El periodo de confinamiento no solo permitió a los creadores encontrar un espacio para desarrollar nuevos proyectos, también democratizó el consumo de historias a través del streaming, así lo considera Diego Luna, quien se unió al Festival Internacional de Cine de Morelia para presentar los detalles de la Gira de documentales Ambulante.
“Sí hubo una angustia de cómo íbamos a responder a la necesidad del consumo, el cine de pronto se volvió un refugió en un momento en el que no podías estar en espacios públicos, ese cine que se ve a través del streaming fue muy comentado, se democratizó la elección y exhibición de historias”, comentó Diego Luna a través de una videollamada.
“Historias como la de Fernando Frías (Ya no estoy aquí) recorrieron el mundo en un dos por tres, porque hay un público que tenía esa necesidad, me dio angustia no poder responder a esa demanda, pero encontramos nuevas formas de producción y viví con orgullo ese despertar de una comunidad”, agregó el actor sobre los cambios en la industria.
Este sentido de resiliencia impulsó a los creadores mexicanos, “estábamos conscientes de lo que hacían los demás y nos comunicábamos, se dio una sensación de unión y arraigo que nos hizo salir adelante y los retos siguen y la pandemia sigue, pero se sigue produciendo, nos crecimos ante este fenómeno sanitario”, explicó Diego.
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Sus dulces 16
Este 2021, Ambulante celebra 16 años de existencia, en los que Diego Luna y Gael García vieron crecer un proyecto que comenzó de cero con la necesidad de mostrar un documental de Eugenio Polgovsky en el festival de cine de Sundance, a partir de ese momento el sueño se cristalizó e, incluso, rompió sus propias fronteras.
“El Festival Ambulante nació de la necesidad de que el cine documental fuera visto en nuestro país. Estando en Morelia vale la pena recordarlo, porque después de la violencia que se vivió salimos a ocupar las plazas públicas y eso es parte de la esencia de Ambulante, comenzamos pensando en salas de cine y el FICM fue parte del nacimiento del festival”, dijo.
“De pronto todo creció, ocupamos los espacios públicos y llegó la música con la colaboración del Vive Latino, o las iniciativas como Levantemos México, con las que Ambulante se sumó después del temblor; lo más bonito es conocer a los voluntarios y las voluntarias que ahora están estrenando sus historias”, finalizó.