“Estoy muy bien y creo que por eso mis letras están cambiando”, confiesa la cantante Zemmoa al principio de la videollamada que tiene como objetivo desentrañar su nuevo sencillo, Querido corazón. Y es que con en este “apapacho” de 2.54 minutos de duración la también modelo, pintora, actriz y activista LGBT+ se dice a sí misma “Calma, todo va a estar mejor”, esperando que sus escuchas puedan darle al tema la misma interpretación.
“Estoy madurando de muchas formas y desaprendiendo muchas cosas. Estoy fortaleciendo nuevas creencias para vivir más tranquila en este mundo”, agrega sobre su actualidad anímica.
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A su buen momento emocional también contribuye la conmemoración del Pride, “un mes de reflexión, de celebrar el progreso que hay. Justo quería mandar este mensaje de que todo va a estar mejor”.
Foto: Cortesía Órbita / Juan Retallack @ilretallack
Lo que va mejor: “Hay progreso de muchas formas: en el mismo Gobierno, las facilidades en la Clínica Condesa, las infancias trans. Si yo he podido inventarme a mí misma y ser exitosa en lo que hago, quiere decir que estoy en una sociedad que lo permite y que cada vez más personas podrán salir a expresarse en la forma que quieran”.
Estas victorias son alicientes para no relajar la lucha por los derechos y el respeto de la comunidad LGBT+, sobre todo sabiendo que abundan “personajes como (Gabriel) Quadri que todavía no comprenden el dejar vivir a una persona; personajes así hay en todas las industrias: en la música cuesta trabajo generar un público, de algún modo está estigmatizado que lo mío va a un nicho, pero creo en el poder de la música y creo que los logros que he tenido es gracias a mis canciones, y espero seguir generando desde mi trinchera lo que pueda para seguir creciendo”.
Zemmoa hace hincapié en el crecimiento de su “fuerza interna” tras la tormenta social y emocional que significó la pandemia, periodo en el que también enfrentó el fallecimiento de su papá. Además, destaca la importancia de tener a su lado a Cruella, su mascota, y a “esas familias que uno se hace con amigos, círculos de amor, de apoyo”.
Fuerza interna, estabilidad anímica, madurez, mascota, amigos, activismo, Pride… Aspectos que se desprenden al hablar de ese mensaje amoroso que resulta Querido corazón.
Un curita para el alma
Cuando conoció a Juan Gabriel, Zemmoa le dijo: “Tu música es un curita para el alma”. Hoy ella puede decir lo mismo de sus canciones.
Prueba esto es la gran cantidad de persona que han adoptado el título de uno de sus discos, Nada nos va a vencer (2015), como mantra.
“Es una frase que a mí me ha servido de aliento, de lucha”, cuenta la artista. “A mí me hubiera gustado ver de chica esta referencia que ahora puedo ser para les niñes. Que digan que mi música les ha salvado de aliento siempre es un halago y motivación para continuar, porque al ser como soy me enfrento a un sistema y de repente los ánimos se tambalean, se daña la autoestima, se aprenden cosas equivocas. Entonces, al estar contracorriente está padre ver el resultado, el esfuerzo aplaudido con amor”, agrega.
La cantante recuerda que “hace poco un video en TikTok le llegó a gente que no sabe que existo y los comentarios fueron de agresión y odio”, por eso recalca que Nada nos va a vencer es un mensaje que sirve para “agitar la bandera lo más alto que se pueda, todo mundo y como sea, porque al final aspiramos a un cambio para una tranquilidad social”.
Todo mundo: incluso las empresas que en junio añaden los colores de la bandera LGBT+ a sus logos. “Hay mucho oportunísimo porque la gente está hambrienta de poder y necesidades, pero independientemente de verlo como algo negativo es importante que se haga mucho ruido porque hay homicidios, discriminación, personas infelices, problemas de salud mental... Hay secuelas de una sociedad que a la fecha sigue siendo muy agresiva”.
Pero la creativa, que señala a La Cenerentola, “la Cenicienta en versión ópera”, como la primera muestra artística que la impactó estética y musicalmente, navega con esperanza a pesar de los mares lóbregos.
“Pienso que la gente evoluciona y que no hay que sentenciar a todas las personas a las primeras de cambio, porque lo que queremos es que viva el amor. Aunque la gente se tropiece hay que saber guiarla sin rencor”, concluye.
hc