Un robo a los grandes banqueros de Estados Unidos desata el conflicto de Cuentas muertas (Dead Acounts), puesta en escena que, bajo la dirección de Salvador Garcini, llevará al público por un viaje emocional de una familia que se ve alterada por la llegada de uno de sus integrantes, Jaime, "el hijo que cometió un crimen".
"Esta no es una comedia en la que esté albureando al público o rompiendo la cuarta pared, eso no corresponde a esta historia; en Cuentas muertas vemos un proceso dramático muy fuerte, no es una comedia donde todo tiempo se rían, más bien están reflexionando", dijo Arath de la Torre, quien interpreta a Jaime.
"Vamos a ver si Jaime está bien o mal, no estoy a favor del robo, pero el personaje plantea algo muy interesante; definitivamente robó ante los ojos de los demás pero da su explicación desde la conciencia. Jaime trae 27 millones de dólares en el bolso y nadie sabe por qué", añadió el actor que se sumó al elenco de Salvador Garcini.
Después de participar en El cartero, Helena Rojo y Ernesto D'Alessio se incorporaron a los ensayos de esta historia, lo cual no fue sencillo, "tengo muy presente El cartero y cuando estábamos ensayando una escena tenía en la mente los diálogos de Pablo Neruda, sí es muy complicado desprenderte de uno y otro personaje", dijo D'Alessio.
Por su parte Helena comentó que le place poder interpretar a una mujer religiosa y conservadora, "soy una mujer muy tradicional y con la llegada de mi hijo me topo con la sorpresa de que ha robado 27 millones de dólares. Esta barbaridad deriva en varias sorpresas para la familia, porque todo se descontrola por este hecho".
El texto es original de Theresa Rebeck, quien ha escrito más de 40 piezas, entre ellas destacan Smash, producida por Steven Spielberg, "la obra es un espectáculo muy atractivo, habla de muchos secretos familiares y del circo plástico de las emociones familiares, eso es muy fuerte, las emociones sin la base de la obra", explicó Garcini.