“Mostro”, una película mexicana con la tragedia de las desapariciones en México como fondo, impactó al público francés en su estreno esta semana en la trigésima edición del Festival de cine latinoamericano de Biarritz.
El filme cuenta la historia de la desaparición de una joven, Alexandra, y la búsqueda desesperada de ella por su compañero, Lucas, sumido en la incertidumbre y la angustia.
La película cuestiona la implicación de la policía en la desaparición y la falta de ayuda que aporta para esclarecer el caso, dos reproches regulares en casos reales de desapariciones ocurridas en México.
José Pablo Escamilla, el director del filme, que compite en la sección principal del festival francés, afirmó que la película fue realizada con la intención de “protestar” por la inseguridad que afecta a los mexicanos, destacando el caso particular de los jóvenes, que protagonizan la cinta.
“Nos preocupa mucho este tema. Es una historia que nos ha definido mucho en los últimos años en México. Tiene una perspectiva de la juventud porque está viviendo en un ambiente demasiado hostil (…) Queremos tocar a esas generaciones con la película, para que no se queden indiferentes” explicó José Pablo Escamilla en el puerto del suroeste de Francia.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de México reportó más de 23,000 personas clasificadas como desaparecidas entre 2018 y 2020.
“Esta realidad es muy violenta y muy cercana para nosotros” comentó de su lado, en la presentación del filme, Diandra Arriaga, del Colectivo Colmena, que produjo la película.
La cinta está ambientada en un ámbito de personas de bajos recursos, trabajadores de una fábrica, que el director eligió por “empatía” y porque son los “más vulnerables”, sobre todo las mujeres, que son la mayoría de la plantilla, precisó.
“Es una película que busca generar preguntas más que responder. Queríamos que la película se convirtiera en una meditación hasta cierto punto. No es optimista. Queríamos que el espectador tuviera una sensación de vacío. Estamos hartos”, comentó su director durante el coloquio del filme en Biarritz, en el que se mencionó el caso Ayotzinapa.
La producción de la película fue realizada con un método cooperativista de autofinanciación a través del denominado “Colectivo Colmena”, un grupo de creadores audiovisuales de la Ciudad de México.
El filme fue seleccionado previamente por el prestigioso Festival de Locarno, Suiza, y se estrenará en México próximamente en el marco del Festival de Guadalajara.