El nombre de Roger Waters estará ligado siempre a la lucha social y en su paso por Monterrey no fue la excepción, y aunque tuvo un retraso de casi dos años debido a la pandemia del covid-19, anoche el británico se reunió con los regios.
La presentación fue parte del This is not a Drill Tour, cuya puesta en escena impresionó a los asistentes con 8 pantallas gigantes que formaban una cruz y que sirvieron como guía para que más tarde, cuando el show comenzó, entender los temas que el cantante tocaría.
El reloj marcó las 21:00 cuando en las pantallas apareció el primer aviso: “El show comenzará en 15 minutos”, algo que cumplió al pie de la letra, pues tras el tiempo establecido comenzó a sonar el primer tema “Comfortably numb”.
Posteriormente las pantallas se levantaron y fue entonces que en una de las esquinas del escenario central apareció el cantante de 79 años, causando la euforia de los ahí presentes, quienes fueron premiados con “Another brick in the wall, part II” y “Part III”.
Cabe señalar que para la tercera canción ,"The powers that be", se reflejaron en la pantalla casos de abusos policiales en donde las víctimas habrían perdido la vida, resaltando como primero dos casos de Monterrey, y posteriormente hablando de estos mismos sucesos en otros países como Irán, China, Estados Unidos y Guatemala.
Roger Waters dejó su guitarra y se trasladó a su piano, en donde continuaría con su repertorio musical, tanto solista como del extinto grupo Pink Floyd.
“Se supone que hace dos años debí estar aquí con ustedes, pero el covid no lo permitió, no importa porque ya estoy aquí”, señaló el cantante, provocando los aplausos de los presentes.
El cantante también alzó la voz por las mujeres: “Muchas mujeres piden ayuda, pero no la escuchan”.
“Wish you we here”, fue sin duda una de las canciones más coreadas por los presentes, y en la cual manejó un nuevo mensaje en contra de la guerra, señalando como culpables a diversas personalidades del ámbito político.
Durante el receso musical, iniciado a las 22:20, apareció un conocido personaje por los fanáticos de Roger Waters: el clásico cerdo, en donde justo en el estómago lanza consignas sociales, siendo el de este concierto haciendo referencia a la pobreza.
Al filo de las 22:40 cayeron 8 banderines largos al filo del escenario con el símbolo del trabajo, en la escalera se vio a un cantante enfundado en una gabardina negra y acompañado por dos personas caracterizadas como policías especiales. “In the flesh” fue el tema con el que inicio la segunda parte.
La presentación del británico se extendió casi hasta la medianoche; a diferencia de otros conciertos se añadieron más bocinas para un sonido perfecto y así el público pudiera meterse en la experiencia musical de Roger Waters, quien ya anunció su adiós para 2023.