Uno de los recursos infalibles en el cine de Guillermo del Toro son los monstruos, con ellos, el director no busca retratar las típicas criaturas malignas o demoníacas que abundan usualmente en las cintas de terror sino mostrar la crueldad, los temores, los vacíos emocionales y los más bajos instintos de los seres humanos. Él mismo lo ha dicho una y otra vez: "en mis películas los monstruos son los humanos".
El tapatío no siempre tuvo una relación del todo amable con aquellos monstruos que lo perseguían desde niño. Ellos invadían sus sueños hasta convertirlos en escalofriantes pesadillas e, incluso, su abuela materna llegó a creer que estaba "poseído".
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Fue una de esas noches de terror que Guillermo del Toro decidió hacer un pacto con ellos. Era sólo un niño muy pequeño, pero consciente de que si no establecía un acuerdo con ellos jamás lo dejarían en paz.
"Estaba en la cuna de hecho, y en la cuna apenas cabía -más de una rompí", bromeó en 2015 durante una entrevista que ofreció a CNN y en la que narró el sueño en el que se enfrentó a aquellas figuras siniestras que lo acorralaban por las noches.
"En la cuna me levanté porque tenía miedo, no podía ir al baño de chiquito, me levantaba y veía monstruos en el cuarto, entonces me tenía que orinar en la cuna. Mi mamá me castigaba".
Los sueños lúcidos que sufría Guillermo del Toro
El cineasta sufría de sueños lúcidos, es un fenómeno en el que la persona puede controlar deliberadamente sus acciones, así como su contenido y su desarrollo, como si fuera el director de su propio sueño.
"Yo tenía una cosa que se llamaba sueño lúcido. Estaba dormido, despertaba, pero estaba en el sueño y veía figuras en el cuarto que no existían".
Una madrugada, Guillermo del Toro decidió hacer las paces con los monstruos, les prometió que nunca los olvidaría si lo dejaban ir al baño. Tan sólo tenía 3 años de edad.
"Una noche me levanté y le dije a los monstruos: 'si me dejan ir a orinar seré su amigo toda la vida', y lo he estado cumpliendo durante muchos años".
El origen onírico del Fauno, de Guillermo del Toro
Sin duda, uno de sus personajes más memorables es El Fauno, el cual justamente surgió de uno de estos sueños lúcidos que tuvo en su niñez y adolescencia.
"Curiosamente uno de los monstruos que yo veía cuando ya tenía unos siete años era el Fauno del Laberinto de Fauno, entonces son cosas que se han quedado conmigo (...) Han sido parte de mi vida hasta ahorita. Mi hermano y yo veíamos una serie de televisión que nos decían que no viéramos, se llamaba Un paso al más allá y la veíamos en la noche a escondidas y mi hermano, como todo buen hermano mayor, le encantaba asustarme después".
amt