Mexicanas profesionalizan la organización, a la par de Marie Kondo

Marie Kondo causa sensación en Netflix gracias a su filosofía, en la que asegura que al organizar espacios, doblar la ropa de manera correcta y tener empatía con los objetos que nos rodean se puede “despertar felicidad”; para los fanáticos del orden sus enseñanzas llegaron desde 2011, con el lanzamiento de The Life-Changing Magic of Tidying Up.

En 2012, Claudia Torre terminó su certificación en clear&SIMPLE, bajo la guía de Marla Dee, con más de 25 años de experiencia. Tras concluir sus estudios formales en organización profesional de espacios, decidió traer sus conocimientos a México para ayudar, como hace Kondo, a otros a encontrar la felicidad a través del orden.

“Un organizador profesional es una persona que acompaña a otra en un proceso en el cual, por medio de sistemas y estrategias, llegan a tener armonía, productividad y claridad en las metas que tienen en la vida, es una forma de pasar del caos al orden en el mismo espacio, para tener más tiempo para la familia y hacer lo que les gusta”, explicó Torre a M2.

Claudia enfatizó que ni la labor de Kondo ni la suya es “una moda”, su metodología, abundó, “no es tener tus cajones bonitos o que tu casa se vea linda con muchas cajitas, es mucho más profundo, es una transformación interna, cuando tienes paz y armonía, todo eso se ve reflejado en tu ambiente y cuando éste cambia, te sientes, al mismo tiempo, muy bien internamente”.

Con lo aprendido constantemente, Torre enfatizó que si bien el método KonMari u otros como los planteados por las 5S, los Minimalistas, Francine Jay (con su The Joy of Less) o Joshua Becker pueden ser puestos en práctica, siempre será necesario, para quien realmente desee alcanzar los máximos beneficios, tener un acompañamiento profesional durante el proceso, que es complejo.

“Me di cuenta, después de la práctica y las sesiones de trabajo que tenía con los clientes, que la metodología que aprendí era muy estadunidense, después de las historias de éxito y cientos de casas transformadas, me di cuenta que había una necesidad de desarrollar algo latino, algo que se adecuara a la forma en la que los mexicanos y latinos entendemos por una casa en orden.

“Hay muchas cosas de lo que aprendía allá que no se aplicaban aquí, así nació la Metodología del O.R.D.E.N., la verdad es que no es magia, es un proceso complicado, sensible, en el que muchos de los clientes me han dicho: ‘Si no estuvieras aquí, no lo hubiera logrado’. Las emociones a flor de piel son un reto y hay de todo, pero hay que estar ahí y dar apoyo”, abundó Torre.

En Academia Claudia Torre, escuela homónima de la organizadora, se han formado a varios alumnos, no solo mexicanos sino de Argentina, Ecuador, El Salvador, Colombia, Chile y Guatemala, dos de esas estudiantes, ahora organizadoras profesionales, son Ángeles Bonilla y Mónica Gilabert, quienes fundaron, respectivamente, ABC del Orden y OrganiSER, donde implementan sus propios sistemas.

“Este boom por el orden viene a revolucionar, ya estaba ahí, pero alguien lo puso en el reflector, a lo mejor en este momento es Marie Kondo, aunque la relación proporcional de espacios ya tiene mucho tiempo, sobre todo en países como Estados Unidos, Europa y Japón; aquí en México tiene siete años”, mencionó Bonilla.

Ángeles pidió a los mexicanos que se interesan en conseguir felicidad gracias al orden, observar que si bien el KonMari “si funciona y se me hace muy eficaz”, se debe tener presente que “el japonés lleva una vida muy minimalista, los espacios que tiene son muy pequeños, entonces constantemente están eliminando cosas, si es bueno, pero hay que adaptarlo.

“Nosotros no somos de tirar cosas, es parte de nuestra cultura, incluso para guardar cosas, vas al refrigerador y abres un bote de crema y hay frijoles; esa parte hay que adaptarla, tenemos casas más grandes, hay que tropicalizarlo y hacer el método de forma personalizada, hacerlo más práctico”, agregó Bonilla.

Gilabert, tras conocer las enseñanzas de Torre, abandonó 11 años de profesión en las finanzas para convertirse de lleno en una organizadora profesional, pero le pide a quien desee acercarse a ella que antes comprenda que “como organizadoras no somos arquitectas, contadores, decoradoras de interiores ni gente de limpieza, organizamos espacios”.

Mónica compartió, a su parecer, cuáles son los motivos por los que Kondo es tan exitosa en el mundo entero: “Porque te dice, ‘vas a tomar cada una de las cosas y las vas a tocar’, para luego tú preguntarte, ‘¿esto me hace feliz?’, es ahí donde te impresiona, porque es como un entrenamiento, es el corazón de la metodología.

“Nostras que entramos a las casas, estar pasándole al cliente cada cosa y que decida si se queda o se va, el sentir (la prenda) te ayuda a enfocar, que es lo que muchos estamos buscando, y al final es ordenar. La metodología de ella lo enseña a través de cosas muy bonitas, para que cada espacio quede organizado y aprovechado”, comentó.

Gilabert también explicó que aunque cada organizador profesional tiene sus tabuladores, en todos los casos se tiene “un código de ética, de confidencialidad, hacemos presupuestos, planes de trabajo, entregamos contratos, somos servicios serios”. Además, compartió que los honorarios dependerán de varios factores.

“Cobramos algunas por hora, otras por proyecto, hay diferentes precios, todo varía dependiendo del tamaño del espacio, el volumen de las cosas, de la situación, porque puede haber personas que están en una situación momentánea, con algún trastorno, que sean acumuladores, todo eso varía el precio”, finalizó.

llg

​