El teatro, prácticamente en el mundo entero, fue el primero en dejar de funcionar en 2020, cuando la pandemia comenzaba a amenazar en convertirse en lo que resultó ser. Ni las predicciones más oscuras de los expertos, productores y medios especializados podrían imaginar el escenario que se vive.
En Nueva York, particularmente las grandes producciones de Broadway, penden en un hilo, pues aunque han sido los primeros en tomar medidas muy específicas para proteger al público y a las compañías, dependen por completo de que les permitan abrir en septiembre como ha sido anunciado. El panorama, sin embargo, pinta incierto. Y en este negocio la incertidumbre muchas veces baja telones.
“Hace una semana había gran optimismo de que para el 14 de septiembre ya estuviéramos listos para arrancar. Ahora diría que tenemos un optimismo cauteloso”, explicó Charlotte St. Martin, presidenta de la Liga de Broadway a las agencias informativas.
En un análisis preocupante publicado por Bloomberg News, la encargada de representar los intereses de los diversos teatros y productores señaló que están observando con toda atención lo que pasa con la variante delta de covid-19, además de qué y cómo se comunica.
No es solo The Broadway League la que ha declarado que la única manera de que la mayoría de las producciones abran y se mantengan abiertas es con 75% de los boletos vendidos y una considerable preventa. Y eso, solo en el caso de Nueva York, donde entre varios tipos de estímulos fiscales se encuentra el Fondo de los operadores con locales cerrados, que el Congreso aprobó a finales del año pasado.
Es un fondo significativo, de más de 900 millones de dólares, que no es ni remotamente suficiente para que el show continúe si el turismo no se reactiva, asunto que, curiosamente, podría afectar más a los grandes espectáculos que se rehúsan a morir, como El rey león o El fantasma de la ópera, pues no hay público local que no los haya visto en las últimas décadas.
El impacto económico
Cuando vemos números como 900 millones de dólares en un fondo de rescate para la industria del teatro nos parecen enormes; sin embargo, según cálculos que Forbes publica de los analistas financieros Tanna, lo perdido por haber tenido que bajar el telón tanto tiempo es de más de dos mil ochocientos millones de dólares. Esto, tomando en cuenta a todas las industrias que giran alrededor del distrito teatral en Nueva York, como restaurantes, transporte y turismo. Aún más preocupante, estas pérdidas serían mucho mayores de no poder reanudar de manera normal las funciones en las próximas semanas, como se tiene planeado.
El primero en abrir un escenario en Broadway fue Bruce Springsteen con su show autobiográfico; el regreso llenó los titulares no solo por la alegría de tantos de volver al teatro, sino porque exigió prueba de vacunación para quien quisiera participar.
Ahora que las taquillas ya abrieron, este es el orden en el que planean regresar las grandes puestas en escena y una que otra obra de cámara, como es el caso de
Passover, que apenas este miércoles inició previos. Esta primera puesta en escena en volver logró la crítica más deseada del New York Times con la frase: “Tomen sus asientos, Broadway ha regresado”. La comunidad teatral desea que ese sea el caso, porque muchos de esos boletos ya están vendidos desde 2019 y antes. Estos son algunos de ellos: Hadestown (2 de septiembre), una extraordinaria versión en jazz de la tragedia de Orfeón y Eurídice; Waitress (2 de septiembre), el musical que hizo de Sarah Bareilles también una estrella del teatro musical; Hamilton (14 de septiembre), nuevamente es casi imposible conseguir boletos para el musical estrella de Lin-Manuel Miranda (el cual tiene ya varias compañías comenzando sus giras de forma simultánea); El rey león (14 de septiembre), el éxito más grande sobre los escenarios en la historia de Disney; Moulin Rouge (24 de septiembre), una versión para el escenario de la película de Baz Luhrman, la cual se convierte en una fiesta colectiva de colores y coros del público.
Más adelante ya hay fechas y boletos vendidos para Aladdin, El fantasma de la ópera, Book of Mormon, Harry Potter y Dear Evan Hansen, hermosa puesta en escena que tendrá una nueva generación de fans después del estreno de la cinta protagonizada por el mismo Ben Platt, quien generó el personaje hace ya más de cinco años sobre los escenarios de los que tanto hablamos.
Uno de los más esperados espectáculos para la temporada navideña es también la nueva versión de Music Man, el clásico de Meredith Wilson, con Hugh Jackman y la diosa de los musicales Sutton Foster (Younger). Y sí, también está Six, que en Londres se logró estrenar y apenas entraba a previos en Nueva York cuando tuvo que parar. Esta historia, la de las seis esposas de Enrique VIII, tiene muchísimos más fans que personas que aún no han tenido siquiera la oportunidad de verla.
Pasaporte de vacunas
La comunidad teatral, empezando por la mexicana, ha sido la que ha marcado la pauta en esta pandemia en muchos sentidos. Y también ha sido de las más golpeadas porque, a pesar de varios paliativos artísticos que tuvo este pasado año y medio, claramente fue la primera en cerrar y está siendo la última en abrir. Y con la amenaza de un virus que aprovecha la reticencia de muchos a vacunarse para mutar y no ser aniquilada.
No fue gratuito que estrellas de Broadway, como Lin-Manuel Miranda, fueran los primeros en promover las vacunas gratuitas para quien llegara al corazón del distrito teatral de Nueva York, incluso antes de que la ciudad lo impusiera como mandato, The Broadway League ya anunciaba que para asistir a cualquiera de sus 42 teatros se debería mostrar prueba de vacunación (dos semanas después de la segunda dosis, de ser ese el caso), o para menores de edad o quienes demuestren tener auténticas objeciones religiosas o contraindicaciones médicas para recibir esta vacuna (una minoría casi imperceptible de personas) entonces exigirán una prueba de antígenos negativa para ser parte del público o compañía en este regreso a los teatros.
Con estas medidas, aseguran, se luchará para demostrar y cumplir con la clara idea de que los teatros son de los lugares donde menor riesgo de contagio hay, siempre y cuando la gente no esté peleada con el cubrebocas.
Lo que nos mantuvo al día
Cuando la pandemia comenzaba y gran parte del mundo se encerró en casa, hubo grandes actos por parte de los creativos y productores para mantener el teatro vivo, aunque a la distancia. Andrew Lloyd Webber puso a disposición del mundo muchos de sus grandes títulos como El fantasma de la ópera y José, el soñador por tiempo limitado, uno a la vez en YouTube. Lin-Manuel Miranda negoció con Disney+ para que Hamilton se estrenara el Día de la Independencia de Estados Unidos en 2020, cuando el plan era para cines en un par de años. En el mundo entero, y México vio grandes casos de ello, se hicieron streamings para que las compañías pudieran seguir presentes, y aunque la cantidad de dinero recaudada era mínima, al menos eran ingresos y trabajo para la gente de teatro.
Ya casi
Con miras a cerrar 2021 sin haber salido de la crisis, y una gran actitud, gracias a las vacunas y al personal médico, tenemos muchas cosas en puerta y en las plataformas para saciar el deseo de teatro, por supuesto. Hay casos extraordinarios como la serie de Apple+ Schimigadoon!, en la que podemos ver a todas las estrellas de Broadway, incluyendo a Jaime Camil, Kristin Chenoweth (Wicked), Alan Cumming (Cabaret) y Aaron Tviet (Moulin Rouge) hacer cosas que no habrían podido en temporada.
También vimos In The Heights, la película que por fin pudo estrenarse en la pantalla grande y en plataforma. Vivo, la cinta animada del mismo equipo brillante de trabajo, y ahora esperamos con mucho interés la versión de Amor sin Barreras de Steven Spielberg, y la cinematográfica de Dear Evan Hansen.
Así que ahora que Broadway se prepara y se protege de cualquier posible complicación por esta pandemia, el mundo entero está viendo cómo hacen las cosas, ya que esa será la pauta para el regreso presencial de todo tipo de espectáculo. Sin embargo, como citaba Billy Joel en su canción apocalíptica “Miami 2017” (falló por dos años): “Vi las luces apagarse en Broadway”. Y nadie lo va a olvidar. Ahora todos estamos en modo rescate, y el teatro es una gran forma de regresar a lo mejor de la vida que teníamos antes.
bgpa