Cuando Michael Gracey evoca a Robbie Williams piensa en un “hombre del espectáculo”.
Gracey, que dirigió el musical cinematográfico de 2017 El Gran Showman, tiene cierta experiencia en centrar un largometraje de gran presupuesto en torno a un artista capaz de hacer trabajar a una multitud. Su última película gira en torno a Williams.
Better Man sigue el ascenso del cantante hasta convertirse en una de las mayores estrellas británicas de la década de 1990 y principios de los 2000, cuando parecía un fijo en las listas de éxitos y en los tabloides.
Williams solía hacer guiños a su imagen pública de chico malo y fanfarrón en canciones de éxito extravagantes y alborotadoras como Let Me Entertain You. Pero nunca tuvo éxito en Estados Unidos, y al hacer una película biográfica de Williams, Gracey dijo que era consciente de que “en Estados Unidos se preguntan: ¿quién es este tipo?”.
La solución de Gracey fue representar a la estrella del pop como un primate hecho con imágenes generadas por computadora (CGI, por sus siglas en inglés). “Si no hubiera sido capaz de descifrar esa idea —confirmó el director australiano—, no habría hecho la película”.
En la cima de su fama, Williams luchó abiertamente contra la depresión y la adicción, lo que se describe con crudo detalle en la película.
En una entrevista en video, Williams, de 50 años, dijo que Better Man trataba de “soportar y superar” experiencias cercanas a la muerte, el abuso de sí mismo y el síndrome del impostor —sonrió con complicidad—. Es un musical muy moderno”.
Los inicios del cantante
Williams nació en Stoke-on-Trent, una ciudad industrial de las Tierras Medias Occidentales de Inglaterra.
En 1990, a los 16 años, se presentó a una audición para formar parte de Take That, un grupo de cinco músicos que se convirtió en una de las mayores bandas británicas, con ocho sencillos en el primer lugar de las listas.
Mientras crecía en Australia, Gracey recordaba a Williams como el miembro de la banda del que todo el mundo hablaba. “Era innegable que tenía carisma, encanto y descaro”, dijo.
En 1995, en la cima de la fama del grupo, Williams se había ganado una reputación de juerguista, y generó polémica por bailar borracho en el escenario de Glastonbury durante una actuación de Oasis. Semanas después, le echaron de Take That. La banda se separó en 1996 y, tras el anuncio, la organización benéfica para la prevención del suicidio, Samaritans, creó una línea de atención telefónica para fanáticos adolescentes angustiados.
La periodista musical británica Miranda Sawyer comparó el atractivo de Williams con el de otro atrevido chico del norte: Harry Styles de One Direction.
Entrevistó a Williams en 1996, poco después de que dejara Take That: “Era bueno en las entrevistas, actuaba muy bien y gustaba a muchas mujeres”. Sawyer dijo que también le sorprendió su vulnerabilidad. Después de la entrevista, “estaba preocupada por él. Me dieron ganas de llamar a su madre”.
En Reino Unido, el cantante ha tenido un total de 14 álbumes número uno —solo superado por los Beatles— y ha ganado más premios BRIT, el equivalente británico a los Grammy, que ningún otro artista.
Ahora, con el lanzamiento de Better Man, Williams dijo: “Quiero volver a ser omnipresente y disfrutarlo esta vez”.
Después de Take That, Robbie tuvo una carrera en solitario de enorme éxito. Sus canciones más conocidas, como Angels, Millennium y Feel, tienen una calidad de himno, con estribillos elevados y agradables para el público, adecuados para giras por estadios y cabinas de karaoke.
Sawyer describió Angels en particular como “ineludible”, trascendiendo el género para convertirse en “una canción que la gente toca en bodas y funerales”.
Cuando Williams tocó en el Bowery Ballroom (1999), Jon Pareles, del Times, escribió que “sus canciones y su voz recuerdan con orgullo a los Rolling Stones, David Bowie y, sobre todo, a los Beatles”. Pareles describió las letras del cantante como “enamoradizas, coquetas y atrevidas, que mezclan sentimentalismo y autoayuda con sentido del humor”.
Estrella internacional
Robbie Williams ha tenido éxitos en primer lugar de las listas en Reino Unido, Irlanda, Argentina, Brasil y Nueva Zelanda, entre otros países. En Australia, Gracey dijo que “cuando Robbie sacaba un álbum, definitivamente no podíamos escapar de él”.
Williams estrenó Swing When You’re Winning, álbum de 2001 con versiones al estilo Rat Pack (el mismo que tenía un grupo de cantantes como Frank Sinatra o Dean Martin), y en 2002, a los 28 años, firmó con EMI un contrato de seis álbumes que batió el récord de 80 millones de libras esterlinas.
Publicó álbumes en Estados Unidos, pero a diferencia de otras estrellas británicas de los 90, como las Spice Girls, aterrizó con poca repercusión. Los comentaristas británicos consideraron el álbum de 2002, Escapology, como un intento de abrirse camino en EU, pero Williams dijo que nunca le gustó esa narrativa.
“Se supone que tienes que desearlo y necesitarlo”, expresó Williams sobre el éxito en Estados Unidos, y añadió que había decidido no promocionar sus discos en ese país para poder vivir allí en el anonimato y proteger su cordura.
“Si hubiera logrado el éxito en Estados Unidos, no sé si estaría en el planeta”, compartió.
La película biográfica
Michael Gracey conoció a Williams en una fiesta en 2015 y entablaron una amistad. El director se interesó por hacer una película sobre Williams cuando escuchó algunas de las historias del cantante, y le preguntó si podía grabarlo contándolas; empezó a redactar un guion basado en 12 horas de grabaciones de audio.
Sin embargo, Gracey dijo que cuando presentó “el concepto del mono” a los posibles financiadores, incluso los “más aventureros” se mostraron dubitativos. Sería una apuesta cara, ya que el CGI duplicaría el presupuesto de la película. El mono, dijo, también eliminaba cualquier oportunidad de asegurar a los patrocinadores que la película seguía una fórmula probada.
- Te recomendamos Celia Lora confiesa que besó a Ricky Martin y Robbie Williams Famosos
¿Por qué un mono?
Creativamente hablando, las películas musicales sobre la vida de alguien eran un camino trillado, dijo el director, y él quería hacer algo diferente.
Escuchando las grabaciones de Williams contando sus historias, a Gracey le llamó la atención la cantidad de veces que el cantante se refería a sí mismo como “un mono artista”.
En la película, el mono tiene los ojos del propio Williams, y aunque el actor Jonno Davies se encarga de la captura de movimiento y la actuación de voz del chimpancé, el cantante narra la historia.
Williams dijo que la ventaja de ser representado por un mono CGI era que todo el mundo hablaba de él. El próximo verano, Williams empezará una gira europea, y aseguró que la expectación en torno a la película “lo impulsa todo”, en lo que se refiere a la venta de entradas.
El inconveniente fue que hace poco se sorprendió a sí mismo “poniéndose ligeramente celoso de la atención que estaba recibiendo el mono”. Describió un momento de locura: “Me dije: “¿Y si el mono tiene más éxito que yo en Estados Unidos?”.
Better Man se centra en la primera parte de la carrera de Williams, desde su infancia hasta principios de la década de 2000.
“Las partes más jugosas de mi historia son las del principio, las de la fama y la adicción”, aseguró Williams, que ahora vive entre Londres y Los Ángeles con la actriz Ayda Field, con quien se casó en 2010. “Una versión de Realmente amor en la que yo conociera a mi esposa sería una película diferente. No creo que mucha gente hiciera fila para verla”, añadió divertido.
Dijo que la historia de Better Man, una vez terminada la película, es la de “alguien que no ha terminado de aceptar el hecho de que es alcohólico y adicto”.
Aunque “se puso a buscar escapatorias” y retrasó su recuperación, ahora la historia es distinta: “Soy un adicto feliz, recuperado, con cuatro hijos. Ahora soy un hombre mejor”.
c.2024 The New York Times Company