Un hotel en Santa Fe es la locación elegida para dar el pizarrazo y oficiar la misa de inicio de grabaciones de la nueva versión de Cuna de lobos; Paz Vega es la primera en entrar al salón donde se montó el altar, también en encender una vela para pedir por la producción y, después, en hablar sobre su experiencia dando vida a la icónica Catalina Creel.
La actriz recibe a M2 en una sala apartada, con una sonrisa y su característico acento; ahí, en entrevista exclusiva, recuerda que llegó a ver imágenes de la villana y su parche en el ojo, pero no conocía la telenovela, ella tenía 10 años cuando estrenó allá en 1986 y, además, a España no llegó.
“Pero claro que sabía que es parte del imaginario colectivo latinoamericano, por eso la responsabilidad que me genera y un poco de ansiedad (…) El reto es cómo hacer atractiva a una villana mala de verdad, sin escrúpulos, fría, calculadora, interesada, que le da igual eliminar a quien sea si le estorba, cómo hacer que la gente se enamore de ella de alguna manera y que conecte”, dice.
¿Cómo harás tuyo este personaje?, se le pregunta. Responde que le va a dar todo lo que le siempre entrega: “Mi verdad y la verdad que requiere”. Además, trabaja en entender el porqué, que resulta muy importante para ella; estos ayudan a humanizar los papeles, pues ninguna persona es mala o buena por completo.
“Al ser un personaje negativo, un personaje oscuro, para mí es importante darle destellos de luz, porque no quiero que se quede en un personaje de cartón o piedra, con una sola cara, quiero que tenga colores y de alguna manera justificar esa maldad; creo que la gente actúa por una razón, hay que encontrar la razón de Catalina Creel y defenderla, en eso estamos”, indica.
Desde que leyó los guiones se enamoró de la historia, cree que es bella y potente, y no solo habla de la trama dramática, también de los toques de thriller y suspenso; esto la llevó a decir “Sí” a un proyecto que ve más como una serie que como telenovela, porque son 25 capítulos, el tiempo de rodaje es corto y la producción es similar al de dicho formato.
“La televisión es un género exactamente igual de importante que el cine; en este momento, me atrevo a decir que es hasta más importante, porque mueve más masa, algo que se estrena en televisión puede llegar a millones de personas. En ese sentido, hacer televisión en este momento es importante para cualquier actor y yo me siento afortunada de estar haciéndolo en México”, añade.
Se despide con prisa, porque hay que seguir grabando, pero no sin antes destacar lo que ya dijo antes frente a todos los medios de comunicación: el público tiene derecho a comparar y opinar, pero lo que hacen es una reinterpretación es algo muy diferente a la original Cuna de lobos.
Lo nuevo
Al terminar la misa, la productora Giselle González afirmó que Catalina Creel tendrá su parche y que Paz Vega fue la mejor opción para ella, porque es una actriz “grande y completa”; también explica que la historia estará situada en la actualidad y, por ello, se hablará de diversidad e inclusión.
“Es algo completamente diferente, es una versión distinta a la original, nos quedamos con el ADN de Cuna de lobos, pero siempre se trata de sumar; son 30 años después de que sucedió, era la época de los 80, ahora será la moda de hoy. Esperamos estrenar en agosto”, menciona.
Y agrega: “Uno de los hijos de Catalina Creel jugará el papel de una pareja gay, José Pablo Minor y Diego Amozurrutia son los actores; son líneas modernas, con las que se identifica el público, hace 30 años no se podían decir muchas cosas, pero no es la trama principal”.
Cine
Paz Vega ha estado en películas como Spanglish, al lado de Adam Sandler; The Spirit, con Scarlett Johansson y Samuel L. Jackson; Grace of Monaco, protagonizada por Nicole Kidman; participó en el doblaje de Madagascar 3; La vida inmoral de la pareja ideal de Manolo Caro, y espera el estreno de Rambo V.
Premios
Su primer papel importante en cine fue en Lucía y el sexo (2001) de Julio Médem, que le valió el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación y el Trofeo Chopard del Festival de Cannes; también fue nominada al galardón de la Academia española por Sólo mía (2001) de Javier Balaguer.