Flavio Medina y Lucia Uribe protagonizan esta historia de un matrimonio roto que no logra despegarse a pesar de su separación. Esta producción de la casa productora La corriente del Golfo, también asociados con Gael García Bernal, nos confronta con el inevitable cambio en la vida de todos, y del cómo simplemente no siempre estamos listos para lidiar con ello. Así lo explica Diego Luna, escritor y director de la cinta.
Esta no es una historia feliz, es una historia de algo que querías contarnos en este momento, desde tu pluma y dirección, ¿cierto?
Es correcto, sobre todo si hablamos de todas esas veces que me he atrevido a dirigir, siempre trae esa carga personal, también producir pero sobre todo la dirección; es un proceso tan largo y demandante, tiene que tratarse de algo que te importe. Porque la única forma de pretender conectar con la gente que está afuera es mostrar el momento que estás viviendo, preguntar las mismas cuestiones que te estás haciendo, y las reflexiones en las que andas. Entonces sales y ojalá encuentres eco en otros y otras que van por la misma. Pero sí, la honestidad era absolutamente necesaria para lograr esto.
¿Cuál es la diferencia entre hacer una serie y una película?
La serie descansa más en el colectivo. Si bien la filmamos como en una película, con poquito tiempo, y de principio a fin, la colaboración es distinta. Se cuestiona todo, se da debate. Y esta serie para mí era importante porque hace una reflexión del peso que le ponemos a las expectativas en las relaciones amorosas, a la creación de una familia, esto tiene varias aristas y ángulos que explorar. No tiene un solo ángulo definido. Tanto la madre como el padre tienen su voz.
Además contarla en este momento, ¿no?
Claro, es reflejar la realidad en la que nos movemos. La historia empieza en el momento en que está por llegar una pandemia al país y a la ciudad en la que viven los personajes, Ciudad de México. Y sucede además en los tiempos de la Cuarta Transformación. Busca mucho reflejar el hoy. Vivir en el mismo momento que el espectador está viviendo. Con las mismas discusiones que tenemos día a día.
La gente siempre quiere saber qué opinas de las cosas, que pasa en tu vida privada, y lo único a lo que debemos tener acceso es a lo que tú decidas compartir, como en este caso, convertido en arte. ¿Lo vives así?
Claro, te cuestionas todo. Lo que es tu idea de tener una familia, la paternidad, de lo que significan las relaciones amorosas y las expectativas que ponemos en ellas. Se trata de encontrar la capacidad para transformarnos. La realidad nos está diciendo que tengo que cuestionar mi masculinidad y todas mis relaciones. Los personajes están pasando por esas. Te puedes cuestionar qué está pasando un personaje o identificar con otro en distintos momentos de la historia. Lo que yo he encontrado es que siempre es mejor tratar de alejarlo lo más posible de mi realidad, para así poder hacer comentarios más atinados.
Si la historia fue grabada en tiempo real, ¿lo mismo la intensidad de los personajes?
Totalmente. Y el humor lo fuimos descubriendo, encontrando la capacidad de burlarnos de nosotros mismos en el proceso. Y ahí sí debo decir que fue increíble compartir con el elenco. Que cuando los ves son muy simpáticos, y muy honestos en su hechura. Y luego todo, desde la perspectiva de una niña, no es lo mismo hablar de lo que le pasa a dos personas que cuando hay hijos, hijas o hijes –como le gusta a esta familia decir– de por medio. Las cosas adquieren otro sentido. Y trabajar con una niña fue increíble, Isabella es maravillosa, aunque no es una serie para nada hecha para niños. Así que había que protegerla mucho en el camino. Le dio una muy buena dimensión.
Y mientras tanto los adultos tratando de conformarnos a lo que “debe ser”, recordando los tiempos de “la gran familia mexicana. ¿La batalla eterna de lograr eso es una predestinación del fracaso?
Sí, es que nadie nos enseña a decir adiós. Estamos bombardeados por ejemplos y todo el discurso de que las relaciones que terminan son fracasos en la vida. Y la verdad me parece que hay algo muy turbio en ese análisis. Cuando sabemos que las cosas empiezan y terminan y, en el fondo, todo va a estar bien.
Claves
De vuelta
Diego Luna regresa con esta serie a la dirección después de cinco años, cuando dirigió Sr Pig, en 2016.
En streaming
El trabajo de Luna es tan variado que actualmente se encuentra en diversas plataformas como Amazon (Pan y Circo) Disney (Rogue One) y ahora Netflix con Todo va a estar bien.
bgpa