El impacto del empresario mexicano Manuel Arango va más allá de sus negocios y su labor filantrópica, pues ha hecho historia en otros ámbitos como la aviación - realizó el primer vuelo alrededor del mundo de un avión mexicano - y el cine.
En esta última terna, Arango tiene el reconocimiento de ser el productor de Centinelas del silencio, el corto documental nacional que ganó dos premios Oscar en 1971. En una charla con el youtuber Oso Trava, el empresario recordó esta experiencia.
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¿Cuál es la historia detrás del documental Centinelas del silencio?
Arango recordó que en su juventud unos amigos le pidieron ayuda para conocer Oaxaca a conocer, por lo que organizó un organizó el viaje donde se encontraron con un guía "muy interesante", que tras llevarlos a los sitios clásicos los invitó a ver un nuevo descubrimiento arqueológico.
"Llegamos y en un cobertizo de estos de lámina había tres estelas gigantes, de dos metros de altura, en piedra labrada. (...) Son los jugadores de pelota", detalló.
El guía les explicó que ese sitio "seguramente fue una ciudad" y que la investigación estaba comandada por Ignacio Bernal, quien fue el primer director del Museo de Antropología.
Como la exploración requería dinero Manuel se interesó en apoyarla, por lo que "a la semana estaba en el Museo presentándome con Ignacio Bernal". Tras esto, el empresario y el arqueólogo se hicieron amigos.
"Me enamoré de ese proceso del cual sabía casi nada, y en ese proceso dije '¿Cómo es posible que sepa yo nada y que tanta gente en México sepa tan poco de esta riqueza?'. Me empecé a meter en el tema y ahí surge la idea de qué hacer para que la gente vea esto más rápido", rememoró Arango.
Y pronto tuvo claridad: "Me propuse hacer el documental. No sabía nada de cine ni me interesaba el cine, yo quería documentar algo que me interesó".
Manuel le pidió asistencia a un amigo con conocimientos cinematográficos, el ingeniero e inventor Nelson Tyler, quien le recomendó al camarógrafo Jim Freeman.
Entonces, sumando al director Robert Amram, "armamos un equipo mexicano y nos fuimos a filmar por México; filmamos por todas las partes de Oaxaca, Yucatán, distintos lugares. Ocho horas de filmación en 35 milímetros, cámaras de buen tamaño. (...) Y las ocho horas se convirtieron en 19 minutos".
Así puedes ver el corto documental mexicano ganador del Oscar:
La experiencia de Manuel Arango en los premios Oscar de 1971
Con el documental listo, Robert Amram sorprendió a Manuel diciéndole que lo había inscrito para los Oscar (en la terna de Mejor cortometraje), pero esto al mexicano "no me hizo el menor ruido, yo ni siquiera seguía los Oscar".
"El día que nos nominaron él (Robert) no podía ni hablar", señaló.
El 10 de abril de 1972, día de la ceremonia, Arango no iba muy preparado, de hecho se le olvidó su smoking y tuvo que ir a comprar uno de última hora: "Me subieron los pantalones con unos tirantes, me abrocharon el saco y me fui con un smoking de buena calidad, pero no me quedaba.
Y estando ya en el recinto de Los Ángeles donde se llevó a cabo la premiación, el Dorothy Chandler Pavilion, al empresario no le pasaba por la cabeza la posibilidad de ganar: "No llevaba una palabra escrita, no había pensado qué iba a decir".
"Me tocó el año en que le dieron un Oscar a Charles Chaplin, en el mismo escenario", resaltó.
Entonces, se anunció la categoría de Mejor cortometraje y todos los reflectores apuntaron hacia él: "Llegué al escenario, me dieron el micrófono, me paré ahí enfrente con mi amigo, dije 'Muchas gracias a todos los miembros de la Academia' y me salí. Y toda la gente me dijo 'Perdiste la única oportunidad de tu vida de hablarle a 200 millones de gentes'".
Con esta estatuilla, Manuel y su colega fueron brevemente a un área de prensa y regresaron al teatro justo a tiempo para ver la categoría de Mejor Documental Corto: "Volvimos a ganar. Pasamos al cuarto de prensa, no podían creer con volviéramos con un segundo Oscar".
"De ahí nos fuimos a celebrar, nos invitaron a una fiesta, llegué tardíamente al hotel, una noche de parranda, dije que no me pasaran llamadas y me acosté a dormir, y cuando desperté en la mañana por abajo de la puerta no cabían los mensajes", narró el empresario.
Resaltó que la entrevista que dio tras este triunfo fue para Silvia Lemus, la esposa de Carlos Fuentes a quien "había mandado Televisa a cubrir los Oscar".
"Tuvo consecuencias positivas, nada negativo y así me inicié... He hecho varios documentales por la pasión de un tema, no por el cine".
Tras escuchar la increíble experiencia de Manuel, Oso Trava quiso saber dónde tiene los galardones.
"Un Oscar estaba aquí en la oficina y otro estaba en la casa. Al fallecer ella (su esposa, Marie Thérèse Arango), un Oscar se fue con mi hija Paula y otro se lo pasé a mi hija Manuela", reveló el filántropo.
La anécdota de Manuel Arango en los premios Oscar:
hc