El festival EDC México, el más grande de música electrónica celebrado en nuestro país, volvió a triunfar, al reunir a cerca de 300 mil asistentes, que llegaron este fin de semana hasta el Autódromo Hermanos Rodríguez para disfrutar, durante tres días, de nueve escenarios que se iluminaron con estrellas como el DJ neerlandés Tiësto, el también productor Steve Aoki, y el dúo belga Dimitri Vegas & Like Mike.
En la última noche del festival, fue precisamente el músico Steve Aoki, originario de Miami, Florida, quien se llevó las ovaciones más nutridas, al subir al escenario para poner a bailar a todos con los acordes de “Azukita”, el tema que en 2018 produjo junto al boricua Daddy Yankie, así como “Suavemente”, el merengue clásico de Elvis Crespo, que vistió con nuevos sonidos.
Y aunque no cesaron los gritos y movimientos de miles de asistentes que corearon cada tema, el Dj dijo: “¡No se oye, México!”, a lo que todos respondieron eufóricos, mientras comenzaba a sonar la canción “Ferrari”, colaboración que Aoki tiene con Natanael Cano.
Minutos después apareció en las pantallas la imagen de Ángela Aguilar, interpretando el tema “La gata bajó la lluvia”, ante el abucheo de algunos presentes. Aun así, cuando Aoki pidió: “¡Todos griten!”, el público se entregó totalmente.
El homenaje a Paquita la del Barrio
El momento más memorable fue cuando el músico de ascendencia japonesa se unió a otros artistas que han recordado a Paquita la del Barrio, al poner a sonar la canción “Rata de dos patas”, que todos corearon, mientras aparecía en la pantalla la imagen de la inolvidable cantante, fallecida el pasado 17 de febrero. Mientras la gente cantaba, el Dj señaló hacia el cielo como dando un mensaje a la icónica intérprete.
Las canciones no se detuvieron y cuando sonó “Muñecas”, que interpreta junto a las argentinas Tini Stoessel y La Jaoqui, el ambiente no podía ser mejor. A la voz de: “México hagan ruido”, la mayoría sacaba sus mejores y sensuales movimientos, mientras otros cantaban a todo pulmón.
Antes de despedirse, Aoki arrojó tres pasteles al público, como es su costumbre, mientras se escuchaba de fondo la canción “El Rey”, obra de José Alfredo Jiménez. Su actuación se cerró con el tema “Pursuit of Happiness”, exactamente una hora después de haber comenzado.
Cabe destacar que este año los escenarios fueron más espectaculares, con luces neón que también invadieron los diferentes espacios y dieron mayor dinamismo a estos. También el sonido fue más nítido que en ediciones anteriores, según comentaron algunas de las 300 mil personas que asistieron los tres días que duró el evento.
Como cada año, los outfits fueron un elemento distintivo, y en esta ocasión predominaron los colores negro, rosa y violeta. También destacaron los dinosaurios, uno que otro marciano y ajolotes, mientras que otros solo decidieron agregar alas a su vestimenta y brillos en el rostro, que destacaban entre los juegos mecánicos, los puestos de comida y los stands donde muchos pusieron a prueba su destreza.
CST