Después de bromear con la prensa y de asegurar que no entraría a la moda del reguetón, Francisco Céspedes se conduce a un pequeño salón del Hotel Geneve. Ahí se acomoda en un amplio sillón, a unos pasos su productor observa la escena y la hija del compositor no pierde detalle de la entrevista que ofrece a M2.
De entrada se refiere al espectáculo que prepara y que lo tiene contento, pues reconoce que hacía tiempo que no ofrecía algo tan detallado.
“Es que ahí voy a estrenar el nuevo espectáculo músico-teatral que estamos montando, el día 28 de febrero, que además es mi cumpleaños; así que no sé qué me puedan regalar” (risas).
¿Qué le gusta que le regalen?
Me pueden regalar un buen disco de jazz, un buen libro de Jorge Luis Borges, Los cuentos sobre los espejos, no, porque ya los tengo todos. Un Ferrari… no, no, porque es muy caro (risas). Y una novia, aunque quizá con las cancioncitas todavía puedo ligarme a una. Ellas a veces se confunden. Van a decir: “Franscisco me va a hacer el amor igual que sus canciones”, pero después se arrepienten, cuando están al lado mío, pero yo ya me aproveché (risas).
¿Qué tendrá de novedad su espectáculo?
Es un espectáculo músico-teatral, aunque la música es la esencia, porque eso es lo que hago, me dedico a hacer canciones y las interpreto. En este caso, la mayoría de mis temas son de mi autoría, aunque he tenido mucha discusión con el director del show, no quiere que cante de otros. Pero hay canciones que están ahí y funcionan para el concepto.
¿Le gusta cantar temas que no son suyos?
Sí, toda la vida lo he hecho, si hay una buena canción por qué no. Hay otro cantautores que solo interpretan sus temas, yo la mayoría, porque me gusta hacer temas. Pero también me gusta cantar de otros compañeros; por ejemplo, de Arturo Castro canté “Llorando por dentro”. Hay una canción que la gente me adjudica a mí y es de Amaury Gutiérrez, y dice así: “Tu amor es como un río que baña el cuerpo…”. Las mías son “La vida loca”, “Señora”, “Vida, vida”.
Mucha vida en sus temas...
Sí, la vida siempre está presente en mis canciones, porque parece que quiero vivir, aunque a veces también me quiero morir y otras me he muerto. En este mundo nos morimos todos los días, tenemos que buscar momentos de felicidad para no asfixiarnos, pero si tú eres de verdad, te levantas por la mañana y tienes que pensar en el sustento, estamos hablando de la mayoría de las personas. Otros también tienen que cuidar el patrimonio y algunos tienen que robar, me imagino que ahora tienen que robar mejor que como robaban antes, porque ya han sido descubiertos; el gobierno de ahora está descubriendo muchas cosas que todo mundo sabía, pero no había una mano que pudiera guiar. No estoy haciendo apología de ningún partido, pero en este país hacía falta. Este país que es mío hace 30 años, porque yo soy mexicano hace tres décadas, porque a mí me dio la gana ser mexicano, y eso nadie me lo puede quitar ni el mexicano más mexicano, ni Pancho Villa me puede echar de aquí, porque yo soy Pancho Céspedes que le gusta ser mexicano. Mis hijos nacieron aquí y mi carrera se hizo aquí, así que el amor que le tengo a esta carrera es inmenso, pero lo he sufrido mucho, a través de los tiempos.
He tenido contacto con muchos dizque poderosos y sé todas las cosas que hacen en la sombra, pero no soy un revolucionario y tengo hijos, he tenido que callarme un poco, algunas cosas. Cuando no me he callado, y no me quiero hacer ningún héroe, porque no solamente ha pasado en México, pero aquí fui censurado por el PRI, no fue todo el partido, pero fue un fracción que venía del Estado de México; me prohibieron, pasaron circulares para que no me dieran trabajo que viniera del gobierno; porque un día dije que no me parecía lo que hacía, porque había mucha gente desaparecida, pasando muchas necesidades. Yo vengo de un lugar de una buena posición de cuna, pero luego fuimos bastante pobres, que es en Cuba; donde hay carencias inmensas, por eso estoy preparado para todo, para el salto a la muerte física, y a poder vivir con la muerte.
Pero no va a morir, porque va a trascender a través de sus canciones...
No, eso Beethoven o Mozart. Esa gran trascendencia ya pasó, ahora para los medios tú existes solo por un ratito.