Con dedicación especial a Flor Silvestre, Pepe Aguilar y sus hijos, Ángela y Leonardo, presentaron el espectáculo “Mexicano hasta los huesos”, un recorrido musical en el que la muerte se convirtió en protagonista, a través de las canciones; y las vistosas y coloridas escenografías alusivas al tema, hicieron amalgama perfecta en el show.
“La muerte” fue el tema que marcó el inicio de la velada, el show streaming que ofreció el zacatecano en su afán por mantener la conexión con sus fans, debido a que la pandemia ha transformado esa relación.
“Vivimos una nueva realidad, no sabemos cuánto tiempo falte para volvernos a reunir, gracias a esta incertidumbre salen este tipo de conceptos (el streaming), el que existan más formas de comunicarnos”, expresó, Pepe al dirigirse a sus invitados, que a través de las pantallas disfrutaron de su canto y de la herencia que ha dado a sus hijos.
El show dio oportunidad de que Ángela y Leonardo mostraran su pasión por el canto, ella haciendo una admirable interpretación de “El jinete”, ofreciendo una versión singular de la obra de José Alfredo Jiménez.
“Es una de mis canciones preferidas, sobre todo en ese ritmo, el huapango. Me encanto hacer el falsete, para hablar de ese amor que no se pierde aunque se mueran las personas”, dijo la cantante, al entablar el diálogo con su papá.
Sentados en una sala, rodeados de cráneos y cempasúchil, y proyectando la unión familiar, que ha hecho de la familia Aguilar una tradición, Pepe, Ángela y Leonardo intercambiaron frases y sensaciones respecto a la muerte, a la forma como la han abordado algunos autores; y a esa peculiar manera de cómo la vemos los mexicanos.
El mariachi y el ballet con máscaras alusivas que se iluminaban, gracias al juego de luces; y los maravillosos paisajes que enmarcaron cada una de las interpretaciones; lograron el efecto ideal para que los espectadores entraran al más allá que recreó Pepe para el espectáculo que fue realizado en el Centro Histórico de su natal Zacatecas.
“La llorona”, “Caminos de Guanajuato” y “México lindo y querido”, además de “Nadie es eterno” también sonaron en la velada, donde Pepe ofreció el clásico “Que me entierren con la banda”; mientras los paisajes y riqueza natural de su tierra, más que ad hoc para el espectáculo fueron parte de la velada musical.
Con “Zacatecas querida” Pepe culminó la velada”, y ahí concentró toda la riqueza de su tierra, en su canto, habló la plata que envuelve a Zacatecas, recordó a López Velarde (Ramón), Felguérez (Manuel) y Aguilar (Pepe); y entonces los rostros de tan ilustres zacatecanos se hicieron presentes en la fiesta; que también recordó al gran maestro Tomás Méndez, autor de tantos clásicos como “Cucurrucucú Paloma; mientras los fuegos pirotécnicos iluminaban la catedral.