'Somos', la voz de las víctimas de la masacre en Allende, Coahuila, llega a Netflix

Abrir la conversación sobre cómo la violencia generada por el crimen organizado afecta a las personas es uno de los objetivos que persigue James Schamus con Somos, la serie de Netflix que se estrena hoy para dar voz a las víctimas de la masacre ocurrida hace diez años en Allende, Coahuila, el municipio fronterizo que se convirtió en campo de guerra cuando el grupo delictivo Los Zeta arremetió contra sus habitantes en busca de venganza. La DEA había señalado a un soplón.

Para visibilizar este hecho, del que poco o nada se habló en su momento, Schamus tomó como base el artículo Cómo Estados Unidos desencadenó una masacre en México, en el que la periodista estadunidense Ginger Thompson narró lo ocurrido en Allende entre el 18 y el 20 de marzo de 2011.

“Nos conmovió mucho el trabajo de Thompson y el hecho de que tanta gente en Allende, en su mayoría mujeres, fueran valientes para hablar de sus experiencias. Esta es una forma diferente de presentar las historias, de preservar la diversidad de las voces humanas; no se trata simplemente de informar sobre el desastre, sino de preservar a la humanidad. Esa es nuestra responsabilidad”, dijo James Schamus en entrevista con M2.

Realidad y ficción, juntas

A la par de reflexionar sobre cómo el narco afecta la vida de las personas, Schamus y su equipo de producción, que incluyó a las mexicanas Monika Revilla y Fernanda Melchor, construyeron un relato más amplio que sirve como reflejo de las distintas violencias que se viven día a día: desde la física hasta la feminicida. Recrear lo ocurrido en 2011 al estilo documental no era suficiente, debía darse voz a quienes fueron silenciados por años, la ficción fue fundamental en este proceso.

“Era importante retratar los sucesos desde un punto de vista distinto. No se vive la violencia de la misma manera si eres hombre o mujer, si eres un ranchero o un criador de gallos; teníamos que reflejar todas las voces para lograr un retrato de la cotidianidad ¬–explicó la escritora Mónika Revilla–. Lo primero fue elegir los personajes, todos están inspirados en el artículo de Ginger, era muy importante mantener la esencia de las personas que estuvieron ahí, y al mismo tiempo no revictimizarlas”.

​Somos es un mosaico de historias contado a través de siete líneas narrativas que usualmente no se ve en televisión o streaming, y que resulta necesario para generar empatía ante hechos como el de Allende, San Fernando, Tlatlaya o Acteal. La serie ofrece seis episodios, dirigidos por los mexicanos Álvaro Curiel y Mariana Chenillo, quienes estuvieron a cargo de un elenco que incluyó a actores profesionales y no actores.

“Queríamos mostrar lo que el mexicano promedio vive día a día; para ello, nos concentramos en lo que sucede en el norte del país, lo interesante era hacer esta recreación de una comunidad que lucha, y que al mismo tiempo cede, porque nadie es bueno o malo; no todo es blanco o negro. Todos somos, en cierta medida, parte del problema. Es una reflexión actual sobre la condición humana”, explicó Fernanda Melchor, productora ejecutiva de la historia.

Compleja producción

Por razones de seguridad, el rodaje de Somos se realizó a discreción y con una interrupción debido a la pandemia, “el estudio no nos permitió rodar en Coahuila, pero lo hicimos en Durango, donde pudimos conservar ese sabor norteño”, explicó James Schamus.

La producción arrancó hace un par de años en México con un equipo local, lo cual implicó para Schamus tomar clases intensivas de español: “Fue divertido ser el showrunner, fui como un niño que necesitaba aprender del equipo, y también un idioma”, dijo.

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