Milenio Televisión "un éxito instantáneo"

10 años de Milenio Tv

En la televisión noticiosa mexicana hay un antes y un despuésde Milenio Televisión.

Ciro Gómez Leyva periodista y conductor de Por la mañana en Radio Fórmula y de Imagen Noticia en Imagen TV (Foto: Milenio).
Ciro Gómez Leyva
Ciudad de México /

Recuerdo muy bien aquella comida en la oficina de Pancho González, en el Obispado, el sábado 15 de septiembre de 2007. Él, Jesús Dionisio y yo. Pancho lo tenía claro. Quería un canal de noticias, 24 horas, solo noticias para difundirse en los sistemas de televisión de paga. Le hice los cuestionamientos de la época, expresé mis dudas sobre el interés que podría despertar un proyecto de esas características. Pero él estaba convencido, así que en la sobremesa ya echábamos a volar las primeras ideas de cómo podría ser la pantalla del canal de noticias de Milenio, nuestro canal. 

Regresé de Monterrey con la encomienda de darle forma al proyecto. Antes de terminar el año teníamos un concepto bastante acabado. Sería, en efecto, un canal de noticias, no una mezcla de programas sin ton ni son. Una rueda de noticias que se actualizaría cada 30 minutos. A principio de 2008 se sumó Francisco González Albuerne con precisas adaptaciones. Y así, con la luz verde siempre bien encendida de Pancho, la batuta de Francisco y la coordinación con Jesús Dionisio fue tomando forma Milenio Televisión. 

El proyecto era sencillo: una rueda de noticias. De la madrugada a las 19:00 horas, se produciría en Monterrey, con el equipo y talento de Multimedios (ahí conocí a mis jóvenes compañeros Azucena Uresti, Tania Díaz, Josué Becerra, Héctor Diego Medina…). El prime time lo produciríamos en un pequeño, pero excelente estudio en el quinto piso del edificio de Milenio, en el centro de la Ciudad de México.

 A la rueda de noticias sumaríamos unos pocos programas noticiosos, que durarían únicamente 15 minutos, conducidos por algunos de los mejores periodistas de Milenio: Carlos Marín, Carlos Puig, Carlos Mota, Jairo Calixto Albarrán, Rafael Ocampo… Y así, integrados el equipo de Monterrey con el que armamos en la Ciudad de México (formado en buena medida por ex compañeros de CNI/Canal 40 y productores muy jóvenes que llegaron con sus ideas innovadoras del mundo de la publicidad) salimos al aire el 20 de octubre de 2008. 

Tuve el privilegio de dirigir editorialmente el canal en sus primeros cinco años, extraordinariamente apuntalado por Carlos Zúñiga, Roberto Velázquez, Roberto López, Paloma Lafuente, Christian Ramírez; extraordinariamente acompañado por Carlos Marín, y generosa y certeramente comandado por Pancho, Francisco y Jesús. 

Tuve también el privilegio de conducir el llamado “noticiero nocturno estelar”. Siempre he creído que quien produce no debe hacer la crítica de su producción, pero cinco años de distancia me permiten afirmar que en la televisión noticiosa mexicana hay un antes y un después de Milenio Televisión; que Milenio Televisión fue un “éxito instantáneo”; que la posibilidad para que un canal de esas características tuviera éxito estribaba en la confianza que nos tuvieran los dueños para presentar, día con día, notas, historias y personajes que conmovieran, llamaran la atención, desataran polémicas. 

Y así fue. De ahí nuestro slogan: “En esta pantalla sí pasan cosas”. Los González corrieron el riesgo. Nuestra pantalla fue durísima, casi de choque en ciertos horarios y coyunturas, y nos voltearon a ver: televidentes, protagonistas, anunciantes. En los siguientes años, en distintos tonos y modalidades, surgieron en otras empresas tres, cuatro, cinco “milenios televisión”. Al día de hoy, difícilmente alguno podrá afirmar que superó al original. 

Los González aguantaron la presión, sorteamos vendavales, corregimos errores sin parar. Nuestra nave zarpó y navegó. Estuvimos en la tormenta en varias ocasiones: el recuento de muertos y las imágenes brutales de la “guerra contra el crimen”, las protestas del SME afuera de nuestras instalaciones, las apuestas de alto riesgo, como la encuesta de seguimiento diario de la elección presidencial de 2012, en fin.

 De todas salimos. Éramos un equipo que confiaba en sí mismo. En un país tan envidioso, depredador de lo que huela y suene a éxito ajeno y memoria institucional, me alegra escribir estas líneas para celebrar los 10 años de un proyecto incomparable. Felicidades y larga vida a Milenio Televisión.


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