Al hablar del tema que estrenará el próximo jueves, “Ni alcatraces, ni estampidas”, Tessa Ia se emociona, porque aunque la música fue un rubro en el que entró “simplemente por una necesidad de expresar sus sentimientos”, la positiva reacción que ha tenido el público la motiva para seguir haciendo de ese gusto parte de su profesión. La otra es la actuación, que influenciada por la experiencia compartida con su mamá (la también actriz Nailea Norvind), se ha ido desarrollando al grado que ahora la mantiene ocupada en Bogotá grabando la serie De brutas nada, el remake de …, como lo comenta a través de la vía telefónica.
¿Viene un estreno musical?
Sí se llama “Ni alcatraces, ni estampidas”, es una colaboración con Luis Humberto Navejas de Enjambre y es superespecial contar con su presencia, porque así como tengo una colaboracióncon Carla Morrison, en este lo busque a él, porque ellos dos fueron los primeros músicos que me abrieron las puertas y que se me acercaron de una manera muy chida sin conocerme, porque les latió mi proyecto.
En su momento, Carla Morrison me invitó a abrirle el Metropólitan, y Luis Humberto me invitó a cantar con ellos (la banda Enjambre) en una sesión de Indie Rocks la canción “Detestame”.
¿De qué va la historia de tu canción?
La génesis es como el primer amor, pero más allá de cantarle al primer amor, tiene que ver con que cuando terminas esa relación, es como esa persona se sigue manifestando de diferentes maneras, pero ya no es la persona como tal, sino la idealización que tú te construyes de lo que solía ser ese amor.
¿Es inspirado en algo real?
Siempre que escribo lo hago desde mis propias vivencias, desde mis demonios, como que tengo una mitología, de hecho en este EP, los que conocen mi primer disco Correspondencia, saben que siempre he escrito como muy surreal porque está lleno de metáforas y cosas extrañas. Entonces creo que van a poder recuperar un poco de esas canciones, porque retomo ese universo desde el que escribo.
¿Cómo valorarías tu faceta como cantante?
Ha sido toda una experiencia, es increíble ver hacia atrás y poder ver un cierto camino recorrido, poder ver y decir: ‘Yo he hecho esto y no es poca cosa’, pero sin duda, tampoco siento como que ya llegué a mi limite, siempre he tratado de hacer más, ver a dónde puedo crecer y prepararme más. Recientemente he recordado cómo empezó todo. Cuando hice mi primer disco, no lo hice pensando que le fuera a gustar a nadie, sino como algo que iba a hacer para mí. Yo no tengo una forma de cantar increíble, no soy Celine Dion, pero sí tengo cosas que decir y cosas que compartir, y este es el medio que encontré, y el recibimiento ha sido hermoso e invaluable, y eso adquiere otro valor. Porque yo escribo para mí, pero una vez que la gente se empieza a apropiar de las canciones, la experiencia se vuelve mil veces más profunda.
Como actriz, ¿qué estás haciendo?
Llevo tres meses y medio viviendo en Bogotá filmando una serie que se llama De brutas nada, es un gran proyecto que salga el año que viene.
¿Cómo eliges un personaje, qué debe tener para decir sí?
Busco que el personaje me llame, puede ser algo superpequeño, como un detalle que lea y me identifique con eso ya sea en el pasado, en el presente o en el futuro. Varía mucho, es como si te susurraran al oído. Cuando siento eso digo sí.
En la actuación, ¿quién ha sido tu maestra?
Mi mamá (Nailea Norvind) ha sido mi mejor inspiración desde chiquita, vivír con ella en los sets me hizo meterme en esto desde muy pequeña, y sus consejos a la vez han sido muy libres y muy respetuosos, como que tomando en cuenta mi propio camino. Pero ella siempre me ha impulsado a ver lo que quiero decidir por mí misma, qué personajes quiero hacer. Y sobre todo la cantidad de cine y teatro que ella nos hizo ver a mi hermana y a mí creo es lo que más nos llevo a hacer lo que hacemos.
¿Qué otras pasiones tienes?
Me gusta mucho leer, devoro libros, me gusta escribir, pintar, cualquier cosa que tenga que ver con la inspiración y alimento artístico, todo eso, ir a museos, al teatro.
Si tuvieras que definirte, ¿cómo lo harías?
Diría que soy bien rara, soy muy cambiante, todos los días trato de ver cómo me siento, y de acuerdo, a eso es cómo me visto;un día me visto superdarketa, al otro día superelegante, al día siguiente superbohemia, creo que soy todas esas cosas, luego nos tratamos de etiquetar demasiado en ciertas cajitas y no nos permitimos ser una extinción de lo que somos o podemos ser”.