Breaking Bad, la aclamada serie creada por Vince Gilligan, tiene en su haber muchas escenas memorables para sus fans, momentos que están tan incrustados en su subconsciente. Uno de los momentos que más recuerdan (spoiler) está en el capítulo 8 de la temporada 2.
En dicha escena, Walter White, con Heisenberg aún sumergido en las profundidades de su alma, junto a su socio Jesse Pinkman secuestran al abogado de criminales Saul Goodman, para presionarlo a acepte el caso de su compinche, Brandon Mayhew. Pensando que va a ser ejecutado suelta las líneas de alta resonancia: “¿No fui yo, ¡fue Ignacio! Él es el indicado… ¿Lalo no los envió?”.
Del litigante de trajes coloridos y de los nombres evocados, se desprende gran parte de la columna vertebral del exitoso spin off, Better Call Saul, que en el arranque de la sexta temporada, por fin hila esta nueva creación con esa frase de su serie madre.
Rock and hard place, un título que se traduce como “Entre la espada y la pared” es la conexión precisa con ese momento en un desierto nocturno, y también, la respuesta a una de las preguntas que más se han hecho los fans de Better Call Saul. Este tercer episodio es uno de los mejores realizados de toda la serie y quizás del Universo Breaking Bad.
Si no has visto la serie, ¡aguas!, vienen spoilers.
El capítulo perfecto
La gran apuesta de esta primera parte de la temporada final de Better Call Saul está en desvelar el destino de los personajes que no tienen presencia en Breaking Bad, a la que poco a poco se acercan más a su temporalidad.
Si bien, sabemos que Jimmy McGill (Bob Odenkirk) reforzará a su alter ego Saul Goodman, como el abogado de criminales. También que Gustavo Fring (Giancarlo Esposito) se encontrará con el talento de Walter White (Bryan Cranston) o que Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks); pero de Nacho Varga (Michael Mando) y Lalo Salamanca (Tony Dalton) solo sabemos que son de temer y serán mencionados en una ocasión en la escena arriba descrita.
Varga quizás evocado en Shotgun, el quinto capítulo de la cuarta temporada de Breaking Bad, cuando Mike recrimina a Jesse Pinkman “tú no eres el indicado, no eres capaz de ser el indicado, tuve un indicado, pero ya no”.
Kim (Rhea Seehorn), la pareja de Jimmy, ni siquiera es recordada en la serie madre.
Es por ello que la serie cada vez provoca una mayor ansiedad sobre el destino de esto tres personajes: un Lalo con sed de venganza tras el intento de asesinato y la matanza de su gente en su casa; con Nacho huyendo solo desde México tras ser obligado a traicionar a Lalo con la amenaza de muerte de su padre, seguido por los matones de familia Salamanca y abandonado para sacrificio por Gus Fring; con Kim pasando al lado oscuro de la mano de Saul.
Si bien los dos primeros capítulos con los que se estrenó la sexta temporada fueron fuertes y con momentos claves, pero no tan reveladores, explosivos y emotivos con Rock and hard place.
Junto a este tornado de emociones, que Gilligan sabe plantear muy bien, podemos ver una perfecta narrativa tanto en el desarrollo de los personajes como en la parte visual… ¡cada escena es una correcta distribución de colores e imágenes! La dirección de Gordon Smith también es impecable.
Un capítulo que se quedará tatuado en la memoria de su fandom.