En la historia de los premios de la Academia, iniciada a partir de 1929, varios directores, actores, actrices y también un guionista han preferido no recoger su galardón o incluso decidieron rechazarlo abiertamente.
Ha habido también quienes no están contentos con la premiación y menos con la idea de tener que pararse frente al público a recibir la estatuilla dorada.
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¿Quiénes son estos personajes y cuáles fueron sus razones para no recoger o rechazar su estatuilla? Aquí te lo platicamos.
—Dudley Nichols. Este guionista fue el primero en rechazar un Oscar. Fue galardonado en 1936 con la estatuilla por la película El delator, de John Ford; sin embargo, no la aceptó por diferencias gremiales con la Academia de Hollywood, ya que él era presidente del gremio de guionistas.
A pesar de su rechazo, fue nominado nuevamente por las siguientes películas: The Long Voyage Home (1940), Air Force (1943) y The Tin Star (1957). Finalmente, decidió cambiar de profesión convirtiéndose en uno de los periodistas más destacados del New York Post.
—Katharine Hepburn. Es la segunda actriz con más nominaciones en la historia del Oscar, pues alcanzó 12 y sólo fue superada por Meryl Streep, que cuenta ya con 18 nominaciones. Hepburn ganó cuatro premios en su carrera cinematográfica por Gloria de un día (1934), ¿Sabes quién viene a cenar? (1968), El león en invierno (1969). Sin embargo, no asistió a ninguna de las galas para recoger las estatuillas, sólo se presentó a una de las ceremonias de premiación para entregar el Oscar honorífico a un colega. Cuando le consultaban el motivo de su ausencia, su excusa era simple y concreta, no quería interrumpir sus vacaciones en Europa.
El legendario director John Ford (Especial)
—John Ford. Actor, director y productor de sus propias películas, se alzó con siete estatuillas a lo largo de su carrera, como director y productor, pero al igual que Hepburn, jamás acudió a las galas a recibir sus premios. La razón por la que no acudió a ninguna ceremonia es porque siempre “se encontraba pescando”.
Sus películas ganadoras fueron: El delator (Mejor director en 1935), Las viñas de la ira (Mejor director en 1940), Que verde era mi valle (Mejor película y Mejor director en 1941), La batalla de Midway (Mejor documental largo en 1942), Diciembre 7 (Mejor documental corto en 1943) y El hombre tranquilo (Mejor director en 1952).
[OBJECT]—Elizabeth Taylor. La gran diva de Hollywood fue una excelente actriz y una sufrida amante. Elizabeth encarnaba todos los atributos de una estrella de la pantalla. Uno de sus inolvidables papeles fue la alcohólica Marta en ¿Quién le teme a Virginia Woolf? (1966). Esta cinta le dio su segundo Oscar, sin embargo, la actriz se rehusó a asistir a la premiación después de que Richard Burton —quien también estaba nominado— la convenciera de no ir.
En marzo de 2003, Elizabeth rechazó la invitación que le realizó la Academia de presentarse en la entrega de premios. A diferencia de la vez anterior, ahora se debió a que era su forma de protesta ante la guerra de Irak.
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—George C. Scott. El actor se la pasó renegando de la premiación y la Academia por varios años. Su primera nominación la obtuvo en 1959 por Anatomía de un asesinato, de Arthur Hiller. La siguiente nominación la obtuvo en 1961 por El buscavidas de Robert Rossen. En aquella segunda ocasión, Scott, enfadado, se pronunció ante la Academia, asegurando no estar de acuerdo con que se ponga a competir a compañeros y pidió que retiraran su nombre oficialmente de las nominaciones.
Haciendo caso omiso a las peticiones del actor, la Academia vuelve a nominarlo en 1971, esta vez por su espectacular interpretación del general George S. Patton Jr. en la película Patton, de Franklin J. Schaffner. El actor volvió entonces a reclamar su derecho a renunciar a la nominación y criticó los premios “por ser dos horas de desfile de carne, una ostentación pública con trama de suspense por razones económicas”.
Pese a estas declaraciones, la Academia lo eligió ganador en esta categoría. La actriz Goldie Hawn, quien leyó el nombre del ganador en aquella ceremonia, se mostró sorprendida al anunciarlo. Scott no se presentó a recoger su trofeo, quien lo hizo fue el productor de la película, Frank McCarthy.
A George C. Scott no le parecía digno que los actores compitieran entre sí
—Marlos Brando. En 1973, en la edición 45 de los premios Oscar, Marlon Brando, conocido por su carácter rebelde, rechazó el trofeo que ganó por su interpretación de Vito Corleone en El Padrino, de Francis Ford Coppola. El actor envió a la ceremonia a una nativa americana, Sacheen Littlefeather, quien subió al estrado para rechazar la estatuilla y leer un discurso de parte del actor donde criticaba y mostraba su rechazo a la Academia por el maltrato que recibían los nativo-americanos y en las películas de Hollywood.
“Con mucho pesar, vengo a decirles que Marlon Brando no puede aceptar este generoso premio y esto se debe al trato que le da la industria cinematográfica y la televisión a los indios americanos y también por lo ocurrido recientemente en Wounded Knee (una masacre de indios en Dakota del Sur)”.
[OBJECT]Brando expresó: “Cuando fui nominado me pareció absurdo ir a la ceremonia de entrega de los premios. Resultaba grotesco festejar a una industria que había difamado y desfigurado sistemáticamente a los indios norteamericanos a lo largo de seis décadas, mientras en aquel momento 200 indios se hallaban sitiados en Wounded Knee”.
Años atrás, en 1955, Marlon Brando sí había aceptado el reconocimiento de la Academia, que le había dado su primera estatuilla como Mejor Actor por La ley del silencio, de Elia Kazan. Aquella vez el actor estaba tan emocionado y sorprendido por el triunfo que olvidó el discurso que tenía preparado en caso de salir ganador.
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—Paul Newman. Fue uno de los últimos actores de la época dorada de Hollywood, pero tardó mucho en ser reconocido por la Academia, que finalmente le otorgó el Oscar a Mejor Actor en 1986 por su papel como el intrépido jugador de billar, Eddie Fast Felson en El color del dinero (1986) de Martin Scorsese.
Newman fue nominado en diez ocasiones por sus actuaciones, pero hasta entonces sólo había ganado un Oscar Honorífico en 1985 (un año antes le dieron el premio a Mejor Actor). Aunque dicho premio reconocía su carrera, no fue a aceptarlo. En una conferencia dijo: “Es como perseguir una hermosa mujer por 80 años. Y finalmente cede, y uno dice: ‘Lo siento mucho, pero ahora estoy muy cansado’”. El actor falleció en septiembre del 2008.
Woody Allen, el eterno ausente de la ceremonia (Especial)
—Woody Allen. El gran ausente de la noche del Oscar siempre ha sido el introvertido Woody Allen, quien en más de una ocasión ha mostrado su desinterés por la premiación de la Academia. Es ya una costumbre que el reconocido, actor, director, guionista y músico no esté presente en las galas. “De verdad siento que no saben lo que hacen, cuando veo que grandes artistas no ganan este premio, veo lo insignificante que es”, declaró el cineasta en alguna ocasión.
Con más de 20 nominaciones en toda su trayectoria, Allen ha ganado cuatro estatuillas doradas. Su ausencia más notoria fue en la ceremonia 50 de entrega de los premios Oscar, en 1978, ya que decidió no ser parte de la gran noche su cinta Annie Hall, película protagonizada por él mismo y por Diane Keaton.
Cuando comentó el motivo de su ausencia en aquella gala, mencionó que se encontraba en el Michaels Pub de Manhattan tocando el clarinete, como todos los lunes.
La única vez que Woody Allen se presentó en los Oscar fue en la gala del 2002, con el único fin de rendir homenaje a la ciudad de Nueva York luego del atentado del 11 de setiembre del 2001.
AG