Iniciando el mes, en el Teatro del IMSS de Toluca, se presentó el músico nacido en Gijón, España, en 1974, Nacho Vegas. Ha muchos nos ganaba la curiosidad porsaber si se llenaría el recinto; no estuvo a tope, pero hubo una entrada aceptable y acudieron los que tenían que estar:aquellos que lo han seguido desde sus inicios.
Vegas participó al alimón con Javier Corcobado en un disco exuberante junto a MantaRay, del que Nacho era guitarrista;el disco en referencia no podía llevar otro nombre mejor: Diminuto cielo (Astro Discos, 1997).
Otra colaboración fundamental en la carrera de Nacho Vegas es la que hizo con Christina Rosenvinge en el disco Verano fatal (Limbo Star, 2007), donde se desborda pasión y las canciones se desarrollan sin distanciamiento; son una continuación de su relación sentimental de aquel momento.
Los directos de Nacho Vegas, siempre acompañado de su banda en completo, son intensos e íntimos. Él deja que el público le pida cualquier cantidad de canciones, a loque responde:“las tocaré todas”.
En el escenario Vegas se agita sin agitarse, sabe los tempos en los que tiene que interactuar con el público, con su público. Ataca las notas y sus letras con una voz a medio tono, nunca en segundo plano.
El Teatro del Seguro Social se convirtió en un espacio lleno de lujos; se aclimató para que, entre luces e instrumentos, letras y voz, se erizara la piel. Vegas desafía siempre con esas letras-cascada, eternas, llenas de reflexión y profundidad descriptiva.
Hubo canciones inmersas en la melancolía, Que te vaya bien,Miss Carrusel; de soledad y muerte, Morir o matar; de protesta, Como hacer crac; misivas con dedicatoria, La gran broma final; regresos románticos, Ser árbol, y declaraciones de guerra; Maldigo del alto cielo, versionando a Violeta Parra.
Con su vestimenta en negro total y una puesta en escena sencilla con tonos en color violeta, se dejó escuchar al letrista, que es en lo que se ha convertido: un compositor con altibajos, sí, pero siempre a la altura de lo que la sociedad reclama, sin dejarse llevar por la brevedad que marcan las redes sociales.
Ofreció una muestra de lo que es la melancolía llevada al límite cuando sonó la lisérgica Crímenes cantados con aires a The Jesus And Mary Chain.
Vegas no es ninguna revelación,pero sí constituye un retorno a lo que sabe hacer a la perfección, crear canciones con credibilidad comprobada, recorriendo éxitos fundacionales como Dry Martini S.A., que en directo suena precisa y es una invitación al vals que no puede ser rechazada.
La gira de presentación de su más reciente disco doble Violética (Marxophone, 2018) titulado así en honor a Violeta Parra, reúne dieciochocanciones en más de ochenta minutos; en esta cantidad de minutos y composiciones cabe incluso la cumbia Todos contra el cielo, que nos pone a bailar con resentimiento,y piezas recitadas al estilo de El Ángel Simón como A ver la ballena.
En un concierto de Nacho Vegas siempre hará falta que interprete varias canciones y así sucedió en el Teatro del IMSS; fue un concierto de lenta hiperactividad donde el público cantaba casi todo el repertorio sin descanso; un concierto de canciones desnudas, canciones de estructura, canciones que muestran que el trabajo se ha hecho bien; un concierto para recordar que algún día Nacho Vegas estuvo en Toluca, en la ciudad vampira.