Desde su creación en mayo de 1927, la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas (AMPAS, por sus siglas en inglés) tuvo entre sus objetivos principales la constitución de un método de honra que reconociera los logros y avances de los integrantes pertenecientes a la industria fílmica.
Dos años después, en 1929, se establecieron los Premios Oscar, que a pesar de las décadas, gozan de prestigio internacional, colocándose incluso como el galardón más respetado e importante del mundo del entretenimiento.
De acuerdo con datos de la propia organización, desde su primera edición, y hasta la ceremonia 87 del año 2015, se habían entregado 3 min estatuillas doradas, lo que se traduce en el mismo número de personas y producciones ganadoras. Se trata de la noche más importante de la temperada anual de premios, pero, ¿te has preguntado cuál es el origen de su nombre?
¿Por qué los Premios Oscar son llamados así?
El nombre oficial de la estatuilla es “Premio de la Academia al Mérito”, aunque es mayormente conocida por su apodo: Oscar. Aún con la relevancia que el galardón implica, el origen de su mote es incierto, siendo su versión más aceptada la que ha trascendido a lo largo de los años entre los miembros de La Academia.
La página institucional indica, a través del documento “Breve Historia del Oscar”, que la entonces directora ejecutiva, Margaret Herrick, consideró que el moldeado del premio tenía un parecido físico con su tío Oscar, por lo que lo denominó de dicha manera.
En 1934, el columnista especializado en cinematografía, Sydney Skolsky, utilizó el apelativo en su texto dedicado a la primera mujer ganadora a la categoría de Mejor Actriz. Finalmente, fue hasta 1939 cuando La Academia adoptó el apodo de manera formal.
¿Los Oscares se pueden vender?
De acuerdo con la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, el prestigio que ostentan se debe al reconocimiento por parte del público como “un premio basado únicamente en logros artísticos y técnicos, y porque se ha tenido cuidado de preservar la integridad del símbolo del Oscar”.
Por lo anterior, los premios cuentan con un reglamento que tiene por fin limitar las reproducciones de la estatuillas y las referencias a la presentación anual de los Premios de la Academia en promociones y publicidad.
En él, se establece un código de conducta leal para todas las formas y usos de las propiedades intelectuales. Se aclara que la estatuilla es propiedad con derechos de autor y marca registrada de La Academia, por ello, es la única con el derecho de “reproducir, fabricar, vender, copiar, distribuir o explotar el galardón o su imagen para venta, obsequio o licencia”.
Además, otras de las limitantes es que, para usar cualquiera de los símbolos de La Academia, incluida la estatuilla, se debe obtener un permiso por escrito de la organización.
En su artículo 10 se especifica que los ganadores no tienen derecho sobre los derechos de autor de la estatuilla. También, se detalla que no pueden ni deben permitir su venta sin antes ofrecerla, en primer lugar, a La Academia por la suma de un dólar.
La regla aplica también para los herederos y cesionarios de los ganadores que hayan adquirido la estatuilla por donación o legado.
FM