Santa Evita no era una serie que se podía hacer si no se hacía en serio. Por eso el director Rodrigo García tardó años en lograr ver realizado este proyecto que ahora tiene a enormes talentos como Natalia Oreiro (NO), Francesc Ornella (FO) y Ernesto Alterio (EA), con quienes MILENIO tuvo la oportunidad de platicar antes de la gran premier que se llevará a cabo en el mismo Teatro Colón en Buenos Aires.
El thriller, explicado perfectamente por los actores, toma elementos reales de la historia de Argentina, basado en la desaparición del cuerpo de Eva Perón por casi dos décadas a manos de los enemigos políticos que ella y su marido, el presidente Juan Domingo Perón, siempre tuvieron; nos narra una historia de pasiones, polarización, intriga, periodismo, rencores, amores profundos y hasta fetiches extraños. Hablamos con los protagonistas de Santa Evita respecto a la batalla por poseerla, sobre todo después de su muerte.
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La historia de Evita a veces parece irreal. ¿Esta es una versión biográfica o es una ficción?
NO. Esta es una serie biográfica basada en la novela de Tomás Eloy Martínez, que está fundamentada en hechos reales pero que se va a la ficción. Una novela que recrea en teoría lo que había pasado con el cadáver, el cuerpo sin tumba de Eva, y también te cuenta un poco de lo que pasó antes de su vida. Así que tiene parte de realidad y parte de ficción. Ahora, el mito de la realidad, quién sabe qué es cada cosa.
Esta es una versión muy distinta, por ejemplo de Juan Domingo Perón, de la que hemos visto reflejada en otros lados.
NO. Claro, porque esta es la visión de Tomás Eloy Martínez, un escritor que no era peronista, al leer la novela uno se puede dar cuenta de que también estaba fascinado con la figura de Eva. Me parece que es una novela muy actual. Para Argentina la figura de Eva no solo fue importante por su influencia política, sino por lo que tantos directores han hecho con su imagen. Lo mismo pasa con la figura, por ejemplo, del Che. Para los suyos es muy importante y en el resto del mundo acaba siendo una camiseta.
Personajes como el médico generaron relaciones muy particulares con ella, especialmente después de su muerte.
FO. El doctor Pedro Ara (que interpreta) sí existió. Otra cosa es que en la novela haya gozado de cierta ficción. Pero existió, era el médico a quien llamaron para embalsamar el cadáver de Evita y fue un trabajo muy especial para él, se obsesionó, pero lo hizo con su resultado profesionalmente hablando. Con la perfección de su trabajo respecto al cuerpo de Eva. La obsesión tenía que ver con sus técnicas de embalsamiento que perfeccionó. Su especialidad era anatomista y él quiso que, de alguna manera, perdurara la vida de Eva a pesar de la muerte; se convirtió en su cuidador. Su obsesión era protegerla. Hasta donde lo dejaron, que no fue mucho.
Siempre se habló mucho de los afectos hacia Eva Perón, pero en esta historia es particularmente interesante el del coronel Moori Koening. ¿Cómo lo viviste?
EA. La serie es superinteresante, tiene una estructura de thriller y se articula en tres ejes. Uno que tiene que ver con la vida de Eva –desde chiquita hasta que muere–, otro es el que tiene que ver con el periodista que hace la investigación sobre lo que pasó con el cadáver, y el tercero es el que tiene que ver con mi personaje, quien es un militar a quien Perón comisiona para ayudarla a ella cuando está luchando por el voto femenino. Él es un militar brillante, por eso Perón lo comisiona. Como está estructurada esta historia, comienza a pasarle una atracción a mi personaje que lo sobrepasa. Alguien que ideológicamente detesta, pero empieza a pasar algo. Cuando ella muere, los militares que quedan a cargo le vuelven a llamar, ahora con la orden de convertirla en una muerte cualquiera. Ahí inicia una obsesión por cumplir su misión, y a la vez le empiezan a pasar cosas con ese cuerpo, tiene que ver con una cosa que es central en la serie: el afán de posesión. Todos quieren poseerla a ella. Mi personaje acaba convirtiéndose en una cosa muy siniestra que quiere realmente poseerla. Físicamente, como él dice, tiene a esa muñeca en su poder.
Natalia, ¿con que quieres que se quede el público de tu propia Eva?
NO. Bueno, al final lo que yo quiera tal vez ya no tenga nada que ver con lo que el público se lleve, pero busqué que fuera lo más auténtica posible con ese personaje que fue tan importante para la historia, para las mujeres y para los más necesitados. Una mujer que realmente dio su vida por el pueblo, una persona de origen humilde que se construyó a sí misma, y que en poco tiempo hizo tanto. Como intérprete, lo que quiero es que el pueblo se quede con algo de lo que ella irradiaba, algo de su carisma, y que eso pueda trascender a través de mis ojos –aunque hay que decir que usé lentes de contacto–. Es tan fuerte su historia que, al final, espero que todo el trabajo que los directores y los actores quisimos contar sea cuando la magia suceda.
Hablando de quién tiene derecho a contar la historia de quién, ¿Qué opinas de esa perspectiva sobre los derechos en las narrativas?
NO. Rodrigo García, uno de los dos directores y showrunner es hijo de García Márquez, quien, si no mal recuerdo, dijo que le hubiera gustado escribir esa novela. Así nomás.
Y además...
Notas de producciónLa serie consta de siete episodios y es producida por Salma Hayek y José Tamez junto con la productora NonStop. La dirección es compartida por Rodrigo García y por el dramaturgo, director y actor argentino Alejandro Maci. Es una producción original de Star+, como parte de su promesa de generar contenidos de interés local, con estrellas de las regiones cercanas a las historias y una manufactura de primer nivel.
DAG