Aknez Massacre arribará a Monterrey con la banda integrada por el reconocido vocalista de la escena punk mexicana, más otros de gran trayectoria como Chompis Arvizu (guitarra), Érick Farjeat (bajo), también en otras etapas de Massacre 68, y Eddy Hernández (batería), de Putrid Scum, una alineación que viene dispuesta a activar el slam desde la primera nota ruidosa. Sergio Aknez platica de la presentación a realizarse este viernes en el lugar donde en 1990 dieron su primer show en Monterrey, Factores Mutuos, en la que abrirán DJ Porkeria, The Night Creepers, Crimson Ghost, Zyklon-B y Derechos Humanos.
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¿Cómo te sientes de regresar a Monterrey?
Muy bonito regresar y levantar el ánimo de la gente, en realidad es un honor compartir por ustedes. Nos ha costado mucho reiniciar en los ensayos, básicamente con el disco “No estamos conformes” y alcanzamos a ensayar tres canciones de “Zonas marginadas”, porque fíjate que no nos dio tiempo de armar más cosas. En Querétaro tuvimos contratiempo, la gente está maleada en todos los lugares, y nos robaron el equipo. Debido a ese problema tuvimos que parar, pero vamos con toda la actitud y el ánimo.
Que incluso a la gente es precisamente a lo que va, corear las canciones de ese mítico disco “No estamos conformes”, ¿es así?
Por supuesto. Siento más bien que lo que hacemos en el escenario es ejecutar rolas clásicas, himnos, y con ese mismo sentimiento que cuando salieron, son himnos de batalla y reflexión. Pero con esta emoción ya estamos creando algo nuevo, y eso me gusta, ese ímpetu.
Platícame de esta alineación que hace esta gira
Esta es la segunda alienación con la que somos constantes, hay más conciencia y reflexión, muy apropiada para la etapa. La primera alineación fue obviamente la original, de la segunda está uno de ellos, en este caso Chompis, y uno de la tercera alineación, Érick, en el bajo, y Eddie, de Putrid Scum, en la batería, quien también ya forma parte de Massacre, con quien estamos completando esta última alineación.
El nombre es Aknez Massacre, ¿cómo está la situación del nombre?
Estoy satisfecho con Aknez Massacre, no tengo problema con el nombre, hay un respeto a la otra alineación, me quito el nombre del 68 no por no tener el nombre de Massacre, casi siempre que lo digo, la gente reitera, lo de 68, también con respeto a los estudiantes de la matanza de Tlatelolco. El número 68 para hacer hincapié de algo muy nombrado, con dos tres alineaciones jugando con el nombre con el respeto que merece, que estamos jugando con ese nombre, eso es algo que me deja claro, por no afectar esta etapa, con la conciencia de que es importante dejar en claro que no podemos seguir debatiendo ese nombre, por no ofender a este número en memoria de los estudiantes asesinados en ese año en Tlatelolco. A esta situación tan remarcada por la ironía por estar peleando un nombre, Massacre 68, y por eso cantamos y cantábamos, para reivindicar a una generación de punk que empatizaba con ellos, y lo estoy viendo en los conciertos, y la gente con euforia nos recibe con gusto. La banda punk vio un poco este momento en el que suspendimos nuestras carreras, y ya no debatí el nombre. La banda que anda también como Massacre acepta que estemos tocando, como que lo aceptan, no sé si para mí no sea algo grato, pero valoran bastante la batalla que hemos tenido y que hemos estado al pie del cañón. Y es que el objetivo ideológico y radical de Massacre 68 era ese, y más que hacer nuevas canciones, lo que no quiero es dejar la actitud de cantar con la misma fuerza las canciones que canté cuando era joven, y si se tocan más letras, pero si no hay conciencia y reflexión, no tiene caso.
En Monterrey siempre hay convocatoria a su conciertos, ¿a qué crees que se deba ese culto especial por ustedes aquí?
Es eso lo que me da emoción. Somos los viejos, que teníamos ideales, y que nos complementamos con esa vieja escuela, pero también quiero ver esa generación que levanta el vuelo, siempre hay un recibimiento bien bonito. Esa vieja escuela que se queda pasmada, sin ver qué pasa con nuestras etapas, Massacre hace esa conexión con la edad, con aquella ideología. Y a la hora que vamos a Monterrey son las gentes que están esperando encontrarse con esa actitud, esa rudeza que nos representó, más que nunca voy consciente con esta ideología y actitud.
¿Habrá sorpresas en el concierto?
El viernes vamos a presentar a las madrinas de Massacre 68. Maya, mi hija, y Medusa, hija de Érick, quienes viajan con nosotros. Como padres viajamos con quienes son nuestra responsabilidad. Las llevamos con la intención de presentarlas como madrinas, en la idea de cómo Érick que lucha solo y le hago un tributo a su hija justo en esa batalla que ella lleva. Y mi hija Maya, de 24 años; la representación de la mujer va en ellas como madrinas y la fortaleza que representan en esa lucha. Yo quiero que esto lo vea Monterrey, es una maravilla. Medusa, que tiene autismo, va con nosotros y no sabes qué conexión he tenido con ella, por su lucha, y lo que me motiva a andar con ellas en los escenarios. Ahora la veo como padre y con esta labor como mujeres, para mí es más importante compartir esto con una mujer importante en mi vida, mi hija, me trae mucha felicidad. Ellas son los motores para ir a conectar a Monterrey y en cualquier otro lugar.