J.K. Rowling publicó este miércoles un texto de 3 mil 600 palabras en el que defendió su postura sobre las personas trans y aseguró que lleva tiempo interesada en el tema y leyendo textos al respecto, por lo que considera tener el derecho de elaborar y publicar sus reflexiones.
La escritora compartió el texto vía Twitter junto a la frase "TERF wars", en alusión a la palabra con la que ha sido criticada entre los defensores de las personas trans. Dicha palabra es un acrónimo de la expresión Feminista Radical Transexcluyente. Además de cuestionar el uso de la palabra, al considerarla un insulto más contra las mujeres, Rowling escribió sobre ciertos casos de personas trans que ha conocido.
"Ejemplos de las llamadas TERF van desde la madre de un niño gay que temía que su hijo quisiera hacer la transición para escapar del acoso homofóbico, hasta una señora mayor no feminista que prometió no volver a visitar a Marks & Spencer porque están permitiendo que cualquier hombre que diga que se identifica como mujer (pueda entrar) en los vestidores de mujeres", escribe Rowling en su ensayo.
Con el segundo ejemplo, la escritora retoma un discurso que asegura que el permitir el acceso de mujeres trans a baños de mujeres representa un peligro, una idea ampliamente discutida y sobre la que diversos estudios afirman que no hay evidencia de que políticas trans inclusivas conduzcan a mayores ataques o acoso en instalaciones públicas.
En California, Estados Unidos, por ejemplo, el Instituto Williams sobre Derecho de Orientación Sexual e Identidad de Género y Políticas Públicas estudió el impacto del Proyecto de Ley 2407, que permitió el acceso a las personas trans a los baños según el género con el que se identifican. Los investigadores compararon el número de incidentes como acoso, delitos sexuales o de vouyerismo cometidos en paños públicos o vestidores, previo a la aprobación de políticas trans inclusivas y posterior a su aplicación: hallaron que la cifra no sólo no aumentó, sino que disminuyó.
El estudio fue publicado en julio en la revista Sexuality Research and Social Policy. "Los temores de una mayor violación de la seguridad y la privacidad como resultado de las leyes de no discriminación no se basan empíricamente", concluye la investigación.
Las preocupaciones de Rowling
A lo largo de su texto, Rowling vuelve a defender al sexo como algo "real" y asegura que "irónicamente, las feministas radicales ni siquiera son transexclusivas: incluyen a los hombres trans en su feminismo, porque nacieron mujeres", una afirmación nuevamente cuestionada por la población trans, sobre todo por hombres trans, quienes no están de acuerdo en ser catalogados como personas que "nacieron mujeres".
“Me niego a doblegarme ante un movimiento que creo que está haciendo un daño demostrable al buscar erosionar a la ‘mujer’ como una clase política y biológica y al ofrecer una tapadera a predadores como pocos lo hicieron antes”, apunta.
La escritora expone que debido a sus actividades filantrópicas, con las que ayuda a mujeres y niños, tiene "profundas preocupaciones sobre el efecto que el movimiento de derechos trans está teniendo", pues, señala, se busca "erosionar la definición legal de sexo para reemplazarla por género".
Asimismo, la escritora hace hincapié en que ha tenido conocimiento de personas que se arrepienten de su transición. "Me preocupa la gran explosión de mujeres jóvenes que desean hacer la transición y también el número cada vez mayor de personas que parecen estar detransituando (volviendo a su sexo original), porque lamentan haber tomado medidas que, en algunos casos, han alterado sus cuerpos".
Rowling y su pasado
Al hablar del tema, Rowling hace un paréntesis para hablar de su pasado, en el que vivió abuso doméstico y agresión sexual. A partir de ello, expone que esta situación de desventaja podría ser una especie de móvil para lo que ella llama mujeres de nacimiento deseen realizar una transición.
"Los escritos de jóvenes transgénero revelan a un grupo de personas notablemente sensibles e inteligentes. Mientras más leía sobre su disforia de género, con sus descripciones perspicaces de ansiedad, disociación, trastornos alimentarios, autolesiones y odio a sí mismos, más me preguntaba si, de haber nacido 30 años después, yo también hubiera intentado la transición. El atractivo de escapar de la feminidad habría sido enorme", considera.
"No he escrito este ensayo con la esperanza de que me compadezcan, ni siquiera un poco", escribe en la conclusión de su artículo, describiéndose a sí misma como "extraordinariamente afortunada".
"Sólo he mencionado mi pasado porque, como cualquier otro ser humano en este planeta, tengo una historia compleja, que moldea mis miedos, intereses y opiniones".