A través del auricular Adal Ramones se escucha con la voz más gruesa que de costumbre, es el efecto del esfuerzo que ha hecho en las últimas semanas en la obra Dos más dos, la cual presenta en gira en diversos escenarios del país y los fines de semana en el teatro Jorge Negrete.
El éxito que ha conquistado en el montaje de Sergio Gabriel, el cual comparte con Consuelo Duval, Mauricio Islas y Mónica Dione, lo tienen feliz, aunque reconoce que ha pagado el precio “subiendo y bajando del avión, durmiendo poco y hasta con la comida de room service”, a la que no se acaba de acostumbrar.
Sin embargo, “el aplauso del público” y “el buen pago” que ofrece el teatro “cuando tienes un nombre y jalas taquilla”, le permiten pasar por alto esos detalles, e incluso no extrañar la tv; aunque en un dejo de sinceridad comparte que está negociando su regreso a la pantalla chica con Televisa y que, si hay arreglo, en octubre volverá con su talk show.
Con tu participación en la telenovela “Por amar sin ley”, aunque es una actuación especial, regresas a la tv, donde viviste una etapa muy exitosa con “Otro rollo”; ¿qué opinas de la televisión que se hace actualmente y la competencia que hay para ganar la audiencia ante tantas opciones de entretenimiento?
Creo que todo se está acomodando ahora con el streaming, si la gente quiere ver una serie a las 4 de la mañana, lo puede hacer en plataformas como Netflix; pero la tv sigue quedándose con un pedazo del pastel. Yo creo que no va a ser raro ver que Televisa se va asociar con empresas como Fox, y van a surgir las coproducciones. Y Televisa, junto con Azteca y con otras televisoras grandes de otros países, va a tener que retomar con fuerza y adueñarse de ciertos horarios, pero es cierto… la televisión cambió.
Sin embargo, sí creo que vendrá una revancha, vendrán cosas que solo se pueden ver en la tele y que la repetición se verá después en una OTT. La pantalla prepara una revancha con la que tendrá que volver a ganar terreno. Sin embargo, la segmentación del público era obvio que ocurriera.
¿Extrañas la televisión, qué ha pasado contigo, cómo te has comportado estando fuera de la pantalla?
Nunca extrañé regresar a la tele, me siento tan a gusto haciendo cine, teatro... desde que salí de la tele, me tocó hacer obras como Los productores, Tiro de gracia, con Juan Carlos Colombo; me tocó hacer una gira impresionante, que nunca lo hubiera creído, con El Tenorio cómico. Hacíamos shows para 2 mil personas, y ahora la Dos más dos con Consuelo Duval, Mauricio Islas y Mónica Dione, tanto en el teatro Jorge Negrete, como en gira entre semana. Siempre he estado en vivo, que es lo que a mí me gusta y lo que hoy te deja más dinero.
Y en cine, ahora estoy con los hermanos Rovzar, Billy y Fernando, en esta versión mexicana de la cinta más taquillera rusa, que se llamó Gorko, en español Hasta que la boda nos separe, que estrenó el viernes pasado y es la ópera prima de Santiago Limón. Es una película divertida, que se suma a la ola de comedia que se está dando en el cine mexicano.
¿Qué personaje realizas?
Me toca interpretarme a mí mismo, pero en farsa; entonces, extrañar la tele no ha ocurrido, y me han llamado para regresar, para retomar mi talk show en octubre en Televisa…
¿Lo harás?
Les dije que el gran error de hace dos años (cuando volvió con su programa a la tv), fue que me quisieron meter pregrabado en sábado, sobre todo luego de haber estado en vivo y entre semana. Ya les dije, que si está en vivo y entre semana, va. Pero hay un elemento más que necesito, que es la libertad de expresión. Si vamos hacer tv con tanta censura que nos imponen, sobre todo en los talk shows… a mí me pasó en Adal, el show… porque competir con los celulares, con el internet… no puedes competir con los vlogueros que dicen lo que se les da la gana; y nosotros, entiendo que es por los intereses creados, que se tienen… debes tener mucho tacto y estar todo el tiempo con pincitas; pero así no puede hacerse lo mismo que hacía en Otro rollo.
En el programa podía hablar y hablé, en el monólogo, de cuando chocó el hijo de AMLO en un coche oficial, hice un sketch de Carlos Salinas de Gortari; o sea no puede ser que tuve más libertad en aquel entonces que hace dos años cuando regresé con Adal, el show, que no podía decir nada. Entonces, si no puedo decir nada y voy pregrabado para cuidar que no diga nada, y va en sábado… para qué regreso. Mi alegato con Televisa es en ese sentido, de ir en vivo, entre semana y con libertad de crítica y comedia. Pero si no hay eso, seguiré sin hacer televisión.
¿Y qué te dicen?
Que me dan esa libertad, pero hasta que yo no vea claro, pues no. Ya me volvieron a decir este fin de semana, me habló uno de los altos ejecutivos de la empresa. Pero me tienen que asegurar que tendré libertad de hacer comedia y crítica política también, como lo hacía en Otro rollo.
El público exige que se pueda hacer comedia más libremente. No puede ser que solo se esté haciendo la parodia de El privilegio de mandar. Felipe Calderón no quiso que se parodiara su figura presidencial; entonces, todo su sexenio no se pudo hacer nada, se lo exigió a la televisión. Sin embargo, en el sexenio de Vicente Fox, sí pudimos hacer parodia de todos. Pero después se cortó con Felipe Calderón y con Peña Nieto, aunque en esta última etapa del presidente si se le está parodiando, porque ya no quedaba de otra. La tele misma se puso la soga al cuello al decir: ‘No hables de esto, no hables de aquello’. En Otro rollo, yo preferí mil veces que me regañaran, no sabes al otro día las llamadas, me hablaba todo mundo para jalarme las orejas, pero no podían quitarme porque el programa tenía mucho éxito.
¿Nunca te mareaste con el éxito de “Otro rollo”?
Yo creo que a todos nos ocurre, afortunadamente tenía un ancla que me ayudó a no hacer disparates, solo tuve algunos, pero son contados. Me ayudó mucho el estar casado, tener una hija y el que el éxito me llegó ya estando muy grande. Sin embargo, si llega un momento en que te puede marear. Sí llegué a resbalar con la cascara de plátano del éxito en dos o tres ocasiones, fueron contadas, pero quién no. El que pudiera criticarlo es porque no lo ha tenido.
Ahora la apuesta está más por el actor, ¿no?
Sí, siempre ha sido el estar en escena, en giras en Canadá, EU, Centro y Sudamérica con mis monólogos y luego trabajando con televisoras de otros países, hice un programa en Colombia, y ahí pagan honorarios muy buenos, aunque no hay nada que pague más que los shows en vivo o hacer teatro. En teatro, si tienes un nombre, te pagan más que en programas matutinos de la televisión, porque jalas la taquilla y te va bien.
¿Eres un hombre feliz?
Muy… es más, tienes que ir en busca de la felicidad… de que este armonioso tu matrimonio, que estén bien tus hijos, que esté bien todo en tu trabajo. Aunque la felicidad es tan ambigua, que de repente dices: ‘¿Cómo puedo ser feliz?’ Pero la felicidad la tienes que ir construyendo, no llega. Y no es ni dinero, yo he visto gente con muy poco dinero o casi nada y siempre están con una sonrisa. Ahora que fue el Teletón, vi a gente en silla de ruedas y estaba feliz. Y digo ¿Qué es la felicidad?, tampoco es pura salud. No sé, pero ahorita estoy queriendo escribirle a la cigüeña con mi esposa para tener un bebé, un hermanito para mis dos hijos mayores.