La casa de papel 3 trajo consigo nuevos personajes que le han puesto la sal y la pimienta a la serie, ya de por sí cargada de misterio y acción. Aunque podríamos hablar de Bogotá o Marsella (dos de los nuevos atracadores), dedicaremos este texto a la inspectora Alicia Sierra, una mujer que, aunque embarazada, ha sido capaz de ponerse a la altura de El Profesor.
Si no has visto la tercera temporada de La casa de papel, es mejor que dejes de leer en este momento, pues a partir de aquí comienza un banquete de spoilers.
¿Quién es la inspectora Sierra?
Interpretada por la actriz Najwa Nimri, la inspectora Alicia Sierra es presentada como una mujer despreocupada pero calculadora; en apariencia alegre, pero con una destreza mental con la que es capaz de ponerse un paso al frente en la partida de ajedrez frente a El Profesor.
"Soy Alicia Sierra y voy a llevar esta operación. Voy detrás de toda esa gente que tanto quieren, ‘la resistencia’ los llaman. Están ahí para engañarlos mientras las cámaras los retransmiten haciendo propaganda. No se preocupen, que se los voy a poner muy difícil", decía Sierra en un avance presentado previamente por Netflix.
En esta tercera temporada, la inspectora Sierra es la encargada de torturar a Río para sacarle información sobre El Profesor y la banda de atracadores.
Ya asentada en Madrid, le es concedido encargarse de la negociación con El Profesor para frustrar el robo al Banco de España y capturar a los atracadores.
Aunque El Profesor es brillante, la mente maestra de Sierra logra convertirse en su peor pesadilla. Cuando los atracadores muestran al gobierno que tienen en su poder las cajas con los secretos de Estado que pondrían en jaque a toda la Unión Europea, Sierra tiene la idea de filtrar a los medios información falsa para hacer tanto ruido que cuando los documentos reales salgan a la luz, la prensa ya no sea capaz de distinguir lo real de lo falso.
Hacia el final de la tercera temporada, Sierra logra quebrar a Nairobi, a la que le muestra primero el oso de peluche de su hijo y más tarde al pequeño mismo. Con frialdad, la inspectora ordena a la policía disparar a Nairobi, que termina al borde de la muerte.
Aunque pareciera inquebrantable, cuando Río le dice a Sierra que su hijo no llegará a quererla, la inspectora muestra un ápice de fragilidad.
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