho que salió de su casa a los 18 años lleno de ilusiones".
YURI CERRÓ LA PREMIACIÓN
“Gracias por ser la única mujer en esta noche", destacó luego de que reconoció los éxitos, pero también los tropiezos en cuatro décadas que le estaban reconociendo, la jarocha aseguró que aunque “es toda una vida, aún mucho para dar".
Los premios el Consejo Directivo se entregaron a Horacio Malvicino, quien obtuvo la distinción de manos de Fito Páez, quien llegó justo para sumarse a ese tributo.
La velada también reconoció a Wilfrido Vargas, Erasmo Carlos, Andy Montañez, Horacio Malvicino y Tomás Muñoz.
Yuri y Napoleón, ‘¡Excelentes!’
Latin Grammy
A dos noches antes de la entrega del premio, la institución reconoció a los mexicanos; Wilfrido Vargas, Dyango, Erasmo Carlos y Andy Montañez, otros galardonados por sus grandes contribuciones.
Las Vegas/ Enviada /
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