Unos de los musicales más queridos no solo de Disney, también en Broadway y por supuesto en el mundo, por fin llega a México bajo la producción de Morris Gilbert, la obra que se estrenó con aclamación de la crítica especializada en el New Amsterdam Theatre de Nueva York en 2014, llega con un elenco totalmente mexicano.
El actor mexicano Rodney Ingram es el protagonista de la historia, tiene una amplía trayectoria en teatro musical en ciudades como París, Londres y Broadway; la encargada de hacer a la princesa Jasmín es la soprano Irma Flores, cantante de ópera, y para quienes aún no la conozcan bien, recientemente participó en La Voz México en el equipo de María José.
El Genio está a cargo del gran Juampi, quien también es un elemento principal en la puesta en escena y además de mágico, le pone gran parte de comedia, justo como lo hemos visto en la historia original, ahora con chistes adaptados a nuestro país.
El productor Morris Gilbert está feliz porque el teatro por fin se está reactivando, así lo dio a conocer a M2 durante la pasarela previa al estreno.
“Gracias al cielo aquí estamos, sanos, vivos y con ganas de salir adelante, 90 por ciento de la población está vacunada, nuestro teatro tiene sistemas de aire acondicionado purificado con nivel internacional, es más seguro que un avión, así que literalmente están más seguros aquí que en su casas”, acentuó.
Disney en México
Thomas Schumacher entró al salón de ensayos con su característica energía, sonrisa y lentes rojos. Se le veía emocionado, venía de los ensayos finales de la puesta en escena que vino a supervisar a México, y estaba convencido que el estreno en nuestro país del chico que pide tres deseos a un genio es todo lo que podría pedir respecto a la perfección que exige Disney. Thomas ya es bueno y viejo conocido para nosotros, en el Rey León hizo lo mismo y los resultados hablan por sí mismos. Ahora era tiempo de platicar con el hombre que inventó esta rama de Disney Teatro respecto y queríamos saber si sus deseos se cumplieron también.
Qué bueno que estás de regreso. Es importante, ¿no?
Es muy importante, porque toda la noción de producir teatro a nivel global, porque no todo es Broadway, en realidad tenemos dos shows corriendo allá y para diciembre vamos a tener 21 producciones en todos los rincones del mundo. Fuera de Nueva York es donde realmente vive este negocio. Y no hay otra manera para hacerlo que estar aquí y verlo.
(Foto: Naomi Antonio)
¿Parte de lo que haces es proteger los títulos de Disney cuando están sobre un escenario?
Como productor de estos shows y como cabeza de Disney Theatrical tengo muchas responsabilidades, mi caso es inusual porque muchas de las obras que ponemos sobre el escenario, son de las que yo fui parte de su creación original: El Rey León y Tarzán, por ejemplo. Estaba en Disney Studios cuando se hizo Aladdín, La Sirenita. Yo estaba cuando se crearon muchas de estas canciones, así que en lo personal siento mucha responsabilidad de protegerlas. Y luego, como sé lo protector que yo soy con las que yo sí tuve que ver en su creación, veo cosas como Frozen, que por cierto tarde o temprano llegará a México. Pero como soy amigo de los creadores sé cómo se sienten respecto a su obra. Lo cuidamos de manera especial por eso.
Cuando vimos El Rey León y la interpretación que hizo Julie (Taymor), fue algo muy distinto a la película. Aunque nunca perdió su corazón. ¿Aladdín es tan diferente?
Empecemos por Rey León. Cuando yo llamé a Julie y le pedí que la dirigiera en 1995, ya sabía cómo era su trabajo, sabía de su genialidad y de su talento; fue como el matrimonio perfecto. Pero mira qué interesante, porque El Rey León, en lo que a la historia se refiere, es mucho más parecida a la película que Aladdín. Desde un punto de vista dramatúrgico la historia es muy diferente. En la película, como la conoces, es una historia de acción y aventura, pero nosotros lo que estamos haciendo es una comedia musical. Este es el truco: que Alan Menken, quien escribió todas las canciones con Tim Rice y Howard Ashman, quienes escribieron las letras, hicieron un musical. Originalmente la película era un musical que se hizo de acción y aventura. Aquí lo retomamos para que fuera otra vez una comedia musical.
¿Qué es lo que hace a una historia un buen musical?
Esta es la regla, el punto de partida para nosotros es que casi todo lo que hemos hecho estaba pensado como un musical. La música era parte de la narrativa desde un principio. Aladdín, Rey León, La Sirenita, La Bella y la Bestia, todo eso fue creado con música en mente, y lo hemos expandido. El lado opuesto a ello es cuando una historia no tiene música. Entonces tenemos que preguntarnos: ¿de qué manera la música lo podría hacer mejor? Porque muchas historias no necesitan música para impulsar la trama. Podríamos nombrar varias de nuestras obras o películas favoritas que no tendrían que ser musicales. Las dos cosas que pedimos de un musical: ¿la música iluminaría en ambiente y el mundo de mi historia? ¿Entendería el contexto mejor con música? Y la segunda es: ¿necesitan oportunidad los personajes de tener monólogos? ¿Podríamos saber qué están pensando con una canción? Así sabemos.
¿Qué has visto en esta producción en especial?
Esta es una compañía extraordinaria, los amo. Para empezar el ensamble. Cuando hablamos del ensamble nos referimos a lo que antes llamábamos el coro. Los cantantes, los bailarines y la gente que hace todos los personajes. Hacen que el escenario cobre vida propia. Eso es aparte de los principales, que son los personajes que tienen nombres. El ensamble aquí es sensacional. Podrías tomarlos hoy y ponerlos enseguida en Broadway. Están bailando, cantando... ¡Son fantásticos! Nuestro director empezó en un ensamble y de ahí pasó a coreógrafo y luego dirección. Todo el ensamble tiene un propósito. No solo están ahí, cada uno tiene una misión. Y por otro lado, trajimos a Aladdín desde Nueva York. Lo conozco de antes por eso, pero aunque él lo interpretó en Broadway, nació aquí. Así que en cierta manera vuelve a casa para y se la está pasando de maravilla.
¿México ya es un verdadero punto de partida?
Esto es de primer nivel. Cuando la gente venga a este hermoso teatro y vea todo debe saber que no hay nada de mayor calidad en el mundo entero.
¿Cómo ves el futuro de esta forma de arte que tanto amamos?
Lo que hay que recordar es esto: hay que poner lo que nos pasó en contexto. Hace como seis o siete años fui a visitar Pompeya. Es esa hermosa ciudad cerca de Nápoles que fue destruida en el año 79 por la explosión del monte Vesubio. Cuando estuve ahí, mucho de lo que ha sido restaurado, estaba en el exterior, haciendo algunas obras de Shakespeare, porque me encanta hacer eso, y estaba pensando que tantos años después, el mundo terminó, sin embargo continuó. El teatro es tenaz, empezó por primera vez cuando la gente se unió alrededor del fuego a contar una historia, ha durado por miles de años. Ha sobrevivido a plagas, dictadores, revoluciones, terremotos y plagas. Sobrevive.
bgpa