En el legado que el cantante y compositor Johnny Cash dejó a su familia figuraban poemas y bocetos de canciones que dieron lugar a Eternas palabras. Los poemas inéditos (Sexto Piso, 2017), libro editado por su hijo, el también músico John Carter Cash, y el poeta Paul Muldoon. En una hoja de papel arrugado apareció “Mi canción”, una especie de declaración de principios del icono de la música country —aunque también abordó con fortuna otros géneros—: “Nací para cantar/ Pero no al viento o al espacio/ Sino al corazón de la gente/ Y a los oídos de la gente/ Es un don de Dios/ y ruego por usarlo / Y cantarle al corazón / Y cantarle a los oídos”.
A casi 21 años de su muerte, Cash vuelve a cantarle al corazón de la gente con la edición de Songwriter (Mercury Nashville/UMe, 20024), disco que revive 11 canciones realizadas como demos en 1993 en los estudios LSI de Nashville. Tras escuchar las cintas que fueron recuperadas de una bodega, Carter Cash y el productor David Fergie Ferguson decidieron extraer la voz y dar nueva vida a las canciones. Para ello se contó la participación del guitarrista Marty Stuart y el fallecido bajista Dave Roe —ex colaboradores de Cash—, así como el guitarrista Dan Auerbach, el baterista Pete Abbott, el organista y pianista Mike Rojas y otros músicos, entre ellos el propio hijo del cantante.
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Songwriter recupera la esencia de Cash en un buen periodo de su vida, ya que tiempo después retomaría su carrera con gran enjundia a través de las grabaciones para el sello American Recordings.
En “Hello Out There” muestra su preocupación por curar a un planeta que falla “en esta batalla final por la vida y la paz”, mientras que “Drive On” es una diatriba contra la guerra de Vietnam. Si en “Spotlight” muestra las heridas de una relación fallida, también hay canciones esperanzadoras, como “I Love You Tonite”.
La fortaleza de la mujer forma parte de su lírica, como en “She Sang ‘Sweet Baby James’”, que hace referencia a una canción de James Taylor, y en “Poor Valley Girl” destaca la fuerza de su segunda esposa, la cantante y actriz June Carter, hija de Maybelle Carter, la gran estrella de la música country, y madre de John Carter Cash.
Ante la pregunta de por qué Johnny Cash es relevante en nuestros días, David Fergie Fergurson se toma su tiempo antes de responder: “Nunca me habían hecho esa pregunta, yo creo que la gente está hambrienta de música country auténtica. Hay muchas canciones en este disco que se refieren a cosas que suceden ahora. ¡Es una pregunta difícil, hermano! ¿Por qué es relevante? Bueno, todo el mundo ama a Johnny Cash y creo que la gente extraña su canto”.
Y esto no incluye sólo a quienes escuchan country, sino también rock, pop y otros géneros.
Gracias a Rick Rubin, quien produjo sus discos para el sello American Recordings a mediados de los 90, la carrera de Cash revivió. Pienso que Johnny trasciende todos los géneros y, además, es muy auténtico. Podría ser tu papá cantando para ti. Simplemente es muy querido.
Además de colaborar con él en los 80, usted fue ingeniero de grabación para los discos de American Recordings, ¿cómo era trabajar con él?
Era el hombre más amable que pudieras conocer, un tipo muy generoso. Trabajaba muy duro, siempre era puntual y esperaba lo mismo de todos los demás. Siempre era verdaderamente dulce y gracioso, contaba un buen chiste o esperaba escuchar otro que le hiciera reír. Colaborar con él fue el mejor trabajo que he tenido. Era mi héroe de niño y tuve la suerte de trabajar con él, nunca decepcionaba.
¿Cómo se recuperaron las cintas y cómo fue grabar sobre la voz de Cash?
Estaban en el estudio LSI en Nashville; por suerte las habían almacenado realmente bien. La grabación de la voz de Johnny es excelente, me imagino que el ingeniero fue Mike Daniels, quien hizo un gran trabajo. Las cintas eran demos, así que Johnny grabó las canciones como referencia para escucharlas más adelante y hacer cambios o lo que fuera. Pusimos las cinta con la voz, unimos nuestras manos y creamos el sonido para cada canción. En algunas hicimos cambios porque él no tuvo tiempo de rehacerlas, pero no hicimos nada que les quitara su esencia. Las actualizamos, tratando de no echarlas a perder (risas).
¿Cómo fue volver al estudio que Johnny Cash construyó en 1979?
Para mí ese lugar tiene magia. Grabé mucho a Johnny en Cash Cabin, y John Carter Cash estuvo en esas sesiones. Todavía puedo verlo sentado con su guitarra, listo para cantar. Le encantaba grabar ahí. El lugar tiene grandes vibraciones y yo me siento en casa; fue una gran experiencia hacer finalmente un proyecto con John Carter Cash. Hemos sido amigos desde hace muchos años. Nunca habíamos hecho un disco como éste, en el que ambos estuviéramos muy involucrados. Fue muy divertido, la pasamos muy bien.
¿Cuáles son sus expectativas sobre el disco?
Espero que a la gente le guste. Hay algunas canciones de amor y hay otras más pesadas, como “Drive On”, que se refiere a Vietnam. Es música para gente que sabe que no se trata de algo falso, sino que están ante el verdadero Johnny Cash, un cuate genuino. Es un disco para gente que lo acepta como es y lo disfruta en estos tiempos en los que no se sabe lo que es la música country. Yo ya no sé lo que es, no es exactamente lo que a mí me gusta. Tratan de diseñarla para llegar a la gente joven, y yo lo entiendo, pero para gente como yo, que creció con la música de principios de los 60, fines o mediados de los 50, la de ahora no nos atrae mucho. Es demasiado computarizada, no tiene melodías profundas; básicamente todo suena igual. Incluso la música alternativa me gusta más, pero me resulta difícil escuchar el country o el pop que se hace actualmente.
Por eso es tan importante escuchar una voz como la de Johnny Cash.
Estoy totalmente de acuerdo. En nuestro tiempo es muy importante escuchar este tipo de voces; Johnny canta una sola nota y ya sabes quién es, es muy reconocible.
Y además
David FergusonProductor
Músico, productor e ingeniero de grabación, David Ferguson inició su carrera a mediados de los 80 y ha trabajado con músicos como Jack Clement, John Prine, Charley Pride, U2 y muchos otros. Además de colaborar con John Cash en los 80, fue el ingeniero en los discos que revitalizaron su trayectoria en los 90, los cuales iniciaron con American Recordings. Después siguieron American II: Unchained, American III: Solitary Man, American IV: The Man Comes Around, American V: A Hundred Highways y American VI: Ain’t No Grave. En 2003, meses después de la muerte de Cash, se lanzó Unearthed, caja de cinco discos con versiones alternativas de los cuatro primeros álbumes. También cuenta con el disco My Mother’s Hymn Book, con canciones de música góspel que luego se editó por separado.