Sylvia Pasquel está convertida en una burócrata en el cielo, así define al personaje que realiza en el melodrama Doña Flor y sus dos maridos que protagoniza Ana Serradilla.
El personaje “es muy especial” dice la actriz al hacer un receso en la grabación y tomarse el tiempo para desayunar y disfrutar de su familia, pues mientras atiende la entrevista está pendiente de la llegada de su nieta.
Así hace la analogía entre Carlota, “la regidora que se encarga del dar el pase a los muertos al cielo o al infierno, según se comporten en los trámites que ella supervisa”, y cualquier persona que puede estar detrás de un escritorio en una dependencia.
Y aunque está muy contenta con la actuación que destaca “es especial”, pues compromisos alternos no le permiten estar todo el tiempo en la trama, reconoce que la comedia se ha convertido en una gran compañera en sus últimos trabajos.
Pero al mismo tiempo comparte que este año hay varias formas de mantenerse vigente, lo mismo a través de su labor en la televisión, que en el teatro (Donde se mantiene activa con la obra No seré feliz pero tengo marido y un ciclo de monólogos en los que participa en la capital del país; y por supuesto en el cine, a donde prepara el estreno de la película El diablo entre la piernas, en la cual fue dirigida por Arturo Ripstein y recientemente estrenó la ópera prima de Juan Torres Torres.
Después de una trayectoria tan extensa, ¿sigue habiendo cosas por aprender?
Sí, cuando se da la oportunidad, en el trabajo necesitas estar en un equipo que te permita tener esa posibilidad de hacer cosas padres, diferentes a lo que has hecho antes, y en ese camino, se da el aprendizaje. Yo tengo la suerte de haber estado casi siempre en ese tipo de proyectos donde siempre hay novedad, sorpresa y así sigues creciendo.
Ahora está haciendo comedia ¿disfruta más ese género, se ve que le gusta, así lo proyectan los personajes que ha hecho?
Pues qué bueno que lo proyectó, solo te puedo decir que amo lo que hago, me gusta mucho mi trabajo, soy amante de esta profesión, independientemente del género que se trate.
“Y sí, últimamente he hecho muchos personajes de comedia, que no es fácil. Eh, aunque la gente piense que es más fácil hacer reír que llorar, pero no. Digo si quieres hacer reír con puras groserías con cosas de esas, pues sí, sí es fácil, pero una comedia bien hecha, una comedia de situación no es nada sencillo hacerla y menos dirigirla”.
Dice que su participación en la telenovela es una actuación especial, ¿tiene proyectos alternos?
Acabo de estrenar El círculo de monólogos femeninos en Ciudad de México, hice el monologo de Nahui Ollin y ya me están invitando a varios festivales, también parece que voy a Acapulco con la obra No seré feliz, pero tengo marido, y a finales de año se va a empezar a llevar a los festivales, Cannes, uno de ellos, la película que hice con Arturo Ripstein, El diablo entre las piernas, así que si tengo muchas cosas alternas, afortunadamente.
¿Qué personaje interpreta?
Soy la protagonista, me llamó Beatriz, junto con el señor Alejandro Suárez; es la historia de un matrimonio, ya sabes que las historias del señor Ripstein son muy especiales, peculiares porque siempre se va a lo más profundo de las situaciones.
“El guión escrito por Paz Garciadiego, que es maravilloso, de una temática muy fuerte porque desde el título es muy sugerente, El diablo entre las piernas, por lo que creo que muchas mujeres se van a sentir muy identificadas con el personaje que hago”.
No le falta trabajo...
Nunca me ha faltado, bendito sea Dios.
Siempre vigente en todos los medios...
Pues no de la manera en la que me gustaría, pero así es esta carrera y hay que aprender a vivirla.
Y ese empeño por estar no se pierde, después de tantos años...
Bueno, será porque sigo trabajando y sigo teniendo éxito con lo que hago afortunadamente. Pero sobre todo sigo echándole las ganas, porque esta carrera es de resistencia, de trabajo, de empeño, nunca nada está escrito, siempre tienes que esforzarte.
“Nunca debes estar segura de nada, porque cada proyecto es un nuevo empezar, si con la experiencia que te va dando la vida, los personajes, los éxitos, los fracasos, todo, porque de todo se aprende. Pero lo importante es seguir siempre con la misma intensidad, con la energía, con esa pasión que debes ponerle a lo que te gusta hacer”.
Como empresaria, tiene su teatro, su escuela de actuación, ¿no?
Son puros teatros, no hay escuela como tal, se imparten talleres, pero escuela ya no.
¿Ha logrado todos sus sueños profesionalmente?
Algunos, algunos, pero siempre hay cosas por hacer, los sueños, las ilusiones nunca se acaban mientras tienes vida; van cambiando porque vas teniendo otras inquietudes, otras prioridades, otros deseos, incluso otras aptitudes, pero siempre hay cosas por hacer y por aprender, esa es la vida, y en mi profesión como te decía cada personaje te enseña algo, te deja una vivencia, un aprendizaje que se va acumulando y te da elementos para hacer más cosas cada día.