La actriz puertorriqueña Lana Parrilla nacida en Brooklyn es hija del fallecido jugador de beisbol profesional Sam Parrilla. Desde pequeña vio el éxito de primera mano y aprendió de la responsabilidad de ser una figura pública. En un mundo en el que muchos cultivan una imagen de perfección en redes sociales, Lana busca mostrar lo contrario: los humanos no somos perfectos y esa complejidad natural es la que conforma la belleza en cada persona.
“Todos tenemos aspectos de nosotros mismos que tratamos de esconder, juzgar o suprimir y ponemos una fachada como si tuviéramos una maravillosa vida en redes sociales. Por ejemplo, en Instagram hay fotos en las que todos se ven perfectos utilizando filtros”.
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Por ello, Lana asegura que la Reina Malvada es uno de sus personajes favoritos. A pesar de sus “hermosos momentos gloriosos de glamour”, tuvo la oportunidad de penetrar dentro de la “fealdad” de la reina, encontrando de esta manera la belleza dentro de sus imperfecciones.
“La vida no es perfecta y la gente no es perfecta. Creo que cuando puedes mostrar las complejidades humanas y la fealdad de un personaje, haces que las personas que observan se sientan como si estuvieran acompañadas. Además, se pueden relacionar a un nivel en el que se sienten vistos y comprendidos. Esto es algo que siempre he querido reflejar”.
Buscando promover esta visión de una vida sin filtros, Lana no teme mostrarse vulnerable frente a sus seguidores. En 2019 compartió las dificultades que estaba pasando, incluyendo su divorcio y el fin de la etapa interpretando a un personaje que la identificó por muchos años.
“Tuve que compartir eso porque mucha gente pensó: ‘¡wow! su vida es tan perfecta, estando en el programa y casada’. En ese tiempo nadie sabía que estaba divorciada, lo publiqué en ese momento. Así que ya saben, yo ya no estoy casada, ya no soy la reina, ya no soy esto, soy humana, esta soy yo.”
Durante la encrucijada en que la se halló en ese momento de su vida, en vez de tirarse a la desgracia, Lana decidió resurgir como una reina. En su nuevo camino, ha tomado un descanso para conocerse a sí misma y enfocarse en asuntos que la apasionan, como los niños.
La buena del cuento
“Los niños no tienen voz de la misma manera que los adultos. Me encanta trabajar con pequeños que vienen de hogares rotos o que han sufrido algún tipo de abuso en su vida, porque cuando crees en un niño y le haces saber que es visto y lo miras por lo que es, puede resurgir”.
Es por esto que junto al elenco de Once Upon A Time recaudó 35 mil dólares para el hospital infantil de Orange County. También ha trabajado para NYC Together, una organización sin fines de lucro que busca reducir la violencia en las calles y dar más oportunidades a los jóvenes de Crown Heights, en su nativa ciudad de Nueva York.
Además, utiliza sus redes para generar conciencia sobre diversos temas. Uno de sus proyectos consiste en promover el voto conjunto a Michelle Obama. De hecho, ya había trabajado con la ex primera dama de Estados Unidos con el fin de inspirar a los jóvenes a obtener una educación universitaria; a través de su plataforma logró que 25 mil chicos se inscribieran en universidades.
Más allá de su trabajo social, Lana se aventuró hacia distintos emprendimientos. Recientemente lanzó una marca de ropa, Keep It Regal, inspirada en la moda callejera neoyorquina y en su personaje favorito. Pronto sacará una canción titulada “It’s Over Now”, junto al DJ y productor italiano, Glo-Vibes.
“Muchas cosas terminaron para mí cuando finalizó Once Upon A Time. Esos siete años de mi vida se completaron, así que pensé: “¿Por qué no convertir todos esos años en arte?”, dijo.
Es así que Lana Parrilla vive auténticamente y sin filtros, consigue comienzos en todos los finales y se mantiene, sobre todas las cosas, regia.
amt